El invierno del descontento

Imagen de una calle de Londres en las huelgas de basureros de 1979

Imagen de una calle de Londres en las huelgas de basureros de 1979

Los partidos políticos se van adaptando a la realidad a medida que cambian los tiempos sociales y económicos. El siglo XX vio cómo los liberales británicos pasaban a ser testimoniales tras la aparición del laborismo al final de los años veinte. Los conservadores se han mantenido cohesionados porque Inglaterra es un país que tiene mucho que conservar. Pero la aparición del UKIP de Nigel Farage amenaza con discutirle la primacía de un partido que ha acompañado a los británicos desde los tiempos de Disraeli. Ni siquiera el sistema electoral del acta única por distrito permite soñar con un gobierno de mayoría absoluta. Se han ido los días de los gobiernos de un solo partido.

A la Democracia Cristiana italiana se la llevó por delante el ajuste de cuentas judicial de Antonio Di Pietro en los años noventa y no ha encontrado todavía un lugar en el mapa político. Lo mismo les ocurrió a los comunistas italianos, siempre a punto de producir el sorpasso, y hoy diluidos en una izquierda heterogénea que suele recurrir a un socialcristiano para impedir la vuelta del Berlusconi populista de turno. Cuando los dos partidos centrales de la política italiana empezaron a cambiar de adjetivos en sus siglas se había empezado el deterioro definitivo de las formaciones. El eurocomunismo, el comunismo con rostro humano y otras calificaciones que se añadieron no hacían sino presagiar el final de las formaciones clásicas italianas. Cuando hay que cambiar tanto de adjetivo, mejor es cambiar el sustantivo.

Algo parecido podría decirse de la derecha postgaullista francesa que ha cambiado tantas veces de siglas como de presidentes conservadores que han ocupado el Elíseo. Los socialistas de Hollande no pretenden cambiar de siglas, pero no aciertan a conectar con las preocupaciones de los franceses, que sitúan a la izquierda clásica en sus momentos más bajos. La popularidad de Manuel Valls se ha deteriorado.

El mapa político de España y Catalunya cambiará muchas fronteras ideológicas y de poder en el 2015. Las encuestas no son infalibles, pero marcan tendencias que indican insatisfacciones, descontentos y rabias del electorado instalado en una crisis de gran calado y de la que no se ve una salida rápida ni fácil.

Llega el invierno del descontento, aquel verso de Ricardo III de Shakespeare que fue utilizado en Gran Bretaña en 1979 por el acorralado primer ministro James Callaghan, que recurrió al «Now is the winter of our discontent» para paliar la frustración de los británicos, acorralados por los sindicatos, que llegaron a dejar de enterrar a los muertos y a abandonar la basura podrida durante muchos días en las calles de Londres. El resultado fue la fulgurante victoria de Margaret Thatcher aquel año, inaugurando un periodo de filosofía ultraliberal que todavía perdura en buena parte de Europa.

A juzgar por las últimas encuestas publicadas, la mayoría absoluta no la obtendrá nadie en las próximas elecciones generales españolas. Habrá que ver cómo se urden los pactos entre tres partidos que no serían capaces ni de organizar una merienda conjunta. Podemos de Pablo Iglesias aparece con fuerza y el PP de Rajoy cae estrepitosamente. El PSOE de Pedro Sánchez muestra un encefalograma plano. Los españoles, después de la corrupción y los errores varios, se lo pensarán antes de entregar una mayoría absoluta.

Si nos atenemos al sondeo oficial del CEO, organismo oficial de la Generalitat, el mapa político que sale muestra un Parlament con grandes dificultades para obtener mayorías estables. Cuesta entender cómo el partido que gobierna pueda perder la mitad de los diputados en sólo dos años si se tiene en cuenta que en el 2012 tenía 62 escaños y la encuesta le otorga unos 33. Pero los 39 de la Esquerra de Junqueras tampoco le permiten gobernar sin una o varias muletas. El voto claramente independentista, el de CiU y ERC, no se movería y se limitaría a un trasiego de escaños entre el partido de Artur Mas y el de Oriol Junqueras.

Cuando escribía en estas páginas hace dos años que la cuestión social tendría un papel decisivo en las urnas, se me advertía que la cuestión nacional incluía también los temas sociales y que una Catalunya fuera de España resolvería las desigualdades con más acierto y justicia.

Pero resulta que, sin ni siquiera saber quiénes encabezarían la lista de Podemos en Catalunya, el CEO les otorga unos diez escaños. Entiendo las prisas para que soberanistas y unionistas se midan en las urnas aprovechando la gran ola que ha llenado las calles y que el domingo acudirá en masa al simulacro de unas urnas sin consecuencias políticas vinculantes.

