La historia nunca se rinde

La historia no se rinde nunca. Estudia el pasado y se recrea en él. Busca y encuentra nuevos enfoques, datos nuevos, interpretaciones genuinas. La historia fija posiciones, de generación en generación, las va modificando a medida que aparecen escondidas realidades.

En las memorias de Jordi Pujol, los tres volúmenes escritos por mi amigo Manuel Cuyàs, hay muchos silencios, ausencias inexplicables, omisión de nombres incomprensible. Algo parecido hizo Francesc Cambó al escribir sus memorias. Había tales lagunas que todavía hoy se escriben libros sobre los silencios de Cambó. Borja de Riquer nos ha suministrado dos recientemente.

Los hechos y las relaciones entre las personas resucitan aunque hayan querido ser sepultados. Esta tendencia es más contundente en nuestros días porque las nuevas tecnologías actúan en tiempo real y en cualquier espacio de la nube digital. Nada ni nadie puede ser escondido bajo el sol.

La historia es continuamente revisada. Aunque sea por aportar puntos de vista contemporáneos que no coinciden con la épica que se narró en momentos pasados. En cualquier caso, la historia está ahí, quieta y silente, que despierta de vez en cuando para contarnos lo que pasó. Y para advertirnos que todo lo que ha ocurrido puede volver a producirse aunque sea de manera distinta.

Karl Marx escribe El dieciocho brumario de Luis Bonaparte y le cuenta a Engels que la historia se produce una vez como tragedia y la otra como farsa. Es una frase citada hasta la saciedad pero que conviene reflexionar. La historia no se repite pero es conveniente conocer lo que ha pasado para no copiar los mismos errores aunque los relatos de futuro se inventen día a día, sin guión y sin prerequisitos.

El pasado, escribía William Faulkner, nunca se muere, ni siquiera es pasado. La historia nos contempla. No como decía el arrogante e inmaduro Napoleón al pie de las pirámides de Egipto: «soldados franceses, cuarenta siglos de historia os contemplan». Cuando alguien pretende avanzarse a la historia, ya se encarga la historia de ponerlo en su sitio. Aunque sea cien años después.

 

 

  6 comentarios por “La historia nunca se rinde

  1. La historia, se dice, es una ciencia. Como tal nos debería describir los hechos como un análisis forense de las causas de los hechos que se han producido. Si no es capaz de conseguir este objetivo, es dudoso calificarla de ciencia. Podemos aducir que como dice la física, el observador altera lo observado (más o menos el principio de incertidumbre), con lo cual se podría salvar indicando el grado de erros que tiene su estudio del pasado. En el momentos, muy conocido en ciencia, que el estudio de la historia se realzia para obtener unresultado acorde a la premisa o hipótesis inicial deja de ser válido por el sesgo. Estos sesgos se encuentran siempre: España no analiza la conquista de Ámerica como los anglosajones, estos no lo hacen como otros observdores con sus colonias (India, Sudáfrica…) Y así casi siempe. Un principio podría ser ningún pueblo (desde una tribu a los EEUU) es mejor que otro, y la colaboración gana al enfrentamiento, cuando el intercambio es equilibrado. Las viñetas del Roto sobre el papel de la historia son reveladoras. Pero si hay hechos claros, el feudalismo desapareció (no al 100%) pero si como forma de gobierno, y el capitalsimo ha fravasado y desparacera en el futuro (100 – 150 años, no mucho en términos históricos) pero no sabemos cómo: con violencia o sin ella.

  2. Sr. Foix: Pienso que, puede que la historia no se repita, pero si que se repite, la codicia, la corrupción, la maldad, el afán de adquirir poder y riqueza, la criminalidad, la deshumanización, la miseria, las guerras civiles e internacionales por intereses, ect.

    Conviviendo con la bondad, la ética, la honradez, el espíritu cooperativo y voluntario de ayuda al prójimo y a la sociedad,

    Innatos y heredados en la genética del ADN, del ser humano, generación tras generación.

    Y supongo que lo que no se repite, en cada nueva generación humana, es la sabiduría adquirida con la experiencia vivida. Asi que cada nueva generación vuelve a cometer los mismos errores que la anterior, para bién y para mal.

    • P.D. Pienso que la historia se repite en cada nueva generación. Y ahora e incluso desde hace años está gobernando en cada nación del mundo, otra nueva generación de jóvenes sin experiencia ni sabiduría, que no tiene nada que ver, con la generación anterior, que si adquirió sabiduría porque vivió la experiencia real, de la guerra, el sufrimiento, el hambre, ect. en sus carnes, en su familia y en su sociedad, ect.

      En resumen: Se hereda la genética en el ADN y con ello el comportamiento humano. Pero lo que no heredamos es la sabiduría que nos da la experiencia vivida personalmente, en nuestras propias carnes. Y es cuando volvemos a repetir los mismos errores.

  3. Podem conèixer la història però el present s’acaba imposant sempre. Els actors del present porten una vena als ulls per no veure el passat i limiten el futur a afincar-se als quarters d’hivern del seu partit. I hi ha qui els qualifica d’estadistes. Misèries del poder!

  4. Sr.Foix: el problema es que nunca se aprovechan las lecciones que la historia nos deja, todos vamos un pelin sobrados y pensamos que podemos reescribirla sin necesidad de conocerla…nos acabamos creyendo que la historia es lo que hemos leido, lo que se ha dejado escrito, pero ignoramos por completo si todo ello es realmente lo que sucedió exactamente…y así nos luce el pelo…

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