Pandemia global, resistencia local

Jóvenes franceses divirtiéndose en Madrid en plena pandemia. Se ha normalizado la práctica del «yo primero» en la polìtica y en la vida social.

Las revueltas violentas se han registrado en Miami, Bristol, Marsella, Dresde, Stuttgart, Barcelona, Madrid y en muchísimas ciudades con jóvenes que no aceptan las restricciones impuestas por los gobiernos para combatir el coronavirus.

Hay una pandemia global que tropieza con una resistencia local que adapta formas individualizadas, propias de cada país o ciudad, en relación con las políticas de confinamiento de los gobiernos respectivos. Las protestas son muy minoritarias pero lo suficientemente importantes para ser grabadas y difundidas al instante por todo el mundo.

Hay quien protesta contra los efectos devastadores de la crisis, los hay que quieren divertirse como si el virus no actuara sin fronteras entre grupos de jóvenes que cantan, beben y, si hace falta, se enfrentan a la policía. Hay también negacionistas convencidos que piensan que el virus es un invento para reducir las libertades cívicas.

El hecho es que, después de un año de confinamientos de diversa intensidad, los graves riesgos de contagio, de hospitalización urgente y de posible pérdida de la vida no han llegado a esos sectores sociales que con su conducta amenazan la salud de todos.

El problema es pedagógico y político. Las multas y los controles policiales en puntos clave del territorio son inevitables pero no suficientes. Ejercer el poder político no es lo mismo que tener autoridad, que viene del conocimiento de los problemas, en este caso de los médicos y personal sanitario que se han enfrentado a la pandemia en las trincheras donde se libra la batalla entre la vida y la muerte.

Nos encontramos en el terrible dilema de­ tener que priorizar la salud sobre la economía, o al revés. Los gobiernos tienen todas las presiones para frenar el virus y, a la vez, promover la recuperación económica. Lo que es imposible es estimular con el mismo ímpetu las dos causas. La salud es prioritaria.

La prensa francesa y la alemana denuncian las escapadas de franceses a Madrid para pasar un fin de semana sin restricciones y regresar a París, que vive en un alto grado de confinamiento. El fin de semana, la policía madrileña ha detectado 500 fiestas ilegales. Lo mismo ocurre con los alemanes que se trasladan a las Baleares y disfrutan de libertad de movimiento con el riesgo de contagiar o ser contagiados y agravar mucho más el problema.

Se ha normalizado una práctica desacomplejada del “yo primero” en el orden de la política, la vida social y el comportamiento cívico. La batalla sobre la distribución de las vacunas y las peleas entre la Unión Europea y la Inglaterra de Boris Johnson son un triste espectáculo de insolidaridad que permite la supervivencia maléfica de la pandemia. La UE no ha sabido dar una respuesta rápida y equitativa a la distribución de vacunas y al acopio de las que se necesiten para que la gran mayoría sea inmune en cuestión de meses. Y si esto ocurre en la vieja Europa, qué no pasará respecto a países más frágiles y vulnerables en África, Asia o América Latina.

En nuestras inacabables discusiones ideológicas o identitarias olvidamos la importancia de la pedagogía para transmitir a todos que entre el riesgo cero y el sálvese quien pueda se encuentra el punto medio del buen gobernante que actúa según los intereses y necesidades concretas de los ciudadanos.

Un político no puede actuar pendiente del qué dirán. Tiene que tomar decisiones que pueden ser impopulares para colectivos concretos. Pero es su responsabilidad, por ejemplo, que se respeten las medidas adoptadas, con el consejo de los médicos, impidiendo que los caprichos de unos pocos perjudiquen la salud y la seguridad de la gran mayoría.

Cuántos errores se habrían evitado en la historia si los gobernantes se hubieran guiado por el sentido común y no por el griterío, el capricho y el populismo de unos cuantos.

Publicado en La Vanguardia el 24 de marzo de 2021

  11 comentarios por “Pandemia global, resistencia local

    • aquí en occidente tendremos cuarta, quinta, sexta… y todas las olas que tengan que venir hasta que la vacunación no sea masiva. tropezaremos una y mil veces en la misma piedra. arrogancia y soberbia, falta de humildad para aprender de los países asiáticos. y la vacunación en europa va incomprensiblemente a ritmo de tortuga. los funcionarios europeos han demostrado una inoperancia supina. y mucha sociedad occidental ha demostrado individualismo, egoísmo e insolidaridad. decepción. de esta no saldremos más fuertes, sino cabreados y arruinados.

      • En diciembre, ya decimos que nos esperaban 11 meses complicados. El ritmo es el que es.

