La gran desvinculación

Las protestas son cada vez más multitudinarias en muchos países y por muchas causas que muestran la separación entre gobernantes y gobernados

«La red entró de un modo triunfal en nuestro mundo con la promesa de crear un hábitat ideal, político y democrático, pero ¿adónde nos ha ayudado a llegar? A la actual crisis de la democracia y al agravamiento de las divisiones y los conflictos políticos e ideológicos… Acogimos con entusiasmo la promesa de la oportunidad de una segunda vida, pero el mundo en el que tendemos a llevar nuestra segunda vida es un mundo de ciberacoso y difamación”.

La larga cita precedente es de Zygmunt Bauman, el autor polacobritánico que murió en Leeds (Inglaterra) a los 92 años después de publicar varios libros sobre la modernidad líquida. Bauman se dio cuenta muy pronto de las ventajas pero también de los peligros de las redes sociales para preservar el juego limpio en las sociedades democráticas. Fue el primero que habló de la “gran desvinculación” que se produciría entre políticos y ciudadanos, entre ricos y pobres, entre las élites educadas y con criterio propio y las multitudes que siguen las corrientes de pensamiento que pueden ser activadas desde no se sabe dónde y con criterios partidistas y no transparentes.

“La gran desvinculación” es uno de los capítulos del informe Foessa del 2018, un estudio metódico y riguroso sobre los cambios sociales que se aceleran en medio de ­situaciones en las que nos encontramos presos de las prisas. El informe tiene unas 500 páginas y he leído las conclusiones de cada uno de los seis capítulos, en los que han trabajado más de un centenar de sociólogos, profesores de universidad y expertos en los acelerados cambios sociales de carácter global.

En el capítulo “La gran desvinculación” se hace referencia a la utilización del término por parte de Bauman, pero las conclusiones son propias del estudio. Se plantea la inclusión social como un factor de sostenibilidad de primera magnitud. Una sociedad no es viable si la exclusión es grave, bien porque afecta generalmente a la mayoría, bien porque afecta gravemente a las minorías. Los índices de pobreza que organizaciones como Cáritas señalan periódicamente con rigor repercuten en la discriminación de los más vulnerables, pero a medio plazo “acabará manifestándose en malestar social general y en corrosiones de la vida ­pública”.

Aunque el informe no lo cita, se puede recurrir al discurso del new deal de Franklin D. Roosevelt, en el que decía que una democracia no se sustenta sin una cierta igualdad social y sin que las oportunidades sean asequibles para cualquier persona, especialmente las de la educación, independien­temente de su procedencia, sus creencias o sus afinidades políticas. La cuestión que sí se plantea es si en estos tiempos de cambios acelerados se ha roto o no el contrato construido en el ámbito de la economía social de mercado que ha hecho posible hasta hoy el Estado de bienestar, la más sabia y útil aportación de Europa al mundo en la segunda mitad del siglo XX.

Si nos preguntamos si se van a mantener los niveles de bienestar material, libertad personal y cohesión social, sólo se pueden alcanzar con la construcción de un relato integrador ampliamente compartido con las consiguientes instituciones capaces de darle forma real. Los cambios son imparables, pero la dirección que adopten es una incógnita, porque las sociedades globales y locales están desconcertadas, ya que los avances no son asimilados en función del interés de las personas, sino por la capacidad de alcanzar el poder, como sea, sin tener en cuenta el ­conjunto de la sociedad sino el interés de unos cuantos.

El informe sostiene que los parámetros que causaron la actual crisis no pueden servir para evitar que se reproduzca de nuevo y con consecuencias quizás más lamentables. Se necesita “un gran movimiento humanista de la mayoría de la sociedad para fortalecer los sujetos sociales, el relato común compartido y la institucionalidad que haga posible el camino de un desarrollo humano integral. Frente a la Gran Desvinculación es necesario reconstruir la Gran Revinculación que generaría una nueva confianza”. Pasar de una sociedad de riesgos que afectan cada vez más a personas descartadas estructuralmente a una sociedad de confianza es una de las tareas más urgentes de los ciudadanos preocupados por la cosa pública y también, naturalmente, de las ­autoridades políticas que están instaladas en el circuito mediático, ausentes de las desigualdades que afectan a tantos. No estaría de más que el periodismo se ocupara también de aflorar las situaciones de injusticias que se tapan con debates repetitivos sobre temas banales, con programas de humor y sin poner de relieve las carencias de un 20% de ciudadanos que viven en el umbral de la pobreza.

