Larga vida al periodismo

Portada del Washington Post el día de la elección de Obama

Portada del Washington Post el día de la elección de Obama

Las grandes cabeceras del periodismo occidental cambian de manos o están en riesgo de ser adquiridas por propietarios que adquieren periódicos como el que ficha una estrella de fútbol. Jeff Bezos ha comprado el Washington Post por 250 millones de dólares. Ha precisado que su empresa, Amazon, no tiene nada que ver con la compra. Es una apuesta personal de una fortuna que se calcula en 26.000 millones de dólares.

Bezos tiene dicho que los periódicos tienen una vida de veinte años. A pesar de ello, se ha jugado unos cuantos millones comprando un diario emblemático en el periodismo de Estados Unidos y del mundo.

El capricho de millonarios para hacerse con una cabecera no es nuevo. Rupert Murdoch ha comprado diarios, revistas y televisiones en medio mundo. El “Times”, la gran voz de la Inglaterra de siempre es suyo. Uno de los descendientes de los hermanos Rotschild se hizo con Libération, el diario de la izquierda ingeniosa francesa. Berlusconi se blindó con la compra de varios periódicos italianos.

Hace sólo tres días, el Boston Globe, ha sido vendido por la empresa del New York Times, que pagó 1.100 millones de dólares hace unos años y acaba de entregarlo por 70 millones. Aquellos que teorizan sobre el declive de la prensa de papel papel se deben sorprender que por la titularidad de un diario se puedan pagar tantos millones de dólares.

Todos los que compran dicen que respetarán la línea editorial y que no se apartarán de los parámetros de los fundadores. Casi nunca ha sido así. El “Times” ya no es aquel Mississippi como definía el presidente Lincoln al diario londinense. Es una extensión de los intereses de Rupert Murdoch.

En el Washington Post han confluido varios factores para ser un diario de referencia en el mundo. Durante varias generaciones, fue fundado en 1877, era un diario menor en la capital federal. Desde los años treinta pasó a la propiedad de la familia Graham. Su salto a la notoriedad mundial se produjo con la campaña en solitario para poner en evidencia las mentiras en las que el presidente Nixon se enredó hasta provocarle su caída. El Washington Post fue el factor principal de su dimisión en agosto de 1974.

Pero aquella gesta periodística tenía nombres y apellidos. Katharine Graham, la propietaria, el director Ben Bradlee y los periodistas Woodward y Bernstein. La dueña del “Post” creció en medio de una riqueza material y dentro de un aislamiento emocional.

Graham pasó por una huelga de los sindicatos que duró seis meses. La superó. También superó la desgracia de su brillante y carismático marido, Phil Graham, amigo de Kennedy y de lo más lúcido de la sociedad de Washington, que se suicidó unos meses antes de que su amigo presidente fuera asesinado en Dallas. Graham eligió a grandes directores, como Benjamin Bradlee, dándoles la independencia y los recursos para que produjeran un gran diario. Apoyó al director y a los periodistas cuando la Casa Blanca amenazó con todo tipo de represalias para parar lo que se conoció como el caso Watergate. Escuchaba los argumentos a favor y en contra. Luego decidía. “Vamos, adelante, a publicarlo”. Y así se hizo grande el Washington Post.

A Graham le gustaba el periodismo de calidad, valiente, sin ataduras a intereses personales o corporativos. El Post estaba entre los grandes. La última vez que lo visité fue el día después de las elecciones de 2008. Barack Obama había sido elegido presidente. Era el primer americano negro que llegaba a hospedarse en la Casa Blanca. En la calle 14 de Washington, se formó una cola alrededor de toda la manzana que perduró casi dos días.

Los ciudadanos de Washington querían guardar el número de aquel día memorable. El titular de portada decía que “Obama makes history”. Hoy también ha hecho historia. No estoy seguro que sea positiva. El tiempo dirá si el millonario de Amazone, Jeff Bezos, sacará petróleo de un diario que estaba en crisis de ventas y de resultados y lo convertirá en un negocio rentable.

De lo que estoy seguro es que el periodismo no ha desaparecido. Tiene larga vida. En los soportes que sea.

 

  8 comentarios por “Larga vida al periodismo

  1. amazon es un gigante de internet. tiene la tienda online mas potente del mundo y el mejor servicio de cloud computing (eso que se llama la «nube», que también ha marcado un hito tecnológico reciente). para muchos, amazon ha revolucionado la compra online, con un servicio rápido, seguro y barato (comparar precios con otras tiendas). estoy seguro de que en los próximos años se van producir novedades muy importantes en la relación entre el periodismo y la forma de consumirlo en la red. el periodismo en papel no sé si morirá mucho, poco o nada, pero está claro que en la red tiene todo un universo de nuevos modelos por descubrir, ya sea en la web tradicional, en los smartphone, en las redes sociales, en los blogs, o lo que venga. la combinación amazon + the washington post va a ser interesante de seguir. no es sólo una operación de compra de medios entre magnates, intuyo que puede ser algo de mayor calado para esa industria.

  2. Sr Foix: Yo no pienso en el declive de la prensa escrita pero sí me sorprende que se pague tanto por su compra. Creía que costaba mucho tirar hacia adelante un periódico…ignorancia, supongo.
    Por cierto, en el cuarto párrafo se repite papel papel…se refiere a papel de verdad o ha sido un lapsus?.Un saludo.

  3. Tots el diaris d’aquí s’han avingut a parlar segons la veu que els subvenciona i a callar segons interessos aliens al periodisme. Passa el mateix amb les televisions. Vol dir, Sr. Foix, que no harien de tancar tots? Més que informar, desinformen…

    Afortunadament, podem saber una part de la veritat gràcies a Internet… Però acabaran filtrant-t’ho tot!

    Quan obro qualsevol diari de paper i veig les notícies… de fa tantíssimes hores! I sovint tan tergiversades! Menys mal que hi ha alguns articles que encara val la pena llegir! Però no sobreviuran! El seu Requiem està cantat.

    • Espero que t’ equivoquis…Llarga vida al paper,tan en premsa com en llibres !!

    • Em sumo al comentari que fa l’Àfrica. LLarga vida al paper !! i també llarga vida a «internet».

Comentarios cerrados.