La hegemonía de Berlín

Nada hacía prever hace cien años que Europa entraría en la primera gran locura del siglo XX. La Gran Guerra estaba en la mente de algunos militares alemanes, pero el resto de Europa se había acostumbrado a la paz, al progreso y a las dosificadas libertades de los imperios, que no habían chocado en el continente desde la guerra entre Francia y Prusia de 1870. Los políticos y militares decían y escribían que la guerra era imposible, difícil y absurda.

La canciller Angela Merkel

Pero el general Von Bernhardi, que había desfilado bajo el Arco de Triunfo cuando los prusianos entraron en París para declarar en Versalles la primera unidad alemana, escribió sobre Alemania y la próxima guerra hablando en sus tres capítulos del «derecho a hacer la guerra«, el «deber de hacer la guerra» y la «caída del poder mundial«. Nada presagiaba aquel horroroso conflicto que se produjo. Fue aquella guerra y la que Alemania provocó en 1939 lo que arrancó del corazón de Europa aquel grito silencioso de «¡basta!» y empezó la construcción europea.

Puede parecer ingenuo defender la idea de Europa sólo para preservar la convivencia entre pueblos y naciones del continente y sus islas. Así lo he pensado siempre, aunque me constan las dificultades que podrían resumirse en el cada vez más ostensible poder de los estados y en el déficit democrático de las instituciones que actúan de espaldas a las personas.

El filósofo alemán Jürgen Habermas habla de la solidaridad cívica que debería presidir la compleja realidad de una Unión Europea que ahora atraviesa los peores momentos desde su fundación. Las finalidades iniciales de la UE fueron las de asegurar la paz, una unión cada vez más estrecha y garantizar la libertad.

Estas pautas han acompañado los grandes éxitos de Europa, que ha trabajado para la paz interna con generosidad y coherencia. La Alemania de Merkel ha roto muchos consensos. No voy a entrar en si las medidas de austeridad y el ahogo a países con déficits desmesurados son las más adecuadas. Lo que más me inquieta es si esta nueva hegemonía alemana está aquí para quedarse. La Segunda Guerra Mundial fue por el sometimiento económico a Alemania, que no pudo pagar las indemnizaciones desproporcionadas impuestas por los vencedores de la primera. Me inquieta también si Berlín ha decidido actuar por su cuenta, al margen de los demás países, grandes o pequeños.

Publicado en La Vanguardia el 2-04-2013

 

  6 comentarios por “La hegemonía de Berlín

  1. Alemania ha decidido que su prioridad es proteger sus intereses por encima de todo. Esta posición está bien vista en Catalunya, ya que percibimos algo similar respecto de España. Se considera que los países del sur de Europa son desplifarradores y mentirosos; como todas las percepciones hay parte de verdad y parte que no lo es. Alemania se aprovechó y se aprovecha de la Europa del sur puesto que muchas de las industrias españolas y catalanas han pasado a ser alemanas, por otra parte ha invertido dinero en España durante la burbuja inmobiliaria, y parece ser que los alemanes no son tontos, y por tanto sabían que es taban haciendo. A quién debe devolcer España la deuda: parece ser que de modo principal a Alemania y a Francia, esto implica que para Alemania el proyecto europeo es secundario o que se debe hacer según sus normas, no en una discusión democrática, con denuncias si fuera necesario a las actuaciones de empresas y gobiernos, no, eso le da igual quiere su dinero y lo que les pase a los ciudadanos de esos países le importa muy poco. Igual que Francia, EEUU y GB hicieron con ella después de la primera guerra mundial. ¿Sabemos que Europa se está construyendo en estos momentos? ¿Qué lugar ocupa la democracioa en esa construcción? Un lugar muy triste y aislado, inútil y despreciada.

  2. Xipre m’ha fet baixar del burro, si puc m’explicaré:
    La Unió Europea és un matrimoni per conveniencia, com els casòris entre dinasties que pretenien assegurar-se un futur pacífic.
    També la UE ha començat el seu camí i encare el segueix com una Societat Marcantil:UESA. Els paisos membres de moment es diuen socis, esperant el dia que es podran dir ciutadans.
    Seran plenament ciutadans quan la UE sigui un cos amb ánima quan es desperti el patrionisme europeu.
    El nostre camí és distint del que van seguir els Americans del Nord: ells van començar pel patriotisme(l’independència)i no sense grans dificultats van arrivar als Estats Units d’Amèrica, ells van van começar per l’ánima .
    JOAN MARORELL I BARBERÀ
    Carretera de Terrassa

  3. SÍ Europa, no el populisme

    Alguns han deixat anar que el perill és que Europa s’alemanitzi en lloc de qué Alemanya s’europaitzi .No, Merkel espera els vots, peró també sap que no es pot allunyar d’Europa.
    Europa malgrat la crisi ha emprés un camí que no tè marxa enrera, els dits “antisistemes” “antieuropeus sense fronteres” “eurosceptics” són les abanderats del populisme… Grillo, Marine Le Pen,… intenten pescar en aigues revoltes., és normal.
    Peró és urgent fer més Europa, Estats Units d’Europa…donar ànima a Europa., perqué les guerres, i aquesta crisi és com una guerra, no la guanyen els derrotistes , els desertors, la guanyen els patriotes.
    JOAN MARTORELLI BARBERÀ
    Carretera de Terrassa 30
    08230 MATADEPRA
    Telf 9378

  4. Sr.Foix: hace tiempo que la Sra Merkel se me cayó del guindo…la jugada de los sectores financieros alemanes ha sido de libro, nos han metido bajo el carro de la Troika sin remisión y vamos a estar pagando toda nuestra vida unas deudas que para los alemanes se remontan al 28 de julio de 1914…

  5. Potser simplifico massa o potser em quedo a meitat de cami per la meva manca d’infomació o de cultura macroeconòmica o politica, però només em faig una sola pregunta : Podrem els països del Sud d’ Europa pagar alguna vegada el nostre deute ? Crec que la resposta és clara: NO.

    Per això , Sr. Foix, tendeixo a pensar que la resposta a la seva inquietud al respecte de si aquesta hegemonia alemana està aqui per a quedar-se o no, és SI.

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