Sostengo que cuando Mariano Rajoy y Artur Mas convoquen elecciones se ajustarán cuentas con la corrupción rampante, con lo poco que se ha hecho para combatir el paro, los escándalos políticos que desfilan ante los juzgados, la palabrería hueca, la propaganda de unos y otros.

Las hegemonías y monopolios políticos revalidados en las urnas se han ido y tardarán tiempo en volver. El mundo está cambiando vertiginosamente y los partidos no están dispuestos a adaptar sus estructuras y funcionamiento a los parámetros del siglo XXI. De este proceso de cambios sociales imparables tendrán que salir ideas realistas, no banales ni fantasiosas, capaces de dar respuesta a los desafíos de esta desconcertante posmodernidad.

Publicado en La Vanguardia el 5 de noviembre de 2014

  17 comentarios por “El invierno del descontento

  1. Amigo Luis:
    Continua siendo cierto que, a un buen gobernante, le dá mas miedo un banquero que un ejército en pie de guerra.
    A este país y su democracia, salvo excepciones, se la llevaron por delante los Bancos. Solo a estos y a las élites financieras cabrá atribuirles la ascención de los movimientos populistas, entendiendo por tales, tanto a Podemos como a las aspiraciones sececionistas por desencantados de nuestra clase política actual.
    Eso, si no se llevan por delante a la propia Comunidad Europea, tras el descubrimiento de que Jean-Cloud Junker, mientras exigía el desmantelamiento del estado del bienestar a los países sudeuropeos, drenaba sus ingresos por impuestos de sociedades, hacia Luxemburgo.
    Dudo y creo que con razón, se unifiquen los impuestos en el ámbito del €, y si ello no es así, cada país deberá gestionar por su cuenta la defensa de sus propios intereses y cubrir las necesidades de sus empresas ante la competencia desleal de mas de 300 multinacionales. Y con ello, se acaba la fé en una UNION EUROPEA.
    Mientras tanto aquí ayudando a que se desintegre España, preámbulo de la desintegración mas general y en el mas absoluto desconcierto sobre el futuro que nos espera.

  2. Convendría bien analizar porque y en que circunstancias la intención de voto para los grandes partidos se ha reducido y porque se ha disparado hacía Podemos, un partido con escasos meses de vida, que muchos conocieron por televisión, por algunos medios digitales, que han brindado sus plataformas para que sean oidos, y otros cauces por Internet. Y si queremos hacer equiparación con el auge de formaciones políticas en algunos países en Latinoamérica como Venezuela, Ecuador, Bolivia, y estirando más la equiparación con Chile y Argentina, encuentro que tenemos que hacer también un análisis.

    En Cuba recuerdo que antes de la dictadura socialista encabezada por Fidel Castro había una ferrea dictadura liderada por Batista que había convertido la isla en una casa de juegos y en un prostibulo. Muchos en los Estados Unidos consideraron al jóven Fidel como el líder de un movimiento romantico nacionalista pero dejaron de apoyarle cuando empezó a nacionalizar las empresas norteamericanas, entonces Fidel se alió con la Unión Soviética.

    En Venezuela, por no ir caso por caso con el resto de países, millones de venezolanos vivían en la misería más absoluta y eran marginados de la política. Con el bolibarismo viven mejor. Por esa razón apoyaron a Hugo Chávez y siguen apoyando a Maduro. Digámoslo todo: en España con un país de más de seis millones de desempleados -apuntados al INEM- y unos cuantos más que no figuran en ningún lado, y con una corrupción rampante en los dos grandes partidos, muchos han decidido apoyar a una nueva formación política, que ciertamente no muestra todavía su alternativa, pero ha desactivado de momento una revuelta social generalizada.

    En cuanto al populismo entendido como el discurso facil que quiere provocar una respuesta emocional partidaria hacía una formación política (o hacía una idea: por favor ¿qué está pasando si no en Cataluña?) lo tenemos en todos los partidos en todos los tiempos. Cuando los lideres de los grandes partidos lo utilizan lo llamamos elocuencia cuando lo hacen lideres que cuestionan el sistema los llamamos despetivamente populismo.

    Esa es una breve interpretación hecha en un momento espero las vuestras,

    Saludos, y bona nit

    • Si interpreto be…estàs dient que el President Mas i la resta de forces partidaries del «Dret a decidir» i/o partidaries de la independencia….están fent «populisme»..??

      Si la meva interpretació és correcte, estic en total desacord amb tu.

      La composició del Parlament – fruit dels vots, o sigui la veu directe del poble -així ho corrobora i demostra de manera ben clara i inequívoca.

      Això no és cap invenció de cap politic.

