La larga mano de Putin en Occidente

Vladimir Putin protagoniza una guerra cibernética abierta y sin escrúpulos contra Estados Unidos y contra la Unión Europea

El ascenso de la política antidemocrática es un fenómeno que lo comprobamos en el debate público. Han ocurrido hechos sorprendentes en los últimos años como el Brexit, la elección de Donald Trump y el crecimiento de los partidos anti europeos en la propia UE. Nadie sabe hacer un diagnóstico aproximado sobre cómo la cibernética puede haber influido en estos inesperados cambios.

Timothy Snyder explica con argumentos razonados cómo la Rusia de Putin ha influido decisivamente en estos cambios. En su libro El camino hacia la no libertad cuenta cómo la injerencia del Kremlin ha sido decisiva en todos los cambios. Rescatando un filósofo olvidado, Ivan Ilyin, que murió en 1954 sin que sus tesis fueran recordadas por el imperio soviético, Putin lo ha recuperado porque convirtió sus textos en una guía para los dirigentes rusos que llegaran al poder cuando cayera la Unión Soviética. Murió en 1954.

Ilyn empleaba la palabra ley pero no era partidario del principio de legalidad. Su argumentario se apoyaba en que para un fascista las instituciones y las leyes son las barreras corruptas que separan al líder del pueblo que hay que sortear o destruir. En la década que empezó en 2010, afirma Snyder, las ideas de Ilyin favorecieron a los multimillonarios postsoviéticos y los multimillonarios promovieron las ideas. Putin, sus amigos y sus aliados acumularon unas riquezas inmensas, ilegales, y luego modificaron el Estado para proteger sus desmesurados patrimonios.

Cuando Ilyin escribió que el arte de la política consistía en identificar y neutralizar al enemigo no pensaba en adversarios externos sino en las fuerzas internas que son las que más fácilmente pueden destruir un país si no tienen una cierta idea común de lo que es el interés general. Los oligarcas rusos no buscaron la confrontación con China o la India. Nunca han podido neutralizar a la gran potencia asiática con capital en Pekín.

Ya que Rusia no podría nunca occidentalizarse, hay que aspirar a la rusificación de Occidente. Los objetivos claros eran dos: Estados Unidos y la Unión Europea. Cualquier movimiento desestabilizador en Washington o en Bruselas recibiría el apoyo político y económico del Kremlin. Y, sobre todo, Rusia utilizaría toda su capacidad de influir en la opinión pública a través de las redes sociales, los robots, las mentiras, el ataque a las instituciones y divulgar las ideas y los personajes de movimientos populistas, secesionistas y anti sistema que pudieran erosionar la democracia parlamentaria en Europa y el sistema presidencial con sus respectivos contrapesos de Estados Unidos.

Ls relaciones de Donald Trump con Vladimir Putin son un misterio. El debate de estos días en la prensa norteamericana es el secreto de la conversación entre los dos presidentes en Hamburgo hace dos años. Trump prohibió a los traductores que escribieran lo que se estaban diciendo.

En abril de 2007, Estonia sufrió un ciberataque que dejó al país bloqueado durante semanas. Los hechos fueron confusos pero la conclusión posterior fue que era el primer disparo de una guerra cibernética de Rusia congra Europa y contra Estados Unidos.

En 2014 la economía de la Unión Europea era mayor que la de Estados Unidos y la de China, y aproximadamente ocho veces mayor que la de Rusia. Todo ello, relata Snyder, con sus procedimientos democráticos, sus Estados del bienestar y su protección del medio ambiente, la UE ofrecía un modelo alternativo a las desigualdades de Estados Unidos, Rusia y China.

El Frente Nacional de Marine Le Pen se declaró partidario de Putin aunque su existencia fuera muy anterior a la nueva política que se fabrica en el Kremlin. En la televisión en inglés Rusia Today empezaron a desfilar los partidos del Brexit, los populistas alemanes, nórdicos, italianos … prometiendo a los europeos un retorno a una historia nacional imaginaria.