Soy optimista ante los desconocidos cambios que se avecinan siempre y cuando la implicación ciudadana en la política, la economía, el periodismo y la academia se muevan en un ámbito de libertad y de respeto al que piensa distinto. No hay soluciones simples ni sencillas para problemas tan complejos.

Publicado en La Vanguardia el 6 de noviembre de 2019

  10 comentarios por “La gran desvinculación

  1. Nada nuevo, todos los adelantos técnicos y de investigación son neutros importantes para avanzar socialmente en el estado del bienestar otra cosa es la utilización que se haga d ellos.
    Bon día.

  2. Advertencia: El comentario que sigue es absolutamete populista y demagogico y puede zaherir a espiritus sensibles.

    Ayer martes cinco de noviembre Inditex repartio dividendo. Al Sr. Amancio Ortega le cayeron 9.800 euros por segundo. Las 24 horas.
    Inditex es la mayor responsable de la desertizacion industrial textil de todas las españas. Su externalizacion de la produccion a paises con mano de obra barata-esclavizada es la clave.

    El informe Foessa de Caritas, magnifico por cierto, retrata estadisticamente el estado de la ciudadania. Un estado inane, injusto y decadente.

    Nos podemos revincular a un estado que permite este estado de cosas?
    Podemos conceder la legalidad moral y etica a lo que administrativamete dicen que si lo es?

    El Sr. Ortega y su hija estan en el top ten de la lista mundial de multimillonarios de la revista Forbes. De vez en cuando podemos leer como el primero dona un par de aparatos a algun hospital. Calderilla que buena es, pero calderilla.

    Los domingos veran en LV el ventanal de la caridad de Caritas (otra vez). Piden pequeñas cantidades para lo basico. Calderilla que es un tesoro para el que lo necesita.

    No sigo.
    El domingo si piensan votar a alguien que se ocupe de estas «cositas», no salgan de casa, Ni estan, ni se les espera.

  3. Gracies Lluis, per fer.nos reflexionar. Gracies Ramon M per ilustrar.nos
    Dolors

  4. Construyendo futuro en un espacio de responsabilidades compartidas

    ¿Necesitamos entonces nuevas formas de inclusión social?

    Es necesario que prestemos atención al surgimiento de nuevas formas de relacionarse, tanto en la vida económica, como en la vida política y en la vida social. Un conjunto de innovaciones que intentan hallar modos alternativos de enfocar los intercambios sociales y que, a pequeña escala, presentan resultados muy interesantes
    Han aparecido en diversos ámbitos, propuestas para plantar cara al capitalismo desbocado de los últi¬mos años. Algunas de estas nuevas miradas económicas se plantean claramente romper con la mercanti¬lización, otras —aunque con el deseo de obtención de beneficio— tienen también como objetivo trabajar por el bien común, ya sea preservando la vida del planeta, reduciendo desigualdades o incrementando la solidaridad. Algunas todavía se mueven solo en el plano teórico; otras, en cambio, ya se han extendido a pequeña escala en diversos lugares. Se trata de nuevos discursos pero también de nuevas prácticas.
    El grupo que más potencialidad aporta en el campo de la inclusión social es, sin duda alguna, el de la economía social.
    Las economías transformadoras tratan de identificar aquellas prácticas que se articulan en torno a la prioridad de sostener las condiciones de vida de la gente, y por tanto se vinculan directamente con las necesidades de las personas. La economía feminista pone de relieve el importante papel de la econo¬mía de cuidados y coincide con el cooperativismo al poner a las personas por encima del capital como el objetivo de la economía. La economía del bien común ha comenzado a extenderse por Europa en las prácticas de empresas que apuestan por la promoción de un impacto social por encima de los beneficios y por formas de control social de la propiedad y del establecimiento de oligopolios de mercado, des¬marcándose de la teoría del egoísmo y apostando por la solidaridad y la cooperación. Dentro de estas «economías alternativas», es en la economía social en donde se ubican la mayoría de las innovaciones o de buenas prácticas aparecidas recientemente. Y una línea que nos interesa especialmente es la que se centra en el mundo asociativo que interviene en los servicios sociales bajo lógicas de proximidad y solidaridad. De su enfoque surge la propuesta de la economía solidaria, donde los vínculos pueden contar más que los bienes y que la democracia y la eficacia no siempre son incompatibles, al introducir la eficiencia social que representa democratizar las relaciones económicas.
    El impacto de la economía colaborativa, de fuerte potencial de desarrollo, podría generar efectos indeseables en la población más vulnerable.
    Las economías transformadoras se plantean además como objetivo la lucha contra la posible capitaliza¬ción de estas prácticas comunitarias bajo terminologías como «emprendimiento», «innovación social» o «economía colaborativa». Esta última es la que a priori puede verse como la más alejada en nuestro caso para el objetivo de la inclusión social. Puede parecer una propuesta interesante para democratizar algo más el acceso a los recursos y una parte de ella puede ser considerada como una nueva fórmula para la economía social, pero su incidencia en la población más necesitada podría ser, incluso, negativa (pdf resumen pagina 78)