      • Sí para mí es populismo. El mismo que muchos dicen que representa Podemos en España. Pero la diferencia es que los primeros ante una situación de crisis económica y política han buscado una salida nacional que rompe con España y los segundos están buscando una salida social que rompe con el estatus quo político y puede que económico en toda España.

        Pero ahora te describo más lo que se suele entender por populismo y lo que yo entiendo. Normalmente se usa despectivamente, para decir que unos políticos se inventan tanto la realidad como su propuesta política. Pero en realidad -y esto es lo que yo pienso- funciona porque conecta con una mayoría social a la hora de diagnosticar una realidad social y ofrecer -y esto es lo más cuestionable- soluciones faciles que nos emocionan. En Madrid: vamos a terminar con la casta, en Barcelona: tenemos que irnos y la indepedencia lo solucionará todo.

        El problema que le veo a Podemos es que debe de explicar que es lo que quiere cambiar en este país. Y el problema que le veo a los soberanistas a Cataluña es parecido, no explican como sería esa Cataluña independiente. Yo para que me entiedas quiero ir más allá de la emoción: quiero saber que España podemos y que Cataluña podemos tener. Basicamente para poder vivir mejor porque peor la mayoría ya no puede vivir. Puede parecer frio y calculador pero si vamos a vivir igual o peor no hacía falta montar todo esto.

  3. Sr. Foix:
    No vull ser pessimista però crec que Espanya tindrà un canvi de cicle tant el PP com el PSOE no han volgut, o no han sabut renovar-se, expulsar els corruptes, llistes obertes,…

    Però si el recanvi és Podem (Podemos), podem passar de Guatemala a Guatepeor, pot ser pitjor el remei que la malaltia.
    Pablo Iglesias sap moure molt bé en els mitjans de comunicació, però jo no oblido al Sr. Moneder assessor d’Hugo Chávez Frias, el programa econòmic que amaguen des de les últimas eleccions al Parlament Europeu, és clarament comunista.
    El chavisme, i el castrisme ja sabem a on porta la població,… a la pobresa, a la misèria, al deteriorament dels serveis públics,…
    Podemos presumeix de transparència, però no parlen dels milions d’euros que han rebut de Chávez oficialment i d’altres ajudes sota mà.
    Els populismes porten moltes vegades al poder, i després ve el control de premsa, lleis d’autocensura, control de tots els poders inclòs l’electoral, es posa en qüestió la propietat privada,…

    Jo defenso una neteja i millora del sistema actual fent totes les correccions que calguin, però obrir-lo en canal com proposa Podemos ens pot conduir a un bolivarisme populista que destrueix tot per on passa.
    L’oposició és destruïda i l’alternança per molt que es voti és un record.
    La democràcia es posa en joc amb els populismes i les solucions fàcils.
    Tant de bo m’equivoqui no ens convertim en una altra república bolivariana.
    A Veneçuela i Caracas coneixem molt bé als dirigents de Podemos i les seves idees.

    D’aquí a uns mesos tindrem a Espanya ia Catalunya a uns dirigents sense experiència de govern a més vull veure a què ministres i consellers nomenenaran i quina serà la seva preparació per gestionar el dia a dia i els problemes.

  4. Penso que la força amb la que pujarà «Podemos», és una mostra ben evident del «descontento» que hi ha en la societat en general.

    No puc saber, si aquest nois/noies de «Podemos» serán capaços de dirigir un país tan malmès i amb una genética instal.lda en la corrupció ….se’ls veu joves i sense experiencia…no sé, però val la pena probar-ho.

    La nota a destacar de tot això, és que queden demostrades les ganes que té la població en general de «fer net».

    En el cas de Catalunya,el desitg i les ganes de desmarcar-se d’un govern central irrespectuós i autoritari, que només actua per a prohibir i posar pals a les rodes, però no manifesta cap interés per saber «el perquè» està passant tot això a Catalunya….i per això volem començar de cap i de nou. Ja no ens val l’ esmena de la página. Volem començar una llibreta nova i «neta».

  5. Conviene valorar que, para acabar de complicar las cosas, en España, desde la República, no ha habido gobiernos de coalición, ni, por tanto, los políticos actuales están mentalizados –y no sé si ni siquiera capacitados– para afrontar con éxito esta fórmula. Claro que en Catalunya no podemos dar lecciones, porque los tripartitos que ha habido no han sido precisamente ejemplares…

  6. Sr.Foix: Vd siempre dice que se vota para sacar partidos en el poder con los que los ciudadanos están descontentos, comparto su criterio, pero convendría no perder de vista a quién podemos poner…en política, como en los supermercados también existen las lineas blancas…

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