El campanario gigantesco

He transitado por los llanos de Lleida hasta visualizar la imponente mole de la Seu, la vieja catedral, de una ciudad que fue un centro de cultura europea a comienzos del siglo XIV. El Estudio General fue la quinta universidad de la península. Aquí estudiaron Vicente Ferrer, el Papa Calixto III y muchos sabios de la época. La fundó Jaime II, Rey de Aragón y Conde de Barcelona, el año 1.300. Y fue abolida por decreto de Felipe V en 1717 para trasladar la universidad a Cervera.

La Seu Vella

Cuánto ha sufrido Lleida, castigada por los Borbones y por las tropas napoleónicas en la guerra del francés. Destrucción tras destrucción, ha recibido los primeros y más severos golpes cuando se ha intentado españolizar a la fuerza a los catalanes. Azaña ponía en boca de un supuesto amigo que decía que existe una necesidad imperiosa de bombardear Barcelona cada cincuenta años. Siempre que Barcelona ha sido bombardeada, por el conde Duque de Olivares, por Espartero y también por el general Prim, Lleida recibía siempre los primeros golpes. Los estragos sufridos en la Guerra Civil, con el frente que partía la ciudad a lo largo del río Segre durante muchos meses, tardó muchos años en recomponerse.

Pero el gran campanario de la Seu que domina las tierras de Urgell sigue en pie desafiando las desgracias de la historia. Qué fuerza tiene el poema de Magí Morera i García escrito en 1912:

A dalt de la montanya que domina

la hermosura dels termes lleidatans,

s’aixeca un campanar fet per titans

o per homes de rassa gegantina.

El Segre transcurre tranquilo, limpio y domesticado. Los frutales duermen desnudos y abatidos por los fríos de estos días. Silencio en los campos de manzanos y perales. Los nidos muestran su existencia que ha sido escondida desde la primavera al otoño por el follaje de olmos y fresnos aislados. Los estorninos vuelan en multitud. Se ven algunas garzas, codornices que huyen despavoridas por los disparos de cazadores con carnet, conejos que saltan espantados por los bancales.

El color es triste, mortecino, terroso. Los fríos hielan el aliento de hombres solitarios que caminan por senderos que bordean acequias y canales. Ciclistas de fin de semana no acaban nunca los extensos recorridos de los llanos leridanos. El tren veloz pasa silencioso por las catenarias modernas. El aeropuerto de Alguaire, de reciente inauguración, vive en una soledad inquietante. No hay vuelos ni pasajeros suficientes para el campo de aviación más moderno del país.

Lleida ha entrado en la modernidad. No hay ninguna duda. La Universidad, continuadora del Estudio General, acoge a unos diez mil estudiantes con edificios de diseño y con facultades clásicas y especializadas. Lleida es la capital agroalimentaria de Catalunya, exportadora de fruta y una puerta siempre abierta a la península. Es fuerte pero también vulnerable. La historia la ha azotado cíclicamente. Pero siempre resurge. El campanario de la Seu no se mueve. Ahí está, quieto y vigilante, mirando a Aragón, al Pirineo y a los extensos campos que ahora están quietos pero que muy pronto explotarán de vida.

  6 comentarios por “El campanario gigantesco

  1. Sr.Foix: Me pregunto cuantas de las construcciones modernas, que nos han costado un congo, aguantarán el paso del tiempo con tanta dignidad como el campanario de la Seu.

