La ciberguerra echa a un dictador

La revolución tunecina que ha derrocado el régimen del presidente Ben Ali ha sembrado la alarma en los regímenes autoritarios y corruptos del norte de África y de Oriente Medio. Todo estaba controlado en Túnez. La familia presidencial exhibía sin pudor las acumuladas riquezas de la mujer del presidente y todos sus protegidos. Túnez era el destino de turistas occidentales que transitaban al margen de las grandes diferencias sociales y la ausencia de libertad.

Manifestaciones en Túnez

El gobierno se vanagloriaba de haber neutralizado los efectos de Internet, twitters, facebooks y teléfonos móviles. La libertad aparente era limitadísima. Pero las rendijas de la red permitieron la circulación de información, convocatoria de protestas, mensajes claramente contra un presidente que derrocó a Habib Burguiba en 1987 y que había prometido que no sería presidente vitalicio.

Las redes sociales se pusieron en marcha para coordinar sus acciones que empezaron cuando un joven colegial en una pequeño pueblo de provincias se quemó vivo después de que la policía le prohibiera vender en las calles. Le confiscó sus miserables bienes con el pretexto de que no tenía permiso para vender en la cárcel.

A lo largo de un mes se han sucedido las manifestaciones y los enfrentamientos con la policía. Estudiantes, trabajadores, profesores universitarios y gentes normales salieron a la calle para pedir el fin de la dictadura. El presidente Ben Ali reconoció la magnitud de las protestas. Dijo que habría elecciones, que él no se presentaría, que iba a autorizar la libertad de prensa y en las redes sociales. Pero ya era tarde.

Hoy ha abandonado el país con el primer destino en la isla de Malta. Podría decirse que es la primera ciberguera ganada en la red. Curiosamente, Wikileaks filtró hace unas semanas los documentos que el embajador americano en Túnez enviaba a Washington. Uno de ellos, irónicamente, llevaba el siguiente título: “corrupción en Túnez. Lo que es vuestro es mío”.

Túnez ha entrado en un periodo de interinidad que puede desembocar en una transición o en una ruptura. El primer ministro Mohammed Ghannouchi, apareció en la televisión para anunciar que se hacía cargo de la presidencia del país. No puede durar mucho si se tiene en cuenta que ha sido la mano derecha del presidente derrocado durante años.

Lo que ha ocurrido hoy en Túnez recuerda la caída del Sha de Persia en Teherán en 1979 y el dramático y sangriento fin de la familia de los Ceausescu en Rumania en las Navidades de 1989.

Este mes se han producido manifestaciones violentas de jóvenes en Argelia. Libia está en manos de un déspota que es incomprensiblemente cortejado por Europa después de haber ordenado el atentado en el avión que volaba sobre la ciudad escocesa de Lockerbie que costó la vida a 259 personas. Egipto está gobernado autoritariamente por Hosni Mubarak, de 82 años, un país con extrema pobreza y con las libertades muy limitadas.

Lo mismo cabe decir de Marruecos donde la monarquía de Mohammed VI ejerce un control político y militar sobre sus súbditos. En Siria y en Jordania la situación es de una explosiva inestabilidad.

Un factor determinante para revolverse contra la fragilidad de las dictaduras y monarquías autoritarias de la región son las cadenas de televisión, principalmente Al Jazzeera, que ofrecen información en directo, en árabe y en inglés, y con bastante rigor noticias internacionales sobre toda la región.

Francia ha sido el último estado europeo en reaccionar a los acontecimientos tunecinos. Estados Unidos expresó que los tunecinos tienen el derecho a decidir. También lo ha hecho España unas horas después. Lo que ha ocurrido hoy en Túnez tendrá grandes repercusiones en todo el Magreb y norte de África.

  9 comentarios por “La ciberguerra echa a un dictador

  1. La mujer del derrocado presidente de Túnez, Zine el Abidine Ben Ali, sacó de un banco 1,5 toneladas de oro poco antes de que su esposo huyera al exilio, aseguró hoy el diario francés Le Monde citando informaciones del servicio secreto.

    Según el periódico, Leila Ben Ali acudió personalmente al banco central en Túnez para reclamar la entrega del oro y después abordó un avión, probablemente con destino a Dubai, con barras de oro por un valor de unos 45 millones de euros (60 millones de dólares). Al parecer, Leila mientras tanto se reunió con su esposo en la ciudad portuaria saudí de Jeddah, a orillas del mar Rojo.

  2. El Sr. Foix nos dice que «incluso» «la gente normal ha salido a la calle».
    Es la gente «normal» la que hara temblar el tablero y hacer caer las fichas.
    Lo de la ciberguerra del titulo lo encuentro un poco exagerado, aunque bien es cierto que el descoloque del poder «normal» ante los nuevos medios es evidente y por ahi se abren rendijas intreresantes.
    Tunez como sintoma y evidencia de que todo es posible y nada es inamovible.
    El apunte sobre Wikileals al respecto de los cables del embajador USA desde Tunez tambien tiene su cosa.

  3. Es un aviso.

    Veremos como reaccionan en otras zonas.Como siempre unos deben arriesgar su vida para que la reaccion sea eficaz.

    Hay un problema insitucional a nivel global, las organizaciones supranacionales deberian tener mas poder, con un organismo de justicia internacional, que evitase males mayores.

  4. Sr. Foix: Cada vegada es mes marcada la diferencia dels rics millonaris i la dels pobres treballadors ó els millions de personas sense feina i molts al carrer.

    Sea en el Magreb ó en cualquier parte ó pais del mundo. Por otra parte la Televisión nos muestra, cada día, como viven y lo bién que lo pasan los privilegiados.

    No me extraña que ante la escasez de ingresos para subsistir y la carestía adicional de la vida, el paro y el quedarse en la calle y sin vivienda, ocurran estos actos explosivos y de revelión de las masas necesitadas.

    Estos acontecimientos me atrevo a aventurar que podrían ocurrir en los paises Europeos ó en cualquier parte del mundo. Y concretamente en España.

    Si no le ponen remédio y conciencia los principales responsables y dirigentes de turno. Sean los politicos, los financieros, los empresarios e incluso los trabajadores y sindicatos.

    Y si no al tiempo.

  5. Las fuerzas de seguridad tienen la órden de disparar contra todo aquel que resulte sospechoso. El Ejército ha rodeado el aeropuerto internacional. La televisión pública anuncia que en breve el Gobierno emitirá un mensaje muy importante para el país. Mientras tanto, la televisón nacional emite un reportaje sobre buceo.

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