El año de los patriotas

Reunión en Coblenza de los partidos de extrema derecha europeos bajo el lena de "2017, año de los patriotas"

Reunión en Coblenza de los partidos de extrema derecha europeos bajo el lema de «2017, año de los patriotas»

Todavía es pronto para afirmar que Estados Unidos se ha retirado del liderazgo mundial que ha ejercido desde hace un siglo y al que ahora Donald Trump parece querer renunciar. El tiempo de las gruesas pa­labras de la campaña ha dado paso al tiempo de los hechos y las decisiones, que en diez días como presidente han tomado forma de órdenes ejecutivas con aplicaciones inmediatas.

La grandeza de Estados Unidos se ha alcanzado por la vitalidad de su economía, por el saber acumulado en las universidades, por la seducción de su cultura expresada en las artes, la literatura, la música y, muy especialmente, por la imaginación y la artesanía cinematográfica de Hollywood. Es lo que el profesor Joseph Nye denomina el soft power, el poder blando que siempre es más penetrante que el poder de la fuerza.

Roma llegó a los confines del mundo conocido por los sesenta mil kilómetros de calzadas construidas para que transitaran sus ejércitos, pero también y por encima de todo por la expansión del derecho romano y la lengua que llegaría a ser común durante varios siglos. Roma imponía su orden y sus leyes adaptándose a los territorios conquistados.

Estados Unidos dio un cambio radical a partir de la Gran Guerra convirtiéndose en la potencia hegemónica que ha per­durado hasta hoy. Los principios del presidente Woodrow Wilson se basaban en que el nuevo orden debía combatir las agresiones con principios morales y no con intereses geopolíticos. Fue él quien introdujo en la Europa de los imperios vencidos el principio de autodetermi­nación de los pueblos que ha sido una de las constantes del siglo XX en todos los continentes.

La historia norteamericana no es ejemplar. Como la de ningún otro país. La xenofobia viene de los primeros años de la república. El esclavismo no desapareció legalmente hasta que Abraham Lincoln hizo suya la idea de que todos los hombres han sido creados iguales. En realidad, el racismo no ha desaparecido a pesar de la ley de los Derechos Civiles firmada por el presidente Lyndon B. Johnson en 1964. Para muchos americanos un presidente negro no podía ocupar la Casa Blanca. Ha vivido en ella los últimos ocho años.

En Estados Unidos fueron eliminados prácticamente todos los nativos, se han aprobado leyes de exclusión, campos de internamiento en tiempos de guerra y atrocidades varias, propias de todos los imperios que han sido hegemónicos en ­algún momento de la historia. Como sos­tiene el filósofo francés de origen búlgaro Tzvetan Todorov, las bombas de una ­democracia son igual de letales que las de una tiranía. El hecho es, sin embargo, que la democracia americana ha perdu­rado cambiante pero inalterada en sus principios básicos desde la Constitución aprobada en 1787. Estados Unidos es fruto de las inmigraciones sucesivas a lo largo de su corta historia. Paradójicamente, por ejemplo, Steve Jobs era hijo de un in­migrante sirio y el padre de Obama era ­keniano.

Lo más sorprendente del discurso y de la manera de actuar de Donald Trump es la ideología nacionalista y radical que le ha llevado a la Casa Blanca intentando imponer la supremacía blanca. Su desprecio a los críticos, a la prensa en particular y a la oposición de cualquier tipo no forma parte de la tradición política americana.

Roma cayó, entre otras muchas cosas, porque cuando quiso asimilar a los pueblos conquistados concediéndoles la ciudadanía ya era tarde. Los bárbaros del siglo III y IV son los inmigrantes y refugiados de hoy. El cambio que se ha producido en Estados Unidos guarda mucha relación con los políticos xenófobos, populistas y nacionalistas que están ganando espacios políticos decisivos en toda Europa.

En la reunión celebrada en Coblenza el 21 de enero se encontraron todos los par­tidos antieuropeos bajo el lema: “2017, el año de los patriotas”. Allí estaban Marine Le Pen, que quiere llegar al Elíseo esta ­primavera, el holandés Geert Wilders, los representantes de Alternativa para ­Alemania y los partidos euroescépticos con mando en plaza en Hungría, Eslovaquia, Polonia…

Donald Trump tiene en común con este grupo de eurófobos su desprecio al in­migrante y un nacionalismo que choca frontalmente con los principios humanitarios que hicieron posible la actual Unión Europea. Los programas de la extrema derecha tienen mucho en común con las rápidas órdenes ejecutivas que Trump ­firma cada día con un exhibicionismo ­innecesario.

