El día después

Rajoy y Mas no parecen dispuestos a buscar una solución pactada

Rajoy y Mas no parecen dispuestos a buscar una solución pactada

Siempre es incierto el día después. A mí me inquieta más el presente que lo que tenga que ocurrir. Primero porque nadie es imprescindible y alguien estará al frente del país. Segundo porque el cambio es consustancial con cualquier actividad humana y el miedo es siempre sobre lo que va a ocurrir y no sobre lo que pasa en estos momentos.

Cuando se ven los sufrimientos de los que transitan por los pasadizos de la muerte en busca de rincones seguros en Europa, no es miedo lo que se observa en sus caras sino una vaga esperanza de un futuro que piensan que será más digno. Escapan de la persecución y la muerte y buscan la tranquilidad a pesar de las incomodidades y la hostilidad que les espera.

El día después, el 28 de septiembre por la mañana, se habrá terminado el escrutinio y se sabrá cómo quedan repartidos los 135 escaños del Parlament de Catalunya. Se le pueden dar a estas elecciones el nombre que se quiera, pero lo cierto es que serán la expresión de la voluntad plural de los catalanes que acudan a votar. No me preocupa el resultado sino cómo se van a administrar los escaños.

Ya sabemos que Tarradellas decía que se podía hacer todo menos el ridículo. A mí me preocupa que al final de todo, el día inmediatamente después, nos encontremos en lo que coloquialmente podríamos definir como un gran buñuelo. Al país no le ha faltado imaginación. La capacidad de convocatoria de la ANC para reunir a cientos de miles, millones, de catalanes en las tres Diades precedentes es de una gran profesionalidad. Un gobierno no lo podría hacer por muy competente que fuera.

La voluntad, las emociones, los símbolos, las banderas y la convicción de protagonizar jornadas históricas han formateado la política catalana desde que Artur Mas pensó que aquellas masas tranquilas, familiares y festivas eran suyas o, por lo menos, responderían a la llamada de pedirles una mayoría excepcional en las elecciones del 2012. No fue así. Lo que entonces era CiU pasó de 62 escaños a 50.

Llegó como primera fuerza pero había perdido muchos votos por el camino. En las elecciones británicas del pasado mes de mayo, los líderes del laborismo y de los liberaldemócratas anunciaron su dimisión mientras el escrutinio estaba todavía en curso. Habían perdido. Lo mismo hizo Nigel Farage, del partido UKIP, que unas semanas más tarde anunció que pretendía seguir al frente de su partido.

La mala lectura política de aquella gran manifestación del Onze de Setembre del 2012 ha marcado la política catalana hasta la próxima fecha histórica del 27 de septiembre. Artur Mas fue investido presidente pero dejó de tener la iniciativa política. Desde entonces ha ido a remolque de fuerzas que no estaban bajo su control. Ni ERC ni la CUP tienen semejanzas de fondo con la histórica CDC. Y los de Unió Democràtica de Duran Lleida abandonaron la coalición cuando las tesis de Oriol Junqueras marcaron la hoja de ruta del proceso hacia la independencia que está en curso. Junqueras ha sido gobierno y oposición a la vez. Un hecho insólito.

Cuando, tras el anuncio de la convocatoria de elecciones retransmitida en hora punta por la televisión nacional, era entrevistado Oriol Junqueras en la misma cadena con un fondo bien inequívoco que aseguraba que se estaba hablando con el jefe de la oposición, pensé en lo que Azaña afirmó en su día: «Permítame que me sonroje por cuenta de su señoría». Se estaba tomando el pelo al personal.

La lista de Junts pel Sí está confeccionada y compuesta de celebridades de todo tipo. La novedad de que el candidato a la presidencia de la Generalitat vaya en cuarto lugar es una innovación hasta ahora desconocida en la política catalana, española o europea. Las declaraciones cruzadas de miembros de la lista de Artur Mas indican que en caso de una victoria por mayoría, y no digamos una derrota, estaríamos en las legítimas y normales pugnas ideológicas y personales que comporta cualquier grupo que se une para llevar a cabo una acción política de envergadura.