La crisis de Ucrania y la anexión unilateral de Crimea constituyó el punto de inflexión de la política rusa al mostrar la musculatura de la fuerza y al poner en marcha un discurso en el que la preferencia de la ficción sobre los hechos, “en el que el éxito europeo era un signo de maldad, la convicción de que había una conspiración judía mundial y la cereteza sobre el destino ruso de Ucrania”.

En todos los medios al alcance de los dominios del Kremlin se difundía la idea que Europa era la civilización enemiga, la homosexualidad era la guerra y Ucrania era el campo de batalla. Es demasiado grotesco para ser cierto pero Snyder se empeña en demostrar que el Kremlin maniobró para que Trump ganara las elecciones en Estados Unidos y que todos los movimientos desestabilizadores en Europa tienen el aliento político y económico de Moscú.

Los servicios militares de inteligencia de Rusia fabricaron a unos personajes ficticios en Internet para difundir historias falsas atacando a los que consideraban adversarios como Hillary Clinton o dando voz a los que se posicionaban a favor de Trump. Un grupo de troles con base en San Petersburgo, la Agencia de Investigación de Internet, se dedicaron a confundir la opinión pública ucraniana, rusa e internacional. Una campaña informática para acompañar la guerra real. Se trata de una guerra informática concebida para desfigurar la realidad.

Es imposible recoger los matices y la multitud de datos que ofrece Snyder. Es un libro recomendable. Según los cerebros que construyen esta campaña desde Rusia se pretende a que los ciudadanos se limiten a repestir las cosas que nos gustan oír y a obedecer a quienes las dicen. Este es el camino hacia el autoritarismo que empieza calificando a los periodistas como enemigos del pueblo y lo que escriben o difunden son, simplemente, fake news, noticias falsas.

Hay que marginar el periodismo de investigación, los hechos, para que las noticias puedan convertirse en un espectáculo diario. El objetivo de este espectáculo es suscitar las emociones de partidarios y detractores, y confirmar y reforzar la polarización. Se trata de fabricar indignación en general que más tarde ya se encauzará. ¿No les suena todo esto?

  4 comentarios por “La larga mano de Putin en Occidente

  1. Nos suena, nos suena…por esto sabiendo como actuan China, Rusia, EEUU y parte de UK..mejor apoyar a una Eurooa federal:
    Lo urgente para Europa

    «La única salida posible para Europa no es el retorno al nacionalismo, sino la construcción de un nuevo proyecto europeo», «Renunciar al proyecto europeo significa elegir la impotencia en un mundo globalizado»escribe el politólogo Sami Naïr.

  2. Gràcies Sr. Foix. Les seva visió de la història m’ha ajudat sempre a comprendre més el nostre moment. Des de la meva convicció de ser una “catalanista de soca-rel” he cregut sempre que el “nostre” procés no tenia massa a veure amb Catalunya, sinó que era un més dels moviments que estaven ocorrent a tot Europa que tendeixen a acabar amb els Estats del benestar. Quan en parlava amb els pocs amics amb els que encara en puc parlar, sempre expressava el meu dubte sobre qui ho promovia : la màfia xina, la russa, USA…? Llegint el seu article ho tinc més clar.
    Es tracta de buscar/trobar una societat descontenta (Ucraïna, Catalunya…) s’atia aquest descontentament, es dissenyen magnífiques campanyes de propaganda…
    Esperem que no vagi a més. Salut a tots!

  3. Estamos pues ante el colapso del sistema auspiciado por «el oro de Moscu». Si?
    El Sr. Foix plantifica la foto de Vladimir encabezando el aricul. Le tiene ganas.
    A proposito de Snyder y de su libro, yo le sugiero otro a nuestro anfitrion, que seguro que conoce «El principe moderno» de Pablo Simon Cosano que lleva una buena dosis de humildad, medicina que necesitamos todos.

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