  2. Apreciado don Lluis Foix: Amanezco temprano, llevo unas semanas, creo tres, sin poder leerlo y, hoy domingo, agonizando el primer mes de este año inquietante,encuentro su bellísima página, aprendo cosas que me eran totalmente desconocidas de Lleida y de la historia del querido País Catalán. Escrita con ese toque lírico que tanto aprecio en sus producciones.
    Su descripción de los árboles desnudos, con los nidos descubiertos, es de las cosas que me han dejado asombrada desde el 78 cuando llegué a España, aquí, en mi calle madrileña, gozo observándo ese fenómeno cada año,entre las falsas acacias del Paseo de los Olmos. Esté año por primera vez he visto palomas torcazas arrullándose amorosamente, varias aves negras de pico amarillo, similares a los cuervos y, el 28 de diciembre recortó el cielo con su vuelo una hermosa cigúeña. Ahora que el Manzanares se tornó en río, ya ra hora, hay también gaviotas.
    Las palomas que desde hace años estaban atontadas, han recuperado su alerta, vuelven a comportarse con la desconfianza innata de los gorrioes. Me alegra porque estoy harta de verlas sin dedos o con la mutilación total de sus paticas, causada por los cepos que a lo largo de la calle de Toledo y en el entorno de la Vieja Catedral de San Isidro hasta la Plaza Mayor, fueron colocados para evitar que las palomas ensucien sus monumentos. Un cruel modo de contralar su población, habiendo métodos modernos para hacerlo sin ser crueles, por ejemplo, con ultrasónidos, con ruido de bolsas de plástico, con compact disc colgados de una piola, en fin, no hay que gastar ni un duro para evitar su estiercol.
    Madrid, la Ciudad más amable del Mundo en 1.978 hoy es cruel, sucia, con Metros que nos dejan por fuera a los discapacitados por inaccesibles. Con 9 bomberos para cada 750.000 habitantes, ya no tienen cascos rojos, ni camiones; en su lugar, camionetas con cartones en azul cielo y blanco, lo único que conservan son sus sirenas.
    La Polícia sufre graves recortes, en la Comisaría de Arganzuela en donde había entre 10 y 12 policías y comisarios, hoy hay dos efectivos. Para cualquier denuncia en lugar de tardar una hora, se tardan 5 o 6 porque tienen prioridad los detenidos a los que deben brindar una atención minuciosa. Les quitaron la máquina de café y refrescos, en su lugar hay un nuevo y sofisticado detector de metales, ya no le pondrán la bomba al jefe y los policías que pasan la noche de guardia no tienen el consuelo de un café, té o cola. Tampoco los que esperamos armados de paciencia de santos Jobs.
    La Plaza Mayor de Madrid es un enorme, majestuosos dormitorio. Cuando cae la noche empiezan a aparecer enormes y largas cajas de cartón con una división para la cabeza, duermen hombres, mujeres y niños. A pocos metros duerme en su confortable palacio antigüo doña Esperanza Aguirre, su calle excepcionalmente está limpia, cuidada, allí no hay cacos.
    La policía se ha humanizado hasta el punto de que a las 7 de la mañana cuando despiertan a los durmientes de la Plaza Mayor, les levan café caliente con pano lo que puedan, de su PROPIO BOLSILLO.
    El Palacio de Comunicaciones de la Cibeles, patrimonio de todos, hasta que Ruíz Gallardón decidió hacer obras y convertirlo en su oficina privada.
    Invito a los Castellanos a Catalanizarse en cultura, orden y humanidad.

  3. Terra Ferma.
    Alguaire que cierra a las 16:30 porque no aterriza ni un ultraligero.
    LLeida me pone, especialmente Cervera y alrededores, parece que mis ancestros llegaron a Catalunya por tres enclaves y uno de ellos fue Cervera y la rama de la que provengo se asento alli.
    En Guissona desde donde este año se inicia el campionat de Catalunya de cursas de resistencia, una cosita de 54 kms que haremos el dia 13 de marzo no hay ni un triste hotel, ni fonda ni res de res. La historica fonda Santesmasses del carrer de La Font ha cerrado.
    Alguien tiene una camita de nada en Guissona para dormir el sabado 12 de marzo, para poder salir a las 6 de la mañanita del domingo 13 a trotar por la ruta dels Castells de la Segarra?
    jaume.estruch@telefonica.net
    Perdon por el aprovechamiento. Gracias. Saludos.

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