No me preocupan tanto las personas como las formas para alcanzar los objetivos. Debatir sobre si estaremos fuera o dentro de la Unión Europea es inútil. No se sabe de nadie con cierta autoridad que se haya pronunciado positivamente al respecto. El futuro es rico en posibilidades. Si Mas no tiene apoyos suficientes para presidir la Generalitat, vendrá otro. El poder no admite el vacío. ¿Alguien habría apostado hace un año que Ada Colau sería la alcaldesa de Barcelona?

En todo caso, el día después tendrá que regirse por alguna norma jurídica fundamental: el Estatut, por ejemplo, que fue aprobado y recortado por el Congreso y después por el TC. Habrá que alcanzar un pacto entre las fragmentadas fuerzas catalanas, pactar la «desconexión» con España y abrir la larga negociación con Europa. No veo a Mas al frente de esta travesía. Y tampoco a Rajoy si no obtiene una mayoría suficiente.

Publicado en La Vanguardia el 2 de septiembre de 2015

  21 comentarios por “El día después

  1. Sr. Foix: » El día después » y …» Rajoy y Mas no parecen dispuestos a buscar una solución pactada. »

    En la foto, se dan la mano, mientras Rajoy mira a su derecha y Mas mira a su izquierda. Que mal ejemplo nos dan a todos los ciudadanos españoles…ciudadanos de cataluña incluidos.

    Entonces : Adios hasta nunqui. Pues los ciudadanos nos jugamos el pan y la supervivencia vital, ya que tenemos crisis que dura ya desde el final del año 2007, que no amaina…y…aparte de darse la mano al tiempo que miran a diferentes otras partes y no a los ojos, como sería natural ¿ A que juegan ?

  2. La independencia es un asunto político, como tal es incierto. No es un experimento científico con control de las condiciones experimentales, que, por cierto, no aseguran los resultados pero si las conclusiones según los datos obtenidos. Pero en política ni los datos son concluyentes (Grecia), en estos casos los que deciden no están, probablemente, ni en Catalunya ni en España. Lo que es sorprendente es que ninguna de las partes en disputa haya dejado claro con que apoyos internacionales cuenta, con transparencia… Cuando se va a votar se puede hacer por emociones, entonces da igual todo esto; pero si se desea votar con una adecuada información que permita valorar las opciones, entonces es decisivo saber que hay de cierto y que no lo es. La política nunca será limpia, se trata de obtener poder para unos grupos que lo usaran según intereses no explícitos. Es muy dudoso que el «pueblo» tenga el poder, básicamente nunca lo ha tenido. Por todo ello no me inspira mucha confianza ver que hoy se declara A a las 2 horas se declara B, y luego si se lee con detalle toda la declaración parece que se decía C. Si los que van a mandar no tienen claro lo que van a hacer, mal asunto; y si lo saben y no lo dicen con claridad, peor. Por otra parte, todo el pescado está vendido: una parte de Catalunya no volverá a desear o conformarse con un Estatut, la otra no tiene claro que hacer: no tiene referentes emocionales decisivos. Resultado: complejidad y conflicto permanente con España durante varios años, y Europa ¿Alguien sabe qué posición tomará? Acepto la incertidumbre, es la esencia de la vida, pero no me gusta.

    • …un comentario muy interesante José A., pero alguien dejará de ser hermano de alguien por el simple hecho de vivir en una Catalunya independiente ??..

      Tratar el tema de la independencia desde un punto de vista emocional, me parece erróneo. Nada ni nadie puede romper lazos de sangre o de sentimientos, se trata de un problema economico-cultural y de respeto, se trata de un problema politico. Nadie odia a nadie, nadie quiere romper con sus amigos de fuera de Catalunya, yo la primera !!!…Hay que poner cada cosa en su sitio y tratar de no mezclarlas…por muy dificil que sea dada la información tergiversada y tendenciosa que nos viene de la administración central.

      Cuando un hijo quiere independizarse de sus padres, quiere decir que deja de ser su hijo ?…absurdo no ??…són otros los motivos…

      • Estoy de acuerdo,si Cataluña no viera que puede funcionar sola no existiría independentismo y si fuera la parte pobre de España se la concederían sin pensarlo. Es un tema económico pero a italia Alemania…no les va a gustar que las partes ricas se independicen unilateralmente.

      • Estoy de acuerdo que no solo son emociones, por eso es importante más claridad. También que no hay odio, en la mayoría de los casos, pero quizás una minoría si lo puede sentir. Por ello me refería al posible conflicto que podría durar algunos años, mejor que no, por supuesto, Una de las causas es el resentimiento de aquellos que consideren que han perdido.

  3. A Felipe González le pido que escriba una carta explicando la trama de los GAL. Si no la sabe, vaya un desastre de presidente.
    No creo que me lea, pero por si acaso lo hago en castellano.

  4. Insistixo Sr. Foix…Va ser el Sr. Mas qui va pujar al carro després de la Diada del 2012. No a l’ inrevés. Cert és que va perdre molts escons, ell va fer la crida en un intent de fer-se seu aquell moviment massiu, pensant que tots els catalans el seguirien, com fan tots els politics,dit sigui de pas…. i li va sortir malament, els catalans vam preferir l’autèntic partit independentista, ERC.

    …..»No me preocupan tanto las personas como las formas para alcanzar los objetivos. Debatir sobre si estaremos fuera o dentro de la Unión Europea es inútil. No se sabe de nadie con cierta autoridad que se haya pronunciado positivamente al respecto. El futuro es rico en posibilidades. Si Mas no tiene apoyos suficientes para presidir la Generalitat, vendrá otro. El poder no admite el vacío. ¿Alguien habría apostado hace un año que Ada Colau sería la alcaldesa de Barcelona?….»

    En referencia a aquest punt recomano llegir l’ Editorial de Vicent Partal a Vilaweb del passat 31 d’agost, titulada «La indecència de Felipe Gonzalez».
    En aquell llavors es deia que , Lituània, no seria mai membre de la UE.

    Avui Lituània és membre de plè dret de la UE.

    Surti el que surti de les eleccions del proper 27 de setembe, al menys sabrem on som. Personalment desitjo que ojalà el resultat garantitzi o garanteixi (?) la força necessaria per començar a caminar cap a un Estat Pròpi.

    De passada recomano també la lectura de «El Confidencial» titul.lat : «Harvard apoya la independencia: la élite de economistas se suma al proceso» del 18 de setembre de 2013.

    • Ya veremos que pasa. Ahora muchas personas estan perdiendo los papeles con declaraciones muy fuera de tono. Yo que lo ve desde la distancia creo que hay nervios.

  5. El hombre es un animal narrativo pero luego sólo hay presente. Los Otero tiempos están ausentes.

    • No hi estic d’acord…EL FUTUR ES BEN CERT.
      En Aquest càs, tant si junts pel si treu 50 diputats, com si en treu 75…
      el resultat final es el mateiix…
      el dilluns a les 8 hores…tots a treballar!!!
      No passarà res i tot seguirà igual que fins ara.
      L’independència de Catalunya, no depen ni dels catalans, ni di dels espanyols…estem al segle XXI i encara no us heu enterat…
      Cony de Passarells!!

      • Imagino que «Tots a treballar» está referido solamente a los que tienen trabajo… también se puede decir con la misma argumentación que el sol saldrá por la mañana y después vendrá la noche…tratandose de obviedades todos nos atrevemos a predecir el futuro…para eso no hace falta ser ni muy Pasarell…ni muy listo…predecir así el futuro no tiene futuro…

        • Bartolomé, veo que lo puse demasiado largo, lo resumo:

          Aunqué «Junts pel si», saque 75 diputados, …no passarà rès!!!
          No serem independents.

          ..y estoy de acuerdo contigo, en que esto es una obviedad.

          • Dicen Felip que la mayor obviedad del futuro es que es algo que cada cual alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga y sea quien sea…en este tema siempre hay a quienes les gusta intentar predecir el futuro y a quienes les gusta intentar prevenirlo…pero lo único que me provoca tristeza del futuro es que no lo podré compartir con las personas que he perdido…otra obviedad…

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