El aislacionismo y proteccionismo se imponen sobre la seguridad colectiva, que será sustituida por los intereses bilaterales basados en lo que interesa particularmente a cada país. Siempre que en Europa se ha despreciado y excluido al extranjero, por cuestiones ideológicas o racistas, los conflictos han sido inevitables porque todos venimos de una estirpe de inmigrantes.También en Estados Unidos, crisol evidente de razas y creencias.

Publicado en La Vanguardia el primero de febrero de 2017

 

  15 comentarios por “El año de los patriotas

  1. Nuestra especie se encuentra ante un reto: estamos preparados para utilizar la tecnología que hemos desarrollado? o fracasaremos al no saber crear una sociedad conforme al reto que implica la capacidad de autodestruirnos? Está claro que los conceptos tribales (nación, estado, raza…) no son idóneos para los restos globales, además si no damos un salto evolutivo narrativo de la nueva realidad nos quedaremos atrás, junto con las especies inteligentes de la galaxia que podían pero no supieron querer.

  2. Sr. Foix: Lo que estamos viviendo y la que nos viene encima, no es democracia, sino corruptocracia disfrazada de democrácia, por una mente de actuación hitleriana bilateralizada, pero el mundo de los que viven en el bienestar, está durmiendo la siesta del panzacontento, tranquilo, frescales, tolerante e indolente, debido a sus ingresos y privilegios de su estatus.

    La historia se repite siempre. No hay ninguna duda. Pero ocurre ya, con la generación de los nietos.
    Seguramente debido a su falta de experiencia vivida. Es asi de simple.

    • P.D ¿ Alguien adivina quien puede ser el hombre de las mil caras, que da miedo preventivo de gran peligro, con solo mirarlo actuar, gesticular, mirar de lado, de perfil y de frente ?

      • P.D. Se me ocurre pensar que lo principal que pretenden, entre EE.UU. y Inglaterra, es hacer desaparecer el Euro. Pues ellos quieren tener la máquina de imprimir el papel moneda. Es asi de simple.

    • P.D. Siempre el loby del dolar, el petroleo, el gas natural, ect. está detrás de todo el poder invisible que dirige el mundo económico, de las finanzas y de las maniobras y especulaciones en las subidas y bajadas artificiales de la bolsa a nivel internacional.

      Pienso que …Trump solo es un empresario capacitado para ejecutar a ciegas y caiga quien caiga lo que decida el loby citado.

      • P.D. Y el euro y la U.E. les molesta y se les interfiere en sus intereses.

  3. I,,que,en penseu,parlant de :quin podria ser l ofici del futur de,Mariano Rajoy quan deixi de,ser,?
    DON TRANQUEDI
    JOAN MARTORELL I BARBERA

  4. “Las trompetas del Apocalipsis suenan a nuestras puertas desde hace unos años, y nosotros nos tapamos los oídos. Esta nueva Apocalipsis, como la antigua, corre al galope de los cuatro jinetes: la superpoblación (el primero de todos, el jefe, que le enarbola el estandarte negro), la ciencia, la tecnología y la información. Todos los demás males que nos asaltan no son sino la consecuencia de los anteriores”

    Buñuel en sus memorias.

    «Aún rondan por ahí el mismo tipo de locos que hicieron que el mundo fuera un caos cuando era niño. Quieren más guerras, más cárceles, más muertes; todo es horriblemente familiar, pesado y tristemente familiar.»

    Simic en una entrevista.

    • Francis Black, estoy de acuerdo contigo y también me junto con BartoloméC.

      • Son Buñuel y Simic . El texto Buñuel es de principios ochenta, la entrevista a Simic de hace pocos años.

        Los dos tienen dos buenos libros memorias. Buñuel más pesimista. No creía que cultura sirviera para mejorar ser humano.

        Yo creo que el mal siempre se impone . El bien no puede utilizar las armas del mal sin convertirse en mal.

        • pienso que lo que hace mejor al ser humano no es la cultura sino el amor por los demás. conozco gente muy culta que como personas luego son verdaderos capullos. igual que aquel anuncio de neumáticos que decía que «la potencia sin control no sirve de nada», yo añadiría que «la cultura sin amor tampoco».

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