La confrontación acabará en pacto

Manifestación en la Plaza Colón de Madrid en contra de los probables indultos a los presos independentistas

No es posible visualizar un final inmediato que reconcilie una parte de los catalanes con los otros catalanes y de los catalanes en su conjunto con el resto de españoles. Si no es inmediato, ojalá fuera feliz. Se trata del litigio endémico entre España y Catalunya que ha pasado por momentos tensos, otros más tranquilos, olvidados a veces, pero siempre latentes.

Ernest Renan distinguía entre los nacionalismos étnicos y cívicos, los de la raza y los culturales, la sangre y la lengua, que han sido dos formas de establecer fronteras entre pueblos y estados, esas cicatrices que la historia ha dejado esculpida en la cartografía política. Renan decía a finales del siglo antepasado que de Alsacia y Lorena no había de hablarse nunca, pero nunca había que olvidarlas. Desde la guerra franco prusiana y el nacimiento de la nación alemana como estado en 1870 esas dos regiones francesas han sido como territorios sobre ruedas que han pasado de Francia a Alemania según quien ganara las guerras.

Estrasburgo, hoy capital de Alsacia, forma parte de Francia desde 1919 y es, además, la capital del parlamento europeo. El Rin corre por el este de la ciudad que, a la otra orilla, baña tierras alemanas. Esta parte inestable de Europa fue el testimonio y la causa no querida de las guerras en Europa en los últimos ciento cincuenta años. El nacionalismo y la razón de Estado de Francia y Alemania fue finalmente inútil.

Adenauer y De Gaulle dijeron basta de guerras y pusieron los cimientos de la Unión Europea que hoy reúne a 27 estados. El Brexit espero que sólo sea un accidente de ruta que viene, quizás, a dar la razón a de Gaulle cuando en 1963 pronunció un campanudo No a la entrada británica en el club europeo al que, finalmente, se adhirió en 1973.

Las heridas entre Francia y Alemania, al igual que las que se han producido entre muchos países europeos que han mantenido diferencias y conflictos armados y comerciales, no se han restañado por la fuerza ni por las leyes. Se han evitado durante más de setenta años por la confianza, por la comprensión del otro, por la aceptación de la realidad sin pretender cambiarla. Alemania perdió las dos guerras mundiales y hoy aventaja económicamente a todos sus viejos enemigos. Pero es tal el pavor de los alemanes a protagonizar o bien forzar su política al resto de europeos que no impondrán unilateralmente sus criterios sobre los demás.

Helmut Schmidt solía decir que Estados Unidos eran su aliado más poderoso pero Francia era el amigo más cercano. Todo con Washington, pero nada sin París, decía el lúcido canciller socialdemócrata. Así lo entendieron todos los líderes alemanes, desde Adenauer hasta Merkel, y también todos los presidentes de Francia, desde el Tratado del Elíseo de 1963, han dejado de reunirse dos veces al año con quien dirigiera el gobierno en Bonn o en Berlín. Europa ha avanzado sobre las bases del olvido y el perdón.

Ya sé que es mucho pedir ahora la concordia entre catalanes y entre catalanes y españoles. El discurso y la retórica del independentismo ha sido acogida por el Estado español como una afrenta insoportable. Y ha actuado con todos los medios a su alcance, bajo el paraguas de la Constitución, para evitar la secesión de un territorio que ha formado parte de España desde finales del siglo XV.

En el choque de trenes que se ha producido ha habido muchos destrozos y crispación en las dos partes. Rosa Díaz hablaba de “los españoles de bien” como si los que tienen ideas distintas a las suyas estuvieran encarnadas por el mal. Andrés Trapiello, un gran escritor, hablaba en tonos parecidos al referirse a los indultos que Pedro Sánchez quiere ofrecer a los presos independentistas catalanes. Una vez más, como ocurrió en la II República y ocurre ahora, no se propone una política sobre Catalunya sino que Catalunya es el saco de los golpes de la política española.

La independencia de Catalunya no se alcanzará contra España y sin el consentimiento de Europa. La unilateralidad es una calle sin salida. Los indultos pueden ayudar a tranquilizar los espíritus. Pero no son ni la solución ni lo más importante. Hay que buscar la confianza mutua y el entendimiento que no pueden ser retóricos sino que han de ir acompañados de un equilibrio fiscal, un financiamiento justo y equitativo, una construcción de un Estado que no tenga en Madrid el único centro de todas las cosas.

La cuestión catalana seguirá sin resolverse durante mucho tiempo. Quizás no llegue ese momento. Pero la situación actual no puede prolongarse indefinidamente porque no beneficia a nadie y nos perjudica a todos. Alguien tiene que empezar el deshielo y apartar la confrontación para sustituirla por los pactos.

  10 comentarios por “La confrontación acabará en pacto

  1. Concordia? Acaso no habia concordia antes de que los politicos la liaran con el tema del nuevo estatut, metiendo articulos no constitucionales? solo cambiando estos articulos ahora no estariamos como estamos. El problema poco analizado , «What if » como estariamos ahora si no hubiesemos perdido tantos años con el conflicto. Ahora si se logra un pacto, tocara recuperar los 8 años perdidos. Asi que mejor un indulto con los años de pena sin poder realizar actividades publicas, y ponernos todos a recuperar el pais.

