Más política y menos comedia

Pedro Sánchez ha vuelto a desconcertar con una reflexion de cinco días en la Moncloa para amenazar con que se iba pero concluyendo que se quedaba.Hay que ganarse la confianza de la mayoría que quiere ser gobernada responsablemente.

Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. No sé si calculando una jugada de ajedrez en los cinco días recluido en la Moncloa o recurriendo a un golpe de póker al amanecer del lunes. Ha decidido seguir, con más fuerza si cabe, y la teatralidad de la operación ha confundido a quienes lo querían fuera y a los que imploraban que se quedase y así mantener sus posiciones.

Es un crack que descoloca al personal superando adversidades reales o ficticias. Combina, siguiendo las sutilezas de El príncipe de Maquiavelo, la fuerza y la astucia, la fortuna y la audacia. No le importa ser amado o ser temido, lo que pretende es ostentar el poder utilizando las herramientas de que dispone. Y, hasta ahora, lo ha conseguido aun a costa de gobernar en contra de la mitad aproximada de españoles, a los que sitúa en las tinieblas de la derecha y la extrema derecha. Sin un pacto con la otra España en unas cuantas cuestiones principales, auguro mayores convulsiones en la etapa que comienza tras el largo e inédito parón del mes de abril.

Los adversarios de Sánchez no están solo en la oposición, sino en la judicatura y en los medios de información. Sostiene el Gobierno que lo que es inquietante no es que los jueces hagan su trabajo, sino que se apoyen en los medios de información para derribar a la clase política. Hay que ser ingenuo para no haberse dado cuenta de esta práctica tan frecuente en muchas democracias liberales. Él mismo tiene experiencia en el trato con jueces y periodistas.

El punto y aparte anunciado por Sánchez no consiste solo en discursos contra el “movimiento reaccionario mundial”, sino en futuras leyes que se aprueben con los requisitos establecidos por la Constitución y que protejan los intereses contrapuestos de los ciudadanos en cualquier sociedad moderna. Hay un viejo principio en la ciencia política que dice que el momento más delicado de los gobiernos es cuando empiezan a reformarse. Aquí estamos.

Si cambia las reglas de juego de la judicatura sin el establecido consenso, cometerá un error. Y si quiere silenciar a la prensa, por muy hostil, canallesca y miserable que sea, cavará un hoyo más profundo en la confrontación de las dos Españas. En todo caso, una democracia solvente y sólida consiste en una oposición dura, una justicia independiente y una prensa crítica y libre. Se lo oí a Joe Biden en la cena del viernes con los corresponsales acreditados en Washington, un espectáculo lleno de humor y dardos sutiles pero envenenados contra el huésped de turno de la Casa Blanca. Un poco de ironía, por favor.

Un aviso a navegantes respecto a la reorientación de los medios, mayormente los digitales, que se están convirtiendo en fábricas de emociones sin promover análisis basados en los hechos. El legendario periodista Walter Cronkite fue elegido como el hombre que más confianza inspiraba a los norteamericanos hace medio siglo. El gran público se fiaba de sus comentarios.

Sánchez dice que no hay que confundir la libertad de expresión con la libertad de difamación y que hay que demostrar al mundo cómo se defienden la democracia y la libertad. Muy de acuerdo. Pero previamente hay que aspirar a algo más simple, que es ganarse la confianza del mayor número de ciudadanos que aspiran sencillamente a ser gobernados con responsabilidad y sentido común. Sin hacer comedia.

Publicado en La Vanguardia el primero de mayo de 2024

  7 comentarios por “Más política y menos comedia

  1. Menos comedia y también menos política mediocre que está llevando al país a la ruina. Necesitamos una buena administración y trasparente. Y como dijo ya hace años el Notario Sr. López Burniol, ACOUNTABYLITI, que quiere decir responsabilidad de todos los gastos. Si hasta el último €.
    Ahora nos dicen que se necesitaran no se cuantos millones de emigrantes para pagar las pensiones………
    mentira. Es para pagar los generosos sueldos a políticos, altos funcionarios y naturalmente a toda su gente jubilada anticipadamente.

  2. I aqui els tenim dinar de matrimonis a Les 7 Portes i a la Feria de Abril.
    Chicheño!
    Sens fan el pipi a sobre i diuen que plou!

  3. No creo que Sanchez conozca al ajedrez que es el aristocrata de los juegos de mesa. Mas bien le veo de chulo_poker.

    Lo cierto es que ha desconcertado al personal, incluido el toro Segador que cansinamente Enric Juliana ha vuelto al ruedo.

    El discurso bipolar del presidente del gobierno del reino de españa. despues de visitar al borbon anteayer lunes fue una tomadura de pelo colosal. Un colofon adecuado a la reflexion de los cinco dias.

    El susodicho es un peligro que va por libre. Y enfrente tiene a una tropa que da pena penita pena.

    Tot plegat des molt fort.

  4. Sr, Foix vamos a ser precisos. Lo que es escandaloso no es que los que estan en el poder » se apoyen en los medios de información para derribar a la clase política», lo inadmisible es que se apoyen en DATOS Y NOTICIAS FALSAS Y ALGUNAS VECES FABRICADAS AD HOC POR LOS MEDIOS DEL ESTADO. Dice Vd que «hay que ser ingenuo para no haberse dado cuenta de esta práctica tan frecuente en muchas democracias liberales». Yo diría que hay que ser ingenuo para creer que una profesional como Vd. no se de cuenta de su error. Empezando por el Sr. Rosell, Besolí, Trias, etc… en realidad creo que podríamos retrotraernos a Pilar Miró…
    Però l’estimo, eh?

  5. El primer día del período de reflexión de Pedro Sánchez ya dejé escrito en este mismo foro que aquello era una «pirueta más de su manual de resistencia» y una «maniobra populista» para polarizar. Quien se haya sentido traicionado, estafado o engañado por la «decisión» final de Sánchez de seguir, tiene que hacérselo mirar porque a estas alturas Sánchez ha demostrado que ha hecho, hace y hará, sin el menor escrúpulo, todo lo habido y por haber, incluso la más burda y tóxica manipulación emocional del país, con tal de seguir un minuto más en el poder. Sánchez ha iniciado una deriva populista e iliberal de extrema izquierda que jamás me hubiera imaginado que pudiera darse desde el Partido Socialista. Más pronto que tarde, veremos propuestas legislativas de control de jueces y de medios de comunicación que nos lo van a vender, por tierra, mar y aire, como regeneración democrática. Todo para ocultar que la legislatura no va a ningún lado y que los problemas reales de la gente (vivienda, pobreza, salud, educación, etc) no van a ser resueltos por esta pandilla de políticos nefastos, corruptos y sectarios. Pero, ei, mientras tengamos a la peña distraída con el franquismo y la fachosfera, a tirar millas, prietas las filas y a vender cada destrozo a la democracia y la convivencia como una ventana al progreso. ¡Comedia! ¡Farsantes!

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