    • ¿El nivel en Occidente esta bajando? ¿Hay adoctrinamiento? ¿Hay un exceso de tele basura? Aqui vemos el nivel de una vicepresidencia….https://www.youtube.com/watch?v=cXLybUWCysU -Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales (1989).
      Premio Rey Jaime I de Economía (1993).
      Premio de Ciencias Sociales y Humanidades de Castilla y León (1994).
      Premio de Economía de Castilla y León Infanta Cristina (1995).
      Premio Rey Juan Carlos I de Economía (1998).
      Medalla de Oro de la Fundación Santa María la Real (Póstuma – 2007)
      Doctor Honoris Causa
      Universidad de Valladolid (1990)
      Universidad de Oviedo (1991)
      Universidad de Sevilla (1993)
      Universidad de Castilla-La Mancha (1995)
      Universidad de Zaragoza (1995)
      Universidad de Santiago de Compostela (1996)
      Universidad de Alcalá de Henares (1996)
      Estaba en posesión de la Gran Cruz de Alfonso X El Sabio, la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, la Gran Cruz del Mérito Civil y la Gran Cruz de Enrique el Navegante.

  1. Los organismo internacionales con toda la frialdad funcionarial y burocratica, vaticinan la punta de la violencia y revueltas por no importa que motivos, sobre el segundo semestre de 2022.
    Hasta entonces la escalada sera progresiva e implacable aun y con el control exhaustivo que el sistema tiene sobre todos y cada uno de los ciudadanos.
    Les importamos entre poco y nada.
    El sistema va a lo suyo.
    Peti qui peti!

  2. En Marruecos que tiene un PIB 20 veces inferior al de las españas se esta vacunando a un ritmo el triple que el de estas españas.
    De aqui en cinco meses yendo las cosas normalitas (!) estara vacunada el 30 por ciento de la poblacion.
    El llamado sistema de libre mercado esta dejando con del culin al aire todo un entramado de ineficiencia y corrupcion.
    De hecho estamos ante un genocidio por pasiva, en el que va a a caer hasta el tato.

  3. En una pandemia los criterios cientificos deben estar por encima de los criterios politicos, si repasamos la lista de paises y la incindencia del COVID, la diferencia en resultados de la gestión es muy grande, empezando por el control de aeropuertos, los test, los rastreadores, el rtimo de vacunación, la comunicación a la ciudadania, la respuesta de la ciudadania….Asi que si en España desde los politicos tienen la costumbre de vendernos medias verdades, al final la ciudadania, no les hace caso.

  4. Austràlia ha adoptat la política 0-covid i està donant bons resultats.

    Els governs -estatals i federal-, sempre han actuat sota criteris científics, no polítics. Cada dia han aplicat els consells d’un bon equip de sanitaris que a cada moment han dit el que calia fer per mantenir el virus a ratlla. Un aspecte important dels nostres governs és que han mantingut la ciutadania ben informada sense contradiccions ni mentides.

    Inclús durant els dies més durs de la pandèmia, el «premier» sortia cada nit a la televisió a donar les males notícies que eren centenars de casos i dotzenes de morts diaris. No s’amagava de res ni tergiversava els fets que eren molt greus.

    Quan ha calgut, han aixecat fronteres impenetrables entre els estats per evitar la propagació de la covid-19. Molt pocs han protestat.

    L’últim ensurt que vam tenir a Victòria va ser el passat febrer quan de sobte van aparèixer sis casos, sis, després de setmanes de tranquil·litat.
    Instantàniament les autoritats van decretar un «lockdown» que va durar cinc dies. Tothom a casa, escoles i comerços tancats fins que es va controlar la situació.

    Ara podem viure tranquils i pensem que ha pagat la pena els sacrificis que vam suportar al principi, quan imperava el desconcert i el caos.

  5. Yo podría comprender que aquellos que no tienen trabajo ni lo mínimo necesario para vivir se rebelaran anteponiendo la economía a la salud, porque les va la salud en ello, y no es un juego de palabras pues la inexistencia de economía también mata. Sería un indicativo de que el tejido empresarial y el Estado han fracasado. Ese tipo de protestas sí tendría contenido político y sí sería por los derechos fundamentales. Pero montar revueltas porque no puedes disfrutar de tomarte una cerveza en un bar o por no poder ir a una discoteca ya me parece un despropósito. El que la Comunidad de MADRID se haya convertido en el destino de todos estos jóvenes y no tan jóvenes europeos que no tienen otra preocupación que el “querer irse de fiesta”, en el contexto que acabo de describir, es un indicativo del nivel de estulticia política de los gobernantes, y de la aún poca responsabilidad de los ciudadanos.

    Saludos cordiales

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