  2. MODEL ESPANYOL? NO, GRÀCIES

    1.- ”No es possible visualitzar un final immediat que reconciliï una part dels catalans amb els altres catalans i dels catalans en el seu conjunt amb la resta d’espanyols (…) Ja se que es molt demanar ara la concòrdia entre catalans i entre catalans i espanyols”. Contrapunt: “No es possible visualitzar un final immediat que reconciliï una part dels espanyols amb els altres espanyols i del conjunt dels espanyols amb els catalans (…) Ja sé que és molt demanar ara la concòrdia entre espanyols i entre espanyols i catalans”. ¿Es Espanya un model de reconciliació? No, gràcies.

    2.- “Retòrica de l’independentisme”. Contrapunt: també hi ha una retòrica de l’annexionisme espanyolista que s’auto denomina constitucionalista. O no?

    3.- “L’estat espanyol ha actuat amb tots els mitjans al seu abast sota el paraigua de la Constitució”. Contrapunt: aquest paraigua rojigualdo te molts forats. ¿És constitucional la repressió, el “a por ellos”, la violència policial de l’1 d’octubre, la manipulació mediàtica, mantenir les clavegueres de l’estat, tenir presos polítics? ¿Es constitucional tenir exiliats polítics acusats de terribles crims violents però que a la Unió Europea viuen en llibertat i son tractats com ciutadans pacífics i amb tots els seus drets?

    4.- ¿Que dir dels indults que “Pedro Sánchez vol oferir als presos independentistes catalans”. Contrapunt: mes aviat, Pedro Sánchez es veu obligat a concedir aquests indults per torejar la patacada que l’aparell judicial espanyol pot rebre de les institucions judicials europees. Els indults son benvinguts però poden ser humiliants. Entre altres motius, son benvinguts per alleugerir el sofriment que els presos polítics pateixen injustament i si son un pas cap l’amnistia que es constitucionalment possible. Però aquests indults son humiliants si el Govern espanyol imposa com a condició als indultats que renunciïn a ser demòcrates. Per exemple, que renuncien a alguna de les vies legítimes i pacífiques per exercir el dret d’autodeterminació

    5.- «La independència de Catalunya no s’assolirà contra Espanya (…) La unilateralitat és un carrer sense sortida”. Contrapunt: la democràcia d’Espanya no s’assoleix contra Catalunya. El Govern espanyol es fica en un carrer sense sortida si es nega de forma unilateral a un referèndum pactat. De fet, el que ja s’hauria d’haver negociat després del referèndum de l’1 d’octubre no es un nou referèndum. El que calia i cal es negociar com Espanya i Catalunya estableixen una relació sobre les bases de la democràcia, la llibertat, la solidaritat i el respecte a la sobirania d’ambdues nacions”.

    6-. La qüestió democràtica determinant es si els Governs espanyol i català accepten que el Pacte Internacional de Drets Civils i Polítics (BOE 1977/10733) i la Declaració Universal dels Drets Humans (Constitucio 10.2), que reconeixen que tots els pobles tenen el dret de lliure determinació, prevalen sobre el text constitucional.

    • Somos muchos Catalanes que opinamos y queremos todo lo contrario.Estoy esperando que un sólo político Independentista informe detalladamente cómo harían la desconexión con qué medios humanos y económicos cuentan .Es un sueño irreal , tendrían que viajar por el mundo y ver cómo vivimos en Catalunya.Toda una mentira,es mi opinión.

  3. Ahora que estamos en tiempo de retratarnos ante hacienda, comprobamos un año mas que aquel impuesto «transitorio» sobre el patrimonio sigue vigente en Catalunya, no en otras comunidades.
    Francesc Pujols que era un cognon sensacional decia que llegaria un dia que los catalanes iriamos por el mundo y lo tendriamos todo pagado.
    Res de res, todo al contrario.
    La jauria de Colon de hoy, de patrimonio paga cero.
    Estas son las cosas de comer, tot lo altra es retorica, foc de encenalls i kk de la vak

    • Me has recordado a Francesc Pujols! Creo que todavía tiene un monumento en una capital catalana! De risa, nano!

  4. Con respeto a los independentistes, creo que es un planteamiento suicida para Catalunya por demasiadas razones objetivas.
    La inseguridad jurídica aleja la inversión. (Ejemplo Quebec en Canadá) desempleo creciendo.
    Enfrentarse al gobierno central, significa alejar las inversiones en presupuestos.
    (Ejemplo via Madrid Francia, por vías alternativas ((Canfranc?) Cuando se hará el Corredor Maditerraneo)
    De joven, cuando me debía desplazar a Madrid, iba a la sucursal de la multinacional en que trabajaba. Hoy, mi hijo va a las centrales de las empresas en Madrid.
    Si se declara la independencia, la Comunidad Europea nos pondría aranceles, salvo que España mirara hacia otro lado. Tiene el derecho a frenar la incorporación o incluso salir de la Europa política.
    Ni el Euro podríamos utilizar.
    La teórica moneda catalana se convertiría en objeto de especulación.
    Los fondos de pensiones deberían abonarse por una economía en declive. Hoy se mantiene gracias al gobierno central.
    En fin, ni hace falta pensar mucho para desejar utopias.

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