Aquel día de infamia

Impacto de los aviones en las Torres Gemelas de Manhattanel 11 de septiembre de 2001

Hay hechos que no se borran de la memoria personal y colectiva. Tengo vivo en mi memoria la hora y el lugar en que me dijeron que habían asesinado a Kennedy. Estaba jugando un partido de fútbol en La Bordeta, era de noche y alguien desde una ventana del barrio gritó que habían asesinado a Kennedy. Tampoco olvidaré el día en que los alemanes derribaron el muro que dividía a un mismo pueblo. El 11 de setiembre de 2011 es particularmente sensible en la memoria de la Humanidad.

Lo que parecía imposible, se estaba produciendo en directo como si fuera una macabra superproducción de Hollywood. Era cierto. Las Torres Gemelas, uno de los símbolos más emblemáticos del sistema norteamericano, eran reducidas a nada en poco menos de una hora. No eran aviones enemigos ni soldados que disparaban desde Manhattan.

Eran aviones norteamericanos, con pasaje norteamericano, con pilotos norteamericanos. Un grupo de 19 terroristas, adiestrados muchos de ellos en escuelas de vuelo norteamericanas, se inmolaban para destruir el corazón de Estados Unidos. También se dirigían a la Casa Blanca o el Capitolio pero el avión se estrelló en los cielos de Pennsylvania por la resistencia del pasaje. Otro avión se estrelló en una dependencia del Pentágono.

Los recuerdos de aquellos dolorosos instantes han sido revividos hoy en Nueva York con rabia contenida, con todas las autoridades del país presentes, con todo el mundo compartiendo la tragedia más dramática que han vivido los norteamericanos en sus propio territorio. todos somos hoy norteamericanos, decía el gran titular de Le Monde del día siguiente. Nadie con un mínimo de sensibilidad pudo quedar insensible a aquella matanza.

La autoría fue inmediatamente asumida por la organización terrorista Al Qaeda cuyo líder era un tal Osama Bin Laden, un saudita de familia rica, que ayudó a los americanos a echar a los soviéticos de Afganistán y que posteriormente empezó a tejer los hilos de una perversa organización de terror que pretendía derrotar al “Gran Satán” de Estados Unidos.

La reacción fue inmediata. El entonces presidente Bush, desprevenido y sin saber cómo reaccionar, dio vueltas por los cielos americanos hasta regresar a Washington y dirigirse al país. Se cerró el espacio aéreo y se entró de lleno en la doctrina de la seguridad por encima de todo. Lo que ocurrió hoy hace diez años demostró que Estados Unidos era un país vulnerable, como cualquier otro. Todo el formidable potencial militar, de inteligencia y de armamentos no habían servido para detectar y evitar un ataque que ponía también en cuestión el liderazgo de Estados Unidos. Los imperios no pierden su fuelle en un día, una semana o una generación. Pero, visto desde la perspectiva de diez años, los ataques del 11 de septiembre fueron un golpe irreparable a la supremacía de la primera potencia del mundo en los últimos cien años.

Toda la comunidad internacional se puso del lado de Washington. Las Naciones Unidas aprobaron mayoritariamente la intervención militar en Afganistán. Pero lo que enfrió las alianzas internacionales fue la doctrina sobre la reacción a la brutalidad de los atentados. Dicho de forma muy simplificada, Bush y su equipo decidieron que tenían la fuerza y con la fuerza iban a responder. Y nada más.

Se puso por delante la seguridad a cualquier otro concepto, incluso la libertad. Se inventaron los argumentos para invadir Iraq y causar una gran matanza de inocentes. La teoría de la guerra preventiva ha hecho un gran daño a las relaciones internacionales de Estados Unidos. Basta con ser sospechoso para poder ser privado de libertad, ser recluido en una cárcel ilegal como Guantánamo o ser humillado en una prisión de Bagdad como fue el tristemente caso de Abu Ghraib.

Estados Unidos están intentando salir de los fiascos militares de Afganistán e Iraq. Esas dos guerras no han conseguido democratizar esos dos países y tampoco han acabado con el fenómeno terrorista de Al Qaeda. La misma expresión de guerra internacional contra el terrorismo tiene una falta incomprensible de precisión.

Obama y la nueva realidad política y económica a los diez años del 11-S se ha dado cuenta de que tanta inversión en seguridad y en gastos de defensa han desviado la atención de otros problemas que afectan a la sociedad americana, desde la educación hasta las infraestructuras.

Hoy es día de respeto, simpatía y reconocimiento a los familiares de las víctimas de aquella tragedia que parecía imposible. La vida sigue en una ciudad tan dinámica como Nueva York. Pero aquel día cambió el curso de la historia. Se antepuso la fuerza al derecho y ya es hora de que el derecho recupere su posición central en la vida de los individuos y de los pueblos.

Como diría F.D. Roosevelt el 8 de diciembre de 1941, después de conocerse los ataques japoneses a Pearl Habour, el 11 de septiemnbre de 2011 fue un día de infamia.

  10 comentarios por “Aquel día de infamia

  1. Felipe González asegura que estamos al borde del precipicio

    El ex presidente se refiere a los países de la UE como unos galgos que corren detrás de una liebre mecánica.

    ¡¡¡ Lo que hay que oir!!!.

