La sutil fragilidad del Estado

Momentos estelares del idilio político entre Reagan y Thatcher

Momentos estelares del idilio político entre Reagan y Thatcher

Mucho Estado es una catástrofe, pero poco Estado también lo es. La política moderna bascula entre estas dos funciones del Estado. Dice Bauman que lo que constituye la principal contribución del Estado a la miseria humana es el gesto de Pilato de lavarse las manos, más que el ensuciárselas en los sucesivos intentos de insertar alguna lógica en la desordenada condición humana.

El mejor gobierno es poco gobierno, dijo Ronald Reagan hace más de treinta años. Es una teoría que Margaret Thatcher la resumió en que no existe la sociedad sino los individuos. La erosión del estado del bienestar cuyo funeral ha oficiado el gobierno de Holanda en boca de su nuevo Rey viene de la escuela liberal norteamericana que empezó a elaborar sus teorías hace medio siglo.

Barack Obama ha resistido momentáneamente la oleada liberal y ha conseguido implementar su reforma sanitaria pero con un precio tan elevado como el bloqueo del sector público que lleva ya dos días funcionando para perjuicio de millones de norteamericanos.

Ante los atropellos cometidos por el sector financiero en Estados Unidos y en Europa, los gobiernos occidentales miraban hacia otra parte. Los capitales viajaban sin pasaporte de una parte del mundo a otra, de un paraíso fiscal lejano o una isla cercana. Una de las causas de la crisis que en Europa se ha prolongado ya cinco años es el descontrol de los sectores financieros.

El Estado no ha ejercido la tarea de mantener la convivencia humana en orden creando un equilibrio entre libertad y bien común que permitan a cada persona llevar una vida humana digna. Corresponde al Estado, ante todo, gobernar, pero, en segundo lugar, es también función suya hacer que el gobierno no sea simplemente un ejercicio de poder, sino protección del derecho que asiste al individuo y garantía del bienestar de todos. Es una teoría que elaboró el cardenal Ratzinger en su extraordinario libro “Verdad, valores, poder”.

El fin del Estado, dice, no puede ser tampoco garantizar la mera libertad sin contenido. Para establecer un orden de convivencia razonable en el que se pueda vivir, el Estado precisa un mínimo de verdad y de conocimiento del bien que no se puede someter a manipulación.

El Estado anda hoy arrastrando sus fragilidades a causa de quienes lo han querido reducir en nombre de una libertad que no busca la equidad entre todos sino la codicia de pocos.

Vienen tiempos complejos que nos pueden llevar a lo que los griegos llamaban katarsis, aquel estado de espíritu en que quedaban después de haber contemplado la tragedia. Es el silencio del corazón, cuando los estragos de una crisis se han ahuyentado. No hemos construido todavía un diagnóstico de lo que nos ocurre. Las terapias son variadas y superficiales. Es el mal que se asoma a las civilizaciones cuando han bajado la guardia, han dejado el esfuerzo de lado, se han entregado a un ensimismamiento que ya no se sostiene.

Toynbee seguramente establecería algún tipo de paralelismo entre lo que ocurría en Roma en el siglo IV o lo que pasaba en Grecia ocho siglos antes, con lo que nos puede ocurrir ahora. La velocidad de los cambios acelerará el proceso hacia una nueva realidad.

  3 comentarios por “La sutil fragilidad del Estado

  1. Sr.Foix. Ya tiene retranca que todo un Rey de Holanda sea el que anuncie el final del estado del bienestar…como si eso del final del bienestar no fuera con las las monarquias…no obstante cada día es más evidente que los gobiernos suben y bajan, caen y se nombran en función de determinados intereses, que son los que al fin y al cabo deciden quién o quienes han de llevar las riendas de los estados…todo ello bajo una teatral escenificación habilmente coreografiada por unos medios cada día más dependientes de las ayudas gubernamentales para poder sobrevivir…es evidente que hemos creado un sistema que ha acabado por ser insostenible en si mismo, descontrolado por propia conveniencia, pero que a su vez tiene capacidad para controlarnos cada paso que realizamos…todo por nuestro bien…o al menos eso dicen ellos…

    • Jo había pensat exactament el mateix…..té molta tela que un Rei, des de la seva «repompa»….informi al poble, que s’acabat l’ estat del benestar…..és pot ser més cínic ??

      • I tant que s’ hi pot ser! No has sentit les declaracions dels nostres insignes representants estatals sobre les sacsejades de les terres de l’ Ebre?

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