Vuelven los somatenes

Vuelven los somatenes. En varios municipios catalanes se han organizado partidas para vigilar las granjas y cabañas que son objeto de robos continuados. En los últimos dos meses han desaparecido cinco tractores cuyo paradero se desconoce. Los Mossos d’Esquadra no dan abasto y sus dotaciones son insuficientes para garantizar la seguridad en las propiedades agrarias.

Cosechadora

No me gusta que el control de la seguridad pase a la iniciativa privada. Y mucho menos que la conselleria de Interior no tercie aunque sea con declaraciones tranquilizadoras. En las conversaciones en los bares de loos pueblos se dice de todo, se inventan muchas cosas, se grita, se escapa alguna blasfemia que cae como un rayo sobre la mesa de debate.

Pero el hecho cierto es que la inseguridad en el mundo rural ha aumentado mucho en los últimos meses. Es una consecuencia de la crisis, dicen los académicos y los políticos. Pero los ladrones buscan hierros, aramio, piezas de riego, tractores, cavadoras, cualquier apero que tenga un valor en cualquier rincón de Europa o de África.

Las noticias de la organización de patrullas de vigilancia salen en los diarios como notas curiosas, intrascendentes, que no merecen ni editoriales ni preguntas en el Parlamento. El Estado tiene el monopolio de la seguridad pública en todo el territorio, tanto en las calles de las ciudades, urbanizaciones desperdigadas o en el ámbito rural.

No me consta que el conseller Saura haya hecho declaraciones para aliviar el malestar de tantos agricultores y ganaderos. Eso sí, la conselleria de Interior ha vuelto a insistir en que las cosechadoras no pueden trabajar en pleno mediodía por peligro de incendio.

Cuánta ignorancia la de esos gobernantes de salón que no saben que un segador con cosechadora difícilmente provocará un incendio. Me cuentan en el café de mi pueblo que precisamente en esas horas de canícula es cuando la siega es más rápida, más eficaz, más limpia porque el cereal es derribado por la cuchilla de la cosechadora sin ofrecer la más mínima resistencia.

Las espigas, con el cuello torcido, agradecen que se ponga fin a su ciclo productivo. Los profesionales de las cosechadoras aseguran que no han provocado ni un insignificante incendio en esas horas en las que el sol cae con una extrema severidad.

El conseller Saura se reúne mañana con agricultores de las tierras leridanas. No le auguro un debate fácil. Las medidas diseñadas en despachos de la Diagonal de Barcelona no han tenido en cuenta la experiencia multisecular de los pocos payeses que quedan en el territorio.

Sería más lógico que se preocupara de la seguridad de las granjas y cabañas, de los hurtos que se producen en poblaciones pequeñas, que por lo que pueda hacer un segador de cosechadora que es el principal interesado en hacer bien su trabajo sin que se destruya nada.

No sé si se trata de ignorancia o de incompetencia. Quizás un poco de todo, Las reglas de las faenas del campo no se pueden hacer al margen de la opinión y experiencia de los agricultores. Garanticen la seguridad y dejen que las costumbres ancestrales de las faenas del campo las administren los agricultores.

Si no fuera tan enojoso sería cómico.

Publicado en La Vanguardia.es el 6 de junio de 2010

  5 comentarios por “Vuelven los somatenes

  1. Tenía una profesora de Medieval que me decía que el mundo tiende nuevamente hacia una feudalización. Cuanta razón tenía.

  2. Hoy el programa Els Matins se hace eco de este problema, dicen lo que todos sabemos, que la ley es un coladero, que los chorizos entran y salen sin problemas, que les detienen y se ríen, vamos que este país es un chollo para todos los que quieran venir a robar.

  3. Hola Sr. Foix. Molt be.

    A el campo y a las pimes, los politicos no le dan importancia, los capitalistas tampoco, los gobernantes tampoco. Y son precisamente los únicos que nos sacarán del atolladero. ¡ Parece que digo una tontería !. ¿ No ?

    Esta gran crisis global y provocada por la codicia humana ( Según el Profesor Tornabell ), los quebraderos de cabeza que nos irá trayendo. Y más con el paro galopante de 4.500.000. que tenemos.

    De todas maneras pienso que de ladrones no salimos. Porque mientras unos roban tractores y otras cosas, otros roban de forma invisible a traves de la corrupción, que generan a traves de conseguir, fraudulentamente, el cambio del valor de la tierra y de las fincas.

    Por ejemplo: Haciendo pasar de Zona Agricola a zona edificable, sea para industria ó viviendas.

    En fin. Al buen entendedor….

  4. Sr.Foix: La inseguridad que padecemos se debe en buena parte a la falta de una legislación que castigue la multireincidencia, es normal escuchar que se ha detenido a un delincuente veinte o treinta veces, pero eso no significa que haya robado solamente esas veces, es posible que eso sea el diez por ciento de la veces que ha delinquido.

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