El último retrato de Cambó

Francesc Cambó fue uno de los principales políticos conservadores catalanes y españolesen la primera parte del siglo pasado. (Foto Editorial Alpha)

He recorrido lentamente la extensa biografía de Francesc Cambó y me he asomado exhaustivamente a la historia de Catalunya y de España en la primera parte del siglo pasado. Borja de Riquer dedica más de 900 páginas a dibujar a un personaje con muchas luces y sombras, proyectadas en el tiempo que le tocó vivir y del que fue un protagonista principal desde que irrumpió en la política catalana y española hace más de cien años.

Ernest Lluch citaba a Benedetto Croce cuando se refería a la historia como el pasado que no pasa y otros lo expresaron diciendo que el pasado nunca se muere, ni siquiera es pasado. Borja de Riquer nos dice que el pasado siempre nos habla y no siempre queremos escucharlo.

El autor afirma que Cambó fue uno de los políticos de derechas más preparados y más inteligentes de España. Era el hombre de gobierno mejor informado y más documentado de la España de su época. A pesar de su talento político, de su gran riqueza personal, de su dominio en la política catalana y española, su valiosísimo mecenazgo cultural y sus dotes seductoras, Cambó acabó sus días en Buenos Aires en 1947, aislado, sin que la causa de Franco a la que defendió con dinero, influencias y propaganda le devolviera los servicios prestados. Fin de la historia para el gran artífice frustrado de la transformación de España desde la mirada catalanista, del que había sido el hombre más preparado de su tiempo.

Fue ministro de Fomento y de Hacienda en dos presidencias de Antonio Maura y cuando Alfonso XIII le ofreció formar gobierno, cuando la monarquía estaba herida de muerte tras la dictadura de Primo de Rivera, le pidió que tenía que dejar de ser catalanista para presidir el gobierno de España. Lo rechazó categóricamente. Su protagonismo se frenó en seco con la llegada de la República, que le cogió con el pie cambiado y ya no se recuperaría más políticamente.

Borja de Riquer, fuera del extenso guion biográfico de Cambó, acaba con una reflexión histórica sobre por qué han fracasado los proyectos políticos que han nacido desde Catalunya para modificar el lugar de los catalanes dentro de España. Enumera cuatro iniciativas que se configuraron como reacción al sistema político existente, notablemente centralista, y del predominio de la visión de España como la nación única.

Se refiere el autor a sus cuatro principales promotores: al de Prat de la Riba-Cambó, el de Macià-Companys, el de Pujol y el de Maragall. Ninguno de estos cuatro procesos ha sido igual. Y ninguno ha tenido un final feliz para los que lo propiciaron. El quinto, el más reciente, ha sido un desastre para todos, una nueva frustración que arrancó con grandes emociones colectivas y ahora está en fase de luchas internas dentro del independentismo, que está más peleado que nunca entre los que impulsaron el procés.

La responsabilidad de España en no querer afrontar seriamente la cuestión catalana en el último siglo y medio no es menor. Desde Catalunya se ha forzado la máquina pero desde la hegemonía con sede en Madrid se ha pretendido homologar a pueblos que durante siglos no han perdido su personalidad ni su cultura. Las palabras de Ortega no pueden estar vigentes: “España es una cosa hecha por Castilla, y hay razones para ir sospechando que, en general, solo cabezas castellanas tienen órganos adecuados para percibir el gran problema de la España integral”. Vuelta a empezar.

Publicado en La Vanguardia el 12 de julio de 2023

  7 comentarios por “El último retrato de Cambó

  1. Dejando aparte los pasrtidismos politicosdiré que el castellano actual, no es el espàñol de siempre.

    El catalan de Italia es la lengua de la Roma imperial. Y en España el catalan de Roma, es la madre del castellano. Que ellos la llaman eroneamente …. ESPAÑOL.

    La lengua castellana actual, llamada español, contiene el 65 % de vocabulario autentico del idioma ARABE. Usado actualmente .

    No en balde los arabes de Irak, estuvieron 800 años en España.

    Es la realidad del español actual.

    Roma queda algo lejos y el catalan de Roma idem de idem.

    • La unidad de España,. se acordo y se fraguo. cuando el reinado de la corona de Leon – Castilla y de la Corona de Aragon-Cataluña.

      A partir de entonces, todos nos podemos llamar españoles, No solo los que hablesn castellano. Sino todos los demas, Andaluces, extremeños, valencianos, catalnes, bascos,asturianos, ect, ect.

      Hablen la lengua que hablen y no solo los que hablen castellano.

  2. Cambo, Vallverdu, la «Boira»… Decepcions, Memoria, Fidelitats…
    La «cuestion catalana» es cura viatjant (tambe) tot i que no fa falta anar a morir a Buenos Aires…
    Ja ho deia en Francesc Pujols, un dia els catalans anirem pel mon i ho tindrem tot pagat.
    Y dos huevos duros!

  3. Una, Grande y Libre. Todo el mundo sabia que España no era ni Grande ni Libre.
    Lo daban por descontado. Pero lo de «UNA», lo colaron. España UNA es una entelequia. El predominio de Castilla es tan innegable como la sarta de mentiras y falsificaciones históricas en que se basa. Pero no sólo son falsificaciones, el oro de América y cuando se acabó la plata, los bienes de las dos desamortizaciones y las ayudas europeas. etc. Todo se ha quemado al servicio de esta idea de España UNA. No, Ni 17, ni 41, o todas o ninguna.
    Es verdad que el Imperio Español, ni fue imperio, ni fue español. El rey de la Españas, decían en las monedas. Pues eso.
    La Constitución del 78 y la previa aceptación del Presidente Tarradellas inició

    • Dons jo crec que España va ser una gran nació i de fet gràcies als Reis Catòlics es va descubrir Amèrica, ja que ells van creure amb la ideia de Colon i ho van finaçar.

      Després cadascú dirà la seva segons la seva ideologia, però en tot cas, la tolerància està renyida amb els odis, es a dir, si som tolerants respectarem i si som radicals per dir-ho d’alguna manera, no tolerarem allò que vagi en contra del que pensem. D’aquí el no reconeixer cap virtut en allò que es història. Però tothom és lliure d’interpretar les coses com li convingui per descomptat, jo només discrepo de la interpretació perquè també estic en el meu dret. No tots hem de pensar igual.

  4. El tinc en llista d’espera. Ja veig que val la pena donar-li pas.
    Gràcies

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