El diálogo político no es retórica

Las posiciones están claras y definidas para que el conflicto avance hacia un choque que parece inevitable. Las dos partes marchan alegremente con la seguridad de la victoria como ha ocurrido en todos los enfrentamientos de la historia. Desde la gran manifestación de la Diada del Onze de Setembre del 2012, el Govern Mas ha llegado a la conclusión que Santiago Muñoz Machado define en una doble variante. “Les sobra el Estado español y, por otra parte, piensan que el abandono de ese marco irá acompañado de una inmediata recepcion como nuevo miembro de la Unión Europea. Pero no describen el proceso, y parece que tan importante salto político puede hacerse sin expliaciones y de un día para otro, sin que haya razón política o jurídica que pueda oponérsele”.

En el otro extremo, continua el autor del Informe sobre España, están los inmovilistas, cuya actitud resulta realmente suicida. “Creen defender la Constitución al resistirse a cambiarla, pero no tienen en cuenta que la desconsideración y las inaplicaciones de lo establecido en su título VIII son continuas, de forma que resulta menos respetuoso con la norma fundamental cerrar los ojos ante su decadencia que reformarla”.

Son posiciones que parecen irreductibles a pesar de que tanto Mariano Rajoy como Artur Mas apelen constantemente a un diálogo que sólo acepta la imposición de los postulados de uno sobre el otro. Esto no es diálogo, sino el aplazamiento de un conflicto que Rajoy no quiere precipitar, pero tampoco está dispuesto a abrir espacios para una reforma de la Constitución que podría evitar el choque. Desde las fuerzas que gobiernan Catalunya se sabe que la confrontación podría evitarse, pero a costa de ceder en el punto fundamental, que es la dependencia o unión con España. No importa que las incógnitas sobre el futuro sean múltiples y negativas a corto y medio plazo.

Los puentes están conceptualmente rotos. Quedan pasarelas por las que pueden transitar mensajeros en las dos direcciones. Es prudente recorrerlas cuantas veces sea preciso antes de que los efectos del choque sean irreversibles. El dogmatismo constitucional de Rajoy no ablandará la determinación del núcleo duro que rodea a Artur Mas, que está dispuesto a levar anclas sean cuales fueren las consecuencias. Existen pasarelas y emisarios antes de una catástrofe previa. El diálogo político no es retórica.

Publicado en La Vanguardia el 12-3-2013

  18 comentarios por “El diálogo político no es retórica

  1. Sr.Foix: Se me ocurre pensar que desde hace años el mundo ó la sociedad humana està dirigido por persones, más ó menos inteligentes, con ética y honradez ó sin ella, con talento e intel·ligència, más ó menos codiciosas, però en general sin n inguna experiència de haver pasado por las calamidades y sufrimientos de una gran guerra ó por los sacrificos y penalidades de una postguerra como la española ó la 2ª guerra mundial.

    Y esto se nota y es muy evidente en el comportamiento de todos los dirigentes de gobierno y oposición actuales.

    Son personas maduras, inteligentes, éticas y honrades pero sin n inguna experiència del sufrimiento y de las penalidades.

    Supongo que es debido a ello que sean incapaces de entender al projimo y dialogar desde la experiència del sufrimiento y de las penalidades vívides.

    No ponen ningún empeño en llegar a un acuerdo y entendimiento que satisfaga a todos los ciudadanos.

    Discuten como borregos mientras el paro y el desemparo aumentan.

    Y ayudan a la Bankia burbujera mientras no ayudan a los empresarios pequeños y medianos. Los únicos capaces de crear empleo para millones de personas.

    Es irracional que mientras discuten los partidos para assegurar sus prevendas milloones de persones esten en el paro, en el desamparo y muchos sean desahuciados por los bancos burbujeros.

    Y los políticos honrados y con ética solo hablen de sus intereses partidistas.

    Lo dicho todos son gente sin experiència del sufrimiento y del hambre sin techo.

