La batalla de Egipto

La suerte de Hosni Mubarak está escrito en los manuales de la caída de los regímenes totalitarios. Primero se detecta un malestar generalizado por falta de comida, de trabajo o de horizontes de libertad. A continuación el círculo más cercano al dictador se separa del sentir general de las gentes. El régimen se aferra a las alianzas internacionales que en tiempos de las monarquías absolutas eran las dinastías emparentadas y en el siglo pasado eran las alineaciones en el eje del fascismo y en el socialismo real bajo el paraguas soviético.

Discurso de Mubarak

El momento más delicado es cuando el malestar sale a la calle y la policía no actúa. Siempre queda el ejército. Pero cuando ni policía ni ejército se enfrentan a los manifestantes, los dictadores experimentan la amargura de la soledad. No pueden hacer nada.

Es lo que está pasando estos días en El Cairo. Cientos de miles de gentes de todos los estamentos sociales encontraron un pretexto para protestar. Fue la caída de Ben Ali en Túnez lo que hizo pensar que también era posible enfrentarse a Mubarak.

Una semana de manifestaciones hasta el martes de la gran concentración en la plaza Tahrir que desbordó todas las previsiones. La policía había salido de la escena y el ejército no se enfrentó a la revuelta. Decía Hannah Arendt que “el predominio de la policía sobre el aparato militar es la piedra de toque de todas las tiranías, y no sólo de las totalitarias”. Al retirarse la policía y dejar el control del orden al ejército, Mubarak estaba perdido. La policía puede volver al centro de la escena. Pero hasta este momento, no lo ha hecho.

Los militares, en contacto permanente con Estados Unidos, optaron por no reprimir a los egipcios. La relación entre el ejército y el Pentágono ha sido muy intensa desde que Estados Unidos convirtieron a El Cairo en un aliado seguro para proteger los intereses de Israel en la región.

Por primera vez en la historia moderna de Egipto, los militares han permanecido neutrales en momentos cruciales. Nasser era el militar que inventó el nacionalismo árabe. Su sucesor, Sadat, también era militar pero dio un giro espectacular a la política egipcia y llegó a un acuerdo con Israel después de un viaje inesperado al parlamento de Jerusalén del que salieron los acuerdos de Camp David.

Mubarak también es militar. Pero tras 30 años en el poder no ha sabido leer la realidad de la sociedad egipcia, joven, conectada con el exterior, diestra en las nuevas tecnologías, pobre y sin esperanza, que le ha plantado cara. La caída del régimen plantea problemas de seguridad muy serios para Israel y para la política norteamericana en la región. Europa ha sido una invitada de piedra en la crisis de los últimos días.

Se da la paradoja que los aliados políticos y militares de Mubarak no han podido sostenerle porque se enfrentaban al grueso de la sociedad que ha dicho basta a la dictadura. No sabemos lo que viene después de estos vientos de cambio que soplan en el universo árabe. El futuro se inventa. Estados Unidos y Europa sabían que Mubarak era un dictador. Pero era nuestro dictador. No quisiera equivocarme, pero la democracia no florecerá en el norte de África en los próximos meses. Ojalá que no aparezcan otros dictadores que, además, vayan en contra de nuestros intereses y nuestras libertades.

  7 comentarios por “La batalla de Egipto

  1. Es mejor un norte de Africa con el sistema que elijan sus ciudadanos que una colección de dictaduras de tiranos que someten a sus pueblos a la pobreza. Europa ha sido cómplice y ahora Sarkozy, Merkel y Cameron intentan una salida digna a Mubarak, supongo que debido a los «ideales democráticos» que dicen defender.Si ese tipo de democracia no florece en el norte de Africa tampoco creo que sea una gran pérdida. La gente ha dicho basta y lo ha dicho con claridad meridiana. No deberían tomarles el pelo. Por encima de intereses están las personas.No les parece?
    Por cierto en Jordania ya han cambiado el gobierno. Suma y sigue.

  2. Con el status quo de hasta ahora teniamos asegurados nuestros intereses y libertades?
    Y a partir de ahora ya no?
    Pues mire Sr. Foix si nuestras libertades e intereses se basaban en dictaduras corruptas, pues apaga y vamonos.
    Y Sr. Foix, soltar por tres veces el tema del estado de Israel para justificar todo este tinglado, lo considero perverso, ya solo en el sentido de que parece que Vd. justifique la base de toda esta podredumbre por y para la supervivencia de Israel como Estado.
    A ver si ahora resultara que todo el sionismo internacional ha colaborado en mantener todo este tinglado! No fotem!!

  3. «La Casa Blanca opina que ya ha llegado el tiempo del cambio en Egipto»: Cerrada ovacion para el Nobel Obama y toda la panda de clarividentes USA.
    Son unos cinicos. Si Mubarak y toda la caterba de dictadores corrompidos duraran 30 años mas, pues nada, ni «it´s time» ni «now» ni res de res, seguir doblando la cerviz todo por el bussines y mirando para otro lado en lo que nominalmente defienden, la dignidad, la justicia, la igualdad de oportunidades, la libertad.
    Que se llame democracia o que se llame como quieran, pero espero y deseo que estos pueblos esquilmados y sin futuro, encuentren su propio camino, sin necesidad obligatoria de seguir el de nuestro primer mundo, porque ya me diran el cuadro general.

  4. Sr. Foix: La batalla de Egipto será la batalla de toda la humanidad. Porque el tema es sentido así.

    Afecta e interesa a todos los ciudadanos y gobiernos de nuestro mundo global. Seguramente abrá un antes y un despues. Con internet es la llamada revolución de las masas.

  5. Sr.Foix: Albergo grandes dudas sobre los acontecimientos que estamos presenciando en Egipto y en toda la zona del norte de África, tengo más dudas sobre las posibilidades de implantación de algo parecido a una democracia en toda esa zona, me remito a la forma de llegada al poder de Mubarak y acabo por deducir que su salida no podía ser de otra forma a la que estamos viendo.
    http://www.youtube.com/watch?v=nwQL3N57TQE

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