  2. Sr.Foix: No hay duda de que lo que ocurrió aquel día 11 de Septiembre del 2001 es una infamia provocada por el terrorismo fanático.

    Ni Estados Unidos ni ninguna nación se merecen estos ataques terroristas.

    Pero ¿ Que opinamos de los bombardeos masivos provocados por guerras inventadas, para dominar y robar las materias primas, Y que provocan y ejecutan algunas naciones poderosas, con la escusa de imponer la paz y el orden ?

    Donde todos sabemos que mueren cientos de miles ó de millones de personas.

    ¿ Que opinamos de la muerte segura por hambre, sed y sin techo de 10.000.000. de personas, solamente en Somalia ?

    Pero son más de 800.000.000 de personas los que padecen hambre, sed y sin techo en todo el mundo.

    Existe un cinismo generalizado e inconsciente de la verdadera realidad de la sociedad humana de todos los tiempos, razas y naciones, ect.

    Vemos por Televisión y a la hora de comer, personas de todas las edades, que pasan hambre, sed y sin vivienda, pero no nos inmutamos en absoluto. Ni se nos revuelve el estomago.

    La verdad es que algo pensamos y tampoco nos gusta que ocurra lo que vemos. Y los quisieramos ayudar. Pero en general no lo hacemos.
    Y ni las naciones poderosas ni las otras naciones no intervienen porque no hay petroleo.

    La muerte es muerte. Causada por una infamia terrorista ó por la guerra de intereses, ó por el sufrimiento y agonía causadas por la sed, hambre, ect.

  3. Els cristians, el dia 1 de Novembre recordem a tots els SANTS DESCONEGUTS i el dia 2 de Novembre PREGUEM TAMBÉ PER TOTS ELS DIFUNTS ANÒNIMS.!!!!!!!!

    Sr Foix, resposta a Luisildo. Pot servir no?. Una abraçada. Josep

  4. El secretario de Estado de Finanzas griego, Filipos Sajinidis, ha afirmado este lunes que Grecia tiene dinero para pagar los sueldos públicos y las pensiones solo hasta octubre, lo que hace esencial que se entregue el sexto tramo del préstamo internacional de 110.000 millones de euros aprobado en mayo de 2010.

  5. Sr. Foix, quan es celebra l’aniversari de la mort dels milers de civils innocents d’Irak i Afganistan? A cas la vida de 2000 i pico d’americans és millor que la de decenes de milers d’iraquians o afganesos o últimament pakistanís i yemenís? I pot ser em deixo somalís… Tot i que el dia 11 de setembre del 2001 va ser una tragèdia pels EUA, no hem d’oblidar la tragèdia que això ha causat a centenars de families d’altres paisos, que per no estar desenvolupats no apareixen a les portades dels diaris occidentals. L’onze de setembre és un dia de tragèdia, un dia d’infàmia, però sobretot és un dia d’hipocresia.

  6. Estados Unidos era y es un país vulnerable como cualquier otro, pero el daño mayor a Estados Unidos y al resto del mundo no lo infligieron los terroristas, sino los propios Estados Unidos. El balance no puede ser más desolador: cientos de vidas perdidas (muchas más que las que se perdieron aquel día) billones de dólares en pérdidas materiales, 10 años de guerras sin ningún resultado práctico, el mundo musulmán desestabilizado y enardecido en contra de Occidente, los valores democráticos echados por la borda en pos de una seguridad que es una utopía (se ha olvidado usted de los vuelos de la CIA y los interrogatorios en terceros países)… y a cambio de todo ello, como único resultado «positivo» a esgrimir, el asesinato de Bin Laden al cabo de 10 años. Desde luego, no es como para sentirse orgulloso de ser occidental.

  7. Sin duda es el aniversario de un dia nefasto.
    Los norteamericanos con su patriotismo y su sentido del espectáculo y con la connivencia pelin babosilla de los medios occidentales nos estan dando la vara a base de bien.
    La consabida lectura de los nombres de los que murieron en este dia nefasto es para mi lo mas emocionante. Las personas inocentes.
    Todo lo demas me parece parafernalia extraña que no habla de los fallos de seguridad y de vigilancia del gran sheriff de Occidente. Por ejemplo.

    A partir de aquel dia las barbaridades se han multiplicado por todo el globo.
    Si se tuviera que listar a todas las personas que han muerto después y a partir de las supuestas armas de destrucción masiva y demas, esta lectura iba a durar hasta la extenuación.

    Efectivamente estamos en el aniversario de un dia nefasto, por si mismo y por todo lo que ha venido después y aun sigue en un mundo inseguro y asustado. Y en manos de gente despistada y poco fiable.

    Luego tenemos el 11S mes nostrat, mes d´espardenya i ball de bastons con sus inmersiones idiomaticas y sus cositas de altura medianita. Es lo que hay.
    Y mañana el mestre Cuni empieza programa en la tele del conde. No se habian enterado?

    Asi al pronto se me ocurre que el timbaler del Bruc podria haberse dedicado a otra cosa y tot plegat hubiera ido distinto, posiblemente mejor. Cosas mias que seguro Vds sabran disculpar y achacar al bochorno general.

  8. Sr.Foix: Aquel triste 11/S fue el inicio de un cambio de esquemas mundiales, cuyas consecuencias padecemos todavía hoy…

Comentarios cerrados.