    Extraido del Resumen 2019 VIII Informe Sobre exclusión y desarrollo social en España

  5. El camino, las brechas y las encrucijadas

    Los resultados del presente Informe FOESSA poseen un gran calado y solamente pueden ser adecuadamente comprendidos teniendo en cuenta un periodo de análisis más amplio al de los meses en los que se ha elaborado. Es preciso contar con una perspectiva temporal dilatada si aspiramos a interpretar con acierto lo que está ocurriendo en nuestra sociedad en las últimas décadas. Por ello, en este capítulo inicial queremos mostrar el camino que parecía seguir nuestra sociedad desde el último cuarto del siglo pasado, las brechas que en los últimos tiempos amenazan con romper ese camino y las encrucijadas ante las que se encuentra
    situada actualmente.
    Camino, brechas y encrucijadas serán las tres partes en que presentaremos el diagnóstico global del momento en que vivimos.Pero, antes de entrar en su caracterización más
    precisa, tomemos conciencia de que estamos en una transición entre modelos de sociedad cuyo desenlace permanece indeterminado.
    La cultura digital, las nuevas tecnologías de la comunicación y el mundo de las redes sociales están también transformando sustancialmente la configuración de nuestro mundo. La economía, la sociabilidad y la cultura están siendo reconvertidas y amplificadas desde la lógica digital. Las herramientas que dan forma al mundo y nuestras carreras educativas y profesionales son digitales. Por tanto, el acceso y la capacidad de uso de las nuevas
    tecnologías han pasado a ser palancas cruciales para aprovechar las oportunidades del presente y tener un lugar en el futuro. La brecha digital es fuente y refuerzo de otras muchas. La realidad virtual está haciendo posible la creación de mundos distintos a los que se accede según distintas variables de diferenciación.(pag 37-38)

    “Una crisis económica que ha terminado convirtiéndose en una crisis de legitimidad del sistema político y su entramado institucional”

    “Corremos el riesgo de que la democracia real se vacíe de contenido ético y redistributivo, reduciéndose a un mero expediente político donde se enfatizan las formas y se guardan las apariencias2

    “Hoy es prioritaria la reconstrucción de la Dimensión Social de la UE, y en ella es crucial el desarrollo del Pilar Europeo de Derechos Sociales (PEDS)”

    “ Las clases medias se perciben como perdedoras de la crisis y su futuro incierto las ubica en situación de vulnerabilidad “

    “Aunque las personas más afectadas por la crisis son las que están en las capas más humildes de la sociedad, el sentimiento de las clases medias es el de grandes perdedoras”

  6. Como bien indica los cambios son imparables, y empezaron hace mas de una década, estamos en transición hacia nuevos modelos socioeconómicos, la sociedad en red, la gestión del conocimiento compartido, las plataformas de colaboración, los avances en robótica, IA, nanotecnologías, los cambios en los canales de distribución a nivel global, los cambios logísticos a nivel global, las nuevas energías

    Presentación VIII Informe FOESSA. La gran desvinculación: de la indignación a la esperanza.
    https://www.youtube.com/watch?v=OnWlwqabPJI

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