Visca el Barça

Laporta ha aceptado la dimisión de Alejandro Echevarría a las pocas horas de que en una rueda de prensa maratónica y esperpéntica no convenciera. Se preparaba un buen sarao en el Camp Nou este sábado.

Ha sido Echevarría el que ha tirado la toalla y ha querido salvar la cara de su cuñado que le defendió por la mañana. Laporta no lo consideraba necesario a pesar de admitir que se había equivocado.Dicen en inglés que «never in the office», es decir, no mezclar asuntos sentimentales o familiares con el trabajo.

Laporta ha conocido lo que es un acto de humildad, tan necesario para quienes van por la vida con arrogancia y con expresiones como las que el presidente utilizó en un célebre programa de televisión: «que n’aprenguin». Hemos aprendido. Pero el que ha aprendido sobre todo es usted, señor Laporta.

Se pueden hacer muchas cosas en la vida. Pero no todas. Usted ha dado un gran salto de calidad presidiendo el Barça. Pero esos méritos evidentes no le dan derecho a todo. Entiendo que se pueden cometer errores, que se pueden incumplir promesas, que puede prescindir de cinco miembros de su Junta de unidad, ahora seis, pero no se puede jugar con los sentimientos de tantos barcelonistas.

Le deseo lo mejor a Alejandro Echevarría. Pero no como miembro de la Junta del Barça. Y a usted también, señor Laporta, como presidente de una institución con la que me identifico plenamente. Los éxitos deportivos suyos serán también míos. Y los celebraremos juntos.

Pero no nos enrede más. No nos someta a los enigmas de los cuentos chinos, no venda más patrimonio enmascarado con un discurso que tiene trampas, no haga política partidista desde la presidencia del club. Sea el presidente de todos. Incluso de aquellos que consideramos pertinente criticarle cuando algo no nos gusta.

Si el Barça gana ampliamente el sábado lo olvidaremos todo. Y si gana títulos seremos todos muy felices. Pero más modestia, más humildad, más respeto por los sentimientos de la masa barcelonista que por fortuna traspasa fronteras, ideologías, territorios y culturas.

Visca el Barça.