Confianza en la libertad

Se habla poco de libertad en estos tiempos de construcción nacional. Se utiliza con frecuencia el plural social y poco el singular individual como sujeto principal de la libertad. Es bueno acudir a la Declaración Universal de los Derechos del Hombre consensuada en el palacio Chaillot de París en 1948. La palabra libertad aparece en el primer y segundo artículos y en otros pasajes en los que se habla de distintas derivadas de la libertad.

Francesc Torralba dio una interesante conferencia sobre «Els fonaments prepolítics de la política» en la que habla de la libertad como el más imprescindible valor para que la ética y la política puedan reconciliarse y servir a la sociedad. Dice Torralba: «Si no hay libertad, no creo que se pueda hablar de política». Y recurriendo a Kant en su Crítica de la razón práctica, dice que si no hay libertad no podemos hablar de vida ética, lo que equivale a decir que no hay vida política sin vida ética. Un razonamiento muy lógico.

La libertad es la que mayor progreso asegura a los pueblos. La libertad no se predica, sino que se ejerce. En la oración fúnebre de Pericles, relatada por Tucídides en su Historia de la guerra del Peloponeso, se relata que «somos los únicos que sin angustiarnos procuramos a alguien beneficios no tanto por el cálculo del momento oportuno como por la confianza en nuestra libertad».

Libertad de pensamiento, de creencias, de asociación, de movimiento. La Declaración de 1948, en la que participó el recientemente fallecido Stéphane Hessel, habla de lo concreto y de lo universal. La libertad genera progreso cuando va asociada a la ética y a la responsabilidad.

Zygmunt Bauman estuvo hace poco en Barcelona y habló del futuro que nos espera en estos tiempos de cambios a grandes velocidades. En uno de sus libros recientes, El tiempo apremia, habló de que «el destino de la libertad y de la democracia en cada territorio se decide y se estable-ce en el contexto mundial, y sólo la defensa en tal contexto tiene posibilidades realistas de un éxito duradero».

Interesa, a mi juicio, resaltar las alianzas con los más próximos y los más lejanos. Que se garantice la libertad de todos, que sea perdurable y, sobre todo, que no nos suponga una nueva frustración ni, mucho menos, que nos conduzca al ridículo por la incapacidad de los catalanes de alcanzar consensos de mínimos.

Publicado en La Vanguardia el 16-04-2013

 

  9 comentarios por “Confianza en la libertad

  1. La llibertad de tot un poble només és possible si cadascú és lliure individualment. I no ho som si no tenim ni cultura ni criteri. Mentre els polítics se sentin capaços de manipular els ciutadans… malament anem! Però hi ha esperança. Ho demostra el resultat de les darreres eleccions. Força gent va veure la gran fantasmada dins la boira i el fum. Afany de més poder… això va ser tot, tal i com ho demostren ara!

  2. Sr.Foix: La libertad hoy en día se ve reducida a su mínima expresión, pensamos que con tener derecho «al pataleo» y poder desahogarnos en Internet ya es suficiente, pero la realidad es que hemos visto reducir día a día nuestro sistema de libertades a la elección de Tirios o Troyanos, a discutir si son galgos o podencos, a ir de Guatemala a Guatepeor…vivimos en un sistema de libertad virtual…

  3. Qui podria no estar d’acord amb aquest article ?. El seny i el sentit comú són la «marca de la casa» del Sr. Foix, és clar, però , que està lluny de la realitat en la que , lamentablement, vivim.

    En una «Dictadura Financera» és dificil encabir el concepte «llibertat». Com sempre, la «teoria» és una cosa, i la «pràctica», n’ és una altra de molt diferent.

  4. Sr. Foix: Pienso que la libertad es necesaria e inprescindible para el progreso de la humanidad, pero pienso que también debe ir asociada a la tolerància y al respeto al prójimo.

    • Efcetivamente, hay una carencia absoluta de respeto, la educación y el respeto se ven como un síntoma de debilidad Albert…

      • Yes, BartoloméC. No se respeta ni el uso normal de una lengua.

        No comment.

        Pero si se respeta mucho, el ir de Bar y de Cenas y al regresar el hacer la peineta.

        Es lo más normal del mundo , mientras a otros les prohiben quejarse ó manifestarse…despues de quedarse sin Trabajo,sin ingressos, con hijos y família, sin esperanzas y sin vivienda debido al inhumano y a veces ilegal desahucio.

  5. Una vez más, Sr. Foix, hace en este artículo una gran defensa de la libertad, con esa clara referencia a la situación actual de «casa nostra».
    Agradecido por su labor, le saluda cordialmente

    J. M. Caparrós Lera
    Catedrático de Historia Contemporànea (UB)

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