    • P.D. He llegado a esta conclusión porque me he dado cuenta que los que crearon el Mercado Común Europeo y las bases de un futuro major en beneficio de todos los ciudadanos y para evitar futures guerres, eran persones talentudas, inteligentes y honrades pero que habian sufrido y vivido la experiència, las penalidades y desgracias de la 2ª guerra mundial.

      Y en la transición española ocurrió lo mismo. Si no que en este caso eran los hijos però que habian vivido la experiència y las vivencias de sus padres.

      Ahora es diferente y los governantes actuales no tienen ninguna experiència del sufrimiento y penalidades y supongo que es por esto que no dialogan porque no saben ó no sienten la necesidad.

      España por no dialogar es incapaç de poner un presidente catalan al frente de España, como hizo Cataluña con el Sr.Montilla ( Un cordobes )de Presidente de la Generalitat.

  2. España, destino tercer mundo
    El brusco fin de de un periodo de bienestar que creíamos eterno. Esta no es una crisis cualquiera, sino una convulsión social

    RAMÓN MUÑOZ 11 NOV 2012 – 00:00 CET

    Se han escrito muchos libros sobre la crisis, y se han quedado viejos antes incluso de que salieran a la venta. El doble error: aplicarse en un optimismo antropológico basado en la idea de que la historia siempre avanza y evaluar la actual catástrofe financiera y económica como si fuera una crisis cíclica más. Los hechos y el agravamiento de la situación están desmontando ambas falacias.
    La confianza histórica en el progreso de la humanidad, con breves recesos, está instalada en la conciencia colectiva. Y se ha trasladado a la economía por inercia. Nada más lejos de la realidad. Como parte del llamado mundo desarrollado, los españoles hemos vivido entre 40 y 50 años de bienestar, una prosperidad inédita desde el comienzo de los tiempos. Ese periodo de riqueza ha sido la excepción, y no la regla como nos han hecho creer y hemos aceptado por comodidad.
    Esta no es una crisis cualquiera, sino una convulsión social…
    … que va a dar un vuelco radical y definitivo a nuestro nivel de bienestar, devolviéndonos a épocas pasadas marcadas por la inmigración y la pobreza. Esta es la desencantada tesis de «España, destino tercer mundo» (Deusto), el estreno editorial de Ramón Muñoz, el periodista que desde las páginas de EL PAÍS lleva años alertando a contracorriente de la gravedad de esta recesión, ocultada por los mercenarios del optimismo, desde políticos y financieros hasta periodistas. Negocios publica el prólogo de este libro que sale a la venta el próximo martes, día 13. Un obra sombría pero honesta, que augura catástrofes financieras por venir como una suspensión de pagos de la deuda, o incluso el corralito y la salida del euro.
    La clase media como cimiento de esa bonanza es un invento reciente. No tiene ni un siglo de existencia. Y lo mismo puede decirse de la mayor parte de los sistemas de asistencia social —entre ellos, el nuestro— que han permitido la creación de esa especie a medio camino entre ricos y pobres en la que se basan las naciones modernas y desarrolladas. Pero, ¿en qué tablas de la ley está escrito que iba a durar siempre? La clase media está en peligro de extinción. Como a los dinosaurios, que antes que ella dominaron la Tierra, un meteorito la puede barrer de muchas partes del planeta donde se creía a salvo para siempre, como es el caso de España. Llámenle Gran Recesión, Gran Depresión o Gran Cataclismo. Lo de menos es el nombre, pero desde luego no se puede decir que sea una crisis más. Lo que estamos viviendo sólo en sus albores no tiene parangón histórico alguno. Ni siquiera la Gran Depresión de 1929 sirve de referencia. Desgraciadamente, de aquel marasmo se salió gracias a la Segunda Guerra Mundial. No parece previsible que un conflicto bélico vaya a salvarnos ahora. Así que nadie puede aventurar cómo escaparemos de ésta.
    España está en el centro de esa vorágine de depresión económica sin salida que amenaza con destruir todos los lazos sociales que dan estabilidad a una nación y el futuro de varias generaciones.
    Aunque el detonante ha sido el estallido de la burbuja inmobiliaria, la verdadera causa de que España haya caído en un pozo cuyo fondo no hemