Terrorismo, miedos y nervios

Soldados patrullando por las calles de Bruselas después de los atentados del 21 de marzo

Soldados patrullando por las calles de Bruselas después de los atentados del 21 de marzo

Un nuevo impacto de terror ha sacudido una gran capital europea. Podría dar la impresión de que el terrorismo globalizado, con varias franquicias que arrancan del fanatismo de corte islámico de Oriente Medio, ha tomado la iniciativa en una guerra que juega con el miedo y los nervios de las sociedades occidentales.

Los que matan son los terroristas y son ellos los culpables de la muerte de tantos inocentes en Madrid, Londres, París y ahora Bruselas. Son ellos también los que han perpetrado atentados en países de mayoría musulmana. Es interesante recalcar el dato que desde el año 2000 al 2014 el 87 por ciento de víctimas de los ataques terroristas se han producido en países de mayoría musulmana.

El problema global es cómo plantar cara a un movimiento de terror que se extiende como una telaraña en todo el mundo. Las comunicaciones de las redes sociales facilitan su coordinación. Para matar a tanta gente en el siglo XX, escribe el politólogo Joseph Nye, Hitler y Stalin necesitaron el aparato de estados totalitarios, pero ahora es fácil concebir a grupos de individuos extremistas matando a millares de personas sin ayuda de un gobierno.

El Estado moderno y democrático no va a arrojar la toalla. Será difícil encontrar a los enemigos de la libertad que se confunden en nuestras sociedades y que son belgas, franceses, británicos o españoles. Están interrelacionados a través de los medios que están al alcance de cualquier grupo de individuos que se comunican globalmente utilizando las redes.

Europa debe borrar las fronteras de las seguridades nacionales y compartir todas las informaciones con las policías de todos los estados. Los autores de los atentados de París en noviembre y los de Bruselas esta semana actuaban desde Bélgica. Eran de nacionalidad francesa o belga. Eran europeos que atacan la misma idea de la civilización europea.

El gran peligro del terrorismo es la vida de las personas. Pero también es el miedo irracional que sus actividades provocan. Es del todo inaceptable porque es una forma violenta de hacer política. Lo peor que podría ocurrir es que el relato del terror, con sus justificaciones y sus ideologías, hiciera mella en las sociedades democráticas que se rigen por el debate, la participación de todos, la confianza mutua y el control de los gobiernos desde los parlamentos libremente elegidos.

Por muy frágil que pueda parecer una democracia, es mucho más fuerte que la violencia y el terror que practican los que pretenden destruirla. La situación es nueva y exigirá adoptar medidas inteligentes y posiblemente drásticas. La facultad apocalíptica de pitar el final del partido no la van a tener los violentos ni los terroristas. Hay que prepararse porque no estamos ante unas cuantas células destructivas, sino ante un entramado quizás poco numeroso pero muy eficaz y global.

Publicado a La Vanguardia el 24 de marzo de 2016

  11 comentarios por “Terrorismo, miedos y nervios

  1. Sr. Foix: Condenamos firmemente el terrorismo y sus muertes de inocentes, pero también condenamos los bombardeos tipo terremoto sobre poblaciones inocentes.

    Condenamos a los corruptores, a los corruptos y a los panzacontentos tolerantes y frescales que todos juntos son los principales causantes
    de las grandes miserias y las grandes guerras.

    Recordemos a las grandes fortunas multimillonarias que consiguieron con el inhumano comercio de esclavos y además aceptada urbi et orbi, con la aceptación y bendición de toda la sociedad, Que en España duró oficialmente hasta el año 1870.

    ¿ Que podemos esperar pues, de la sociedad humana ?

    ¡ VERGONYA !!!…¡ VERGONYA !!!…

  2. Hoy en Argentina despues de disculparse por todas las tropelias que USA habia perpetrado en America del Sur (diseñadas mayormente por el Premio Nobel Kissinger) el Premio Nobel Obama se marco un tango.

    Hoy aparece este articulo del Sr.Foix en LV en la misma pagina en que Laura Freixas nos cuenta que en algunos centros de enseñanza norteamericanos esta expresamente permitido que los usuarios lleven armas.

    Hoy el Sr. Foix, estajanovista de pro del periodismo, y sin solucion de continuidad estaba en Can Cuni debatiendo enfaticamente sobre Johan Cruyff que nos ha dejado (descanse en paz).

    No hay tregua.

    En Belgica estuvieron mas de quinientos dias sin gobierno, y por fin, a las macabras y recientes pruebas me remito, nombraron un gobierno de payasos y de ineptos que no supieron ni controlar a un sospechoso llegado desde Turquia.

    Aqui ya tenemos a los payasos, todos en funciones, el gobierno se formara algun mes de estos pero n impórte quoi…

  3. Europa ha convivido con el terror y la barbarie durante la mayor parte de su historia. Los bombardeos de la II Guerra Mundial son un ejemplo de ello. Los habitantes de Londres, Hamburgo, Colonia, Dresde, Stalingrado… los padecieron y resistieron por diferentes motivos, y tenemos que recordar que en los bombardeos se podían producir hasta miles de muertos en algunos casos. Claro, aquello era otra cosa, cierto, horrenda y que nunca más se debe repetir. Pero para vencer la barbarie de esa guerra hubo que hacer sacrificios. Europa no está preparada para sacrificios en estos momentos, como sería el recoger a refugiados, el exigir que los ciudadanos europeos de religión musulmana se manifiesten por sí mismos contra estos atentados, exigir a los políticos occidentales que han devastado Oriente Medio que pidan perdón y que se apliquen las resoluciones de la ONU.

    Todo esto no se producirá. Si para entrar en un barrio de Bruselas hay que hablar árabe significa que la integración es un sueño.

    La culpabilidad de Occidente, que sus ciudadanos llevan como una marca en su mente, es un elemento de parálisis para poder separar los que no es exigible de lo que debemos exigir.

    La multiculturalidad es una excusa para no hacer nada. Podríamos volver tranquilamente a la Edad Media: el barrio judío, el barrio cristiano y el barrio musulmán; y cada a uno a sus cosas. ¿Es eso cultura?, es cultura mantener leyes como el Talmud, la Sharia o la Doctrina de la Iglesia en sociedades laicas donde la religión es algo del mundo individual y privado. Acaso, la tradición no debe evolucionar, se nos pide que nos adaptemos a las nuevas tecnologías pero vamos a mantener leyes y formas de comportamiento social inaceptables en sociedades libres. Mejor que ser multiculural es ser una persona libre educada sin el sesgo de la nación, religión, cultura y sociedad en la que naces, que no deja de ser una cárcel para el espíritu y la iluminación.

    Y si queremos remontarnos, recordemos en el Génesis cuando Dios busca a Caín para preguntarle que has hecho con tu hermano. De ahí venimos, y aún llevamos la marca.

    • Sr. García, el Talmud tiene poco que ver con las barbaridades de la Sharia.

      • He de reconocer que puede ser como usted dice. Al incluir a tres leyes o doctrinas de comportamiento religioso puedo, seguro, dejar de lado sus diferencias; la intención era que la religión debe ocupar un plano espiritual y que la vida es sagrada para toda persona que crea en Dios; y que si esas doctrinas contradicen ese principio entonces no son válidas. Disculpe si le he ofendido en algo; como también he de reconocer que no todos los musulmanes piensan que la Sharia es obligatoria o conforme al Corán.

  4. Sr.Foix: el miedo forma parte del entramado de cualquier guerra y estos atentados terroristas que estamos padeciendo son una guerra en toda regla, pero con diferencias notables a las guerras históricas que Europa estaba ya acostumbrada…peero lo que más miedo provoca en estos momentos a la ciudadania europea es la inacción de sus dirigentes, unos dirigentes obsesionados en que odiemos todo lo que nos produce miedo de estos atentados terroristas…

    • Los dirigentes han dejado de gobernar para el pueblo, y su miedo a perder el poder se convierte en los miedos que engendra su cobardía.

      • En estos momentos queda en evidencia la total incompetencia que existe en Bruselas para gestionar cualquier emergencia que afecte a la seguridad de la UE, una incompetencia que resume de forma clara lo que podemos esperar los ciudadanos europeos del cementerio de elefantes en que se ha convertido dicha ciudad…

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