Los aliados se reencuentran

La presencia de Joe Biden en la cumnbre de la OTAN en Bruselas significó un reencuentro de los aliados tras el disruptivo mandato de Trump

Las democracias pueden caer en la tentación de comprar los éxitos económicos y sociales de China sin tener en cuenta que es un régimen sin libertades individuales y no cree ni practica la democracia. El autoritarismo de Putin fascina a cuantos piensan que la fuerza ­resuelve mejor los conflictos que los debates en el marco de las leyes.

Hace años que Europa acepta resignadamente que el eje del progreso se ha desplazado a ­China y que Rusia vuelve a ser una amenaza, esta vez a la integridad territorial de los países que se independizaron al desmoronarse la Unión Soviética. Las cicatrices de aquella ruptura interna están marcadas en el sentimiento y las emociones de los rusos, a los que Putin gobierna con mano de hierro.

El aislamiento retórico y práctico de los cuatro años de Donald Trump abonó la idea de que las democracias no podían hacer frente a los éxitos económicos y al rearme de la China autoritaria de Xi Jinping. Trump despreciaba a los europeos y se desvinculaba de todas las alianzas contraídas por sus antecesores a lo largo de los años.

Joe Biden ha revertido el discurso aislacionista y ha devuelto la confianza en la seguridad colectiva, que seguramente fue la aportación norteamericana más relevante a lo largo del ­siglo pasado.

Biden ha dicho que si la OTAN no existiera habría que inventarla. Los treinta países que forman parte de esta alianza militar tienen ­historias propias y con frecuencia intereses contrapuestos. Turquía y Grecia, por ejemplo, tan cercanas y tan alejadas, han estado peleándose por cuestiones territoriales a lo largo del último siglo.

Estados Unidos ha empezado a recomponer las alianzas que Trump desvirtuó con su eslogan de “América primero” y que importó la Inglaterra del Brexit, alimentando un populismo que ha entrado en muchos parlamentos europeos con el sello de la extrema derecha. La revitalización de la OTAN es una garantía para la defensa de las fronteras y para fortalecer los valores de la libertad en los países democráticos.

Pero tiene que ponerse al día para hacer frente a las posibles amenazas que vendrán de China, poseedora de la primera flota del mundo, que protege su expansión económica en todos los continentes. Rusia dio un zarpazo incorporando a Crimea en el 2014 y ocupó militarmente dos regiones orientales de Ucrania. Los tres países bálticos, Polonia, Hungría y el resto de los antiguos miembros del Pacto de Varsovia puede que no asimilen los hábitos democráticos de Europa occidental, pero lo que no quieren es ­caer otra vez bajo el control político o militar del Kremlin.

Biden ha recuperado el liderazgo occidental con buenas maneras y con el espíritu de cooperación entre los aliados. El reto no es ya quién tiene arsenales más poderosos o más número de soldados o aviones. Los conflictos y las posibles guerras se librarán en el campo de la inteligencia cibernética y en el dominio del relato global. Ha pasado inadvertido, pero Estados Unidos y la OTAN han perdido la guerra de Afganistán tras veinte años de intervenciones militares.

Como siempre, los parámetros se situarán entre la libertad y el autoritarismo, entre los fuertes y los débiles, entre la justicia y los abusos de la dignidad de las personas. Es pronto para valorar el cambio de paradigma que se ha producido en Washington, pero la delicadeza humana del presidente Biden comparada con la brusquedad y matonismo de Trump es por sí misma un avance notable.

Sin embargo, la cumbre que se celebrará en España en el 2022 tendrá que afrontar los retos que vienen de Oriente, los de las fronteras del sur, el drama del cementerio de migrantes ­sepultados en el Mediterráneo y, sobre todo, la estrategia global de la OTAN en tiempos de ­inestabilidad pro­ducida por las desigualdades en el orden global y los cambios derivados de los avances de la ciencia.

Publicado en La Vanguardia el 16 de junio de 2021
 

  3 comentarios por “Los aliados se reencuentran

  1. Esta claro que Europa, con EEUU, y con alianzas en Africa y latinoamerica,Canada.Japon,India y otros es el contrapeso contra Rusia y China. UK veremos si no se arrepiente.
    Esta guerra comercial, entre paises y bloques ya es «normal» desde hace muchas decadas, sera como siempre, un tira y afloja….desde posiciones mas «raras» con Trump…zanahoria y palo, a posiciones tipo Biden,obama,Kennedy,Bush padre. Me parece que no hay grandes cambios, es la geoeconomia de siempre, la geopolitica de siempre, ahora con China pisando los talones.

  2. Sputnik V vaccination has begun in Slovakia. The convey of the Russian vaccine to the countryside was accompanied by a civic abase and led to the relinquishment of Prime Minister Igor Matovich and a revamp of the government. As a culminate, the country received the Russian vaccine, ignoring the items that neither the European regulator nor the WHO has until these days approved it.
    In neighboring Hungary, which approved the improvement of Sputnik in February as the beforehand in Europe, more than 50% of the ripe citizens has already been vaccinated; in Russia – a small more than 10%. In Slovakia, five thousand people signed up in place of the Sputnik vaccination.
    I absolutely agree with you. There’s something to it, and I think it’s a good idea.. You can be familiar with another article on this topic at this link https://simcast.forsaljning.site

  3. Biden es capaz de llamar asesino a Putin y a renglon seguido mostrarle la quijada e ir al business que es lo que interesa.
    Rusia y China practican un capitalismo de estado que funciona de perlas (para ellos) mientras en Occidente vamos fabulando sobre el sexo de los angeles.
    Putin no es el problema Sr. Foix, y China en un momento dado sera el primer tenedor de inmuebles en USA a traves de quedarse con las hipotecarias del pais.
    Mano de hierro? puede, No son tiempos de blandenguerias.

Comentarios cerrados.