El murmullo de la calle

Una de las muchas manifestaciones independentistas en Barcelona

Manuel Chaves Nogales es uno de los grandes periodistas y escritores sobre la República, la Guerra Civil y el corto exilio que terminó con su muerte en Londres en 1944. Este sevillano que dirigió el diario Ahora en el Madrid republicano tenía una curiosidad universal. Su biografía Juan Belmonte, matador de toros es una obra literaria de gran valor, incluso para los que no hemos ido nunca a una corrida.

Escribe en 1937 que abandona España porque la guerra terminará en una dictadura que no sabe si será de izquierdas o de derechas. Y afirmó entonces que la República perdió la guerra cuando el Gobierno abandonó ­Madrid en diciembre de 1936 para establecerse en Valencia.

Chaves visita Catalunya como periodista en dos ocasiones. La primera para hacer una entrevista al presidente Francesc Macià en diciembre de 1931 cuando la República acababa de aprobar la Constitución. Macià le cuenta sus aventuras de Prats de Molló y el manifiesto que iba a difundir por toda Europa una vez atravesada la frontera procedente de Francia. Le dice que no quiere el Estatut para “apartarnos de los demás pueblos de España sino que comprendemos que tenemos que ir cordialmente unidos”.

La segunda ocasión es la cobertura de la llegada de la cárcel del president Lluís Companys procedente del penal de El Puerto de Santa María (Cádiz), donde había permanecido preso más de un año. Empieza una de sus crónicas con “Un millón de personas en las calles. Ni un solo guardia. El espectáculo era bonito”. Un millón de per­sonas desde Castelldefels hasta la ­plaza Sant Jaume. Con coche descubierto y rebosante de flores, llegaba del presidio Lluís Companys, amnistiado después de las elecciones de febrero de 1936, en las que ganó el Frente Popular.

El desfile, prosigue Chaves, ha sido impresionante y revela la gran fuerza espiritual del pueblo catalán que no sabe pasar muchos meses sin salir masivamente a la calle. Alguien tendría que preocuparse de rellenar el tiempo con una tarea que tal vez no sea del todo superflua: la de gobernar, la de hacer por el pueblo algo más que ofrecerle ocasión y pretexto para estos deslumbrantes espectáculos.

Han transcurrido más de ochenta años desde aquellos eventos controvertidos, festivos y dramáticos. La política no se ejercía en las instituciones sino que bajaba con demasiada frecuencia a las calles para escuchar el murmullo de las multitudes.

Nada tiene que ver aquella época con la nuestra. Pero sí puede establecerse un cierto paralelismo en la tendencia a llenar avenidas para condicionar o influir en la democracia representativa que se desarrolla en las instituciones a través de la controversia de los debates. Si la calle tiene que ser el escenario preferido de la política en los próximos meses no cabe esperar grandes avances para los ciudadanos.

Publicado en La Vanguardia el 26 de octubre de 2017

  10 comentarios por “El murmullo de la calle

  1. La desesperación del independentismo se hace palpable en las últimas autonómicas y en la pérdida de la Alcaldia de BCN. Lo que le lleva a creer en una huida hacia adelante de la que la CUP es el único beneficiado, alboroto en las calles y un gobierno preso de esa decisión. No hay vuelta atrás y ahora cabe esperar aquello de «a Catalunya la culpa tan de dia com de nit és sempre de Madrid».
    Nos espera una dura recesión económica y una quiebra muy dura de la convivencia mientras la política se decida en la calle.
    D.E.P. la Autonomía de Catalunya.

  2. Don PP, opinando imparcialmente, la solución son las elecciones democráticas y no procede el art. 155 de la Consti. Esp. porque no está clara su aplicación real y traería ó traerá complicaciones jurídicas y sociales, ect. y porque atentará contra todas las autonomías de España y por lo tanto contra España.

  3. Si algo debe de quedar claro, es que en la politica debe de primar la negociación,no las decisiones unilaterales Hoy por hoy la mejor opción:eleciones.

    • La semana pasada indico a la Generalitat el plazo de una semana para volver a la legalidad y convocar elecciones, la respuesta fue ambigua,no se entiende porque después de dos semanas, en fecha de hoy 26/10 si parece estar dispuesto a convocar elecciones el presidente, en el ultimo minuto, o bien esperar al pleno de la tarde del parlamento.

  4. Sr. Foix y compañeros/as del blog : Estoy totalmente de acuerdo con :

    » Si la calle tiene que ser el escenario preferido de la política en los próximos no cabe esperar grandes avances para los ciudadanos. »

    Es la pura realidad.

    • «No hay crecimiento económico ni desarrollo social sin instituciones sólidas, como han concluido en los últimos años centenares de estudios de economistas, think tanks y organismos internacionales» «Consecuencia dramática del episodio fue instalar la inseguridad jurídica propia del Estado de derecho en uno de los territorios más seguros y previsibles del mundo: pocos sabían ya qué ley regía, a qué norma atenerse» Xavier Vidal Folch

    • P.D.

      Mis disculpas, porque donde dice : … » en los próximos no cabe esperar…» debe de decir …: » en los próximos meses no cabe esperar…»

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