El estoico y el cuentista

La Real Academia reconoce al estoico como el que muestra fortaleza y dominio sobre sí mismo ante las dificultades. El cuentista lo describe como el que exagera la realidad. Semánticamente, por lo tanto, Pep Guardiola sería un estoico y Mourinho un cuentista. Es una manera de ver las actitudes de los entrenadores de los dos grandes del fútbol peninsular. A Guardiola le dejó tieso la lumbalgia y acudió doloroso a dirigir al Barça contra el Valencia. Se fue al hospital. Salió para sentarse en el banquillo ante el Zaragoza, regresó a la clínica y ayer fue dado de alta. Hoy estará en el foso para dar instrucciones y pasar la eliminatoria contra el Arsenal.

Mourinho

Pep Guardiola

Mourinho, por el contrario, insiste en contar historias sobre el Barcelona, contradiciéndose a sí mismo y demostrando que no se pierde ni un minuto de los encuentros dirigidos por Guardiola. A Pellegrini lo despreció y luego lo rehabilitó. El criterio que humilló a Manolo Preciado del Gijón lo utilizó sólo en parte para el entrenador del Málaga. Espero que a nadie se le ocurra proponer a Mourinho como cuarto árbitro del Barça. Parece como si esta posibilidad fuera la única para justificar la distancia de siete puntos en el día de hoy. Guardiola parece que no es humano mientras Mourinho abusa de la condición humana. El estilo de estos dos hombres explica las distintas acogidas del Barça y el Madrid en esos campos ligueros. No van a cambiar su estilo sabiendo que lo que cuenta al final es quién queda primero y quién consigue más títulos. Hoy, Mou importa bien poco. Lo que va a contar es el duelo entre Guardiola y Wenger, dos gentlemen que se respetan y se temen. Sólo uno de ellos pasará a cuartos. Guardiola se habrá sobrepuesto al dolor.

Publicado en El Mundo Deportivo el 8-3-2011

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