Obama, YES WE CAN

Lo más notable del candidato Obama es que dice cosas sencillas muy bien dichas. Así de simple. Su victoria en Nebraska, Washington y Luisiana indica que las barreras raciales o territoriales ceden a su magnetismo para atraer votantes del norte, del centro y del sur de Estados Unidos. Blancos y negros. También, aunque en menos proporción, también hispanos.

YES, WE CAN. Sí, podemos es el grito festivo que se extiende por todos los rincones del país. Es prematuro para hacer vaticinos. En Europa no hay ningún voto. Pero sí, millones de opiniones. Los americanos van a enterrar el nefasto último mandato de Bush. Pero no saben cómo hacerlo ni a quien trasladar el testigo.

Nadie puede asegurar que la senadora Clinton no será la candidata demócrata. Tampoco que el próximo presidente no sea republicano. Lo que sí puede afirmarse es que Obama ha roto todos los moldes con su oratoria emotiva, realista y electrificante.

En su discurso de Iowa, un estado insignificante, empezó su singladura. Dijo que los votantes había elegido «la esperanza sobre el miedo, la unidad sobre la división y el futuro sobre el pasado». Todos pusieron nombres a estos adjetivos. Él se presenta como la esperanza, la unidad y el futuro.

Las primarias del Potomac del martes, en Maryland y Washington D.C., Obama va a tomar nuevos impulsos o será frenado por Hillary.

Las sorpresas de la política americana desconciertan a los europeos. Un país que fue racista y en el que el poder era patrimonio de los varones, el debate es si el presidente será un negro o una señora. O un veterano de Vietnam.

En todo caso, los americanos elegirán un presidente que romperá con el más próximo pasado.

  3 comentarios por “Obama, YES WE CAN

  1. Les recomiendo este artículo de Timothy Garton Ash: El 'supermartes' globalizado.

    Ash, habitualmente más circunspecto, echa esta vez mano de la ironía para desdramatizar las primarias —"¿Con quién estás, con Hillary o con Obama?" es una frase de lo más corriente, al menos entre europeos; tal vez incluso se utiliza para ligar— al tiempo que nos invita a reflexionar sobre las diferencias abismales en la repercusión mediática de acontecimientos tan o más trascendentes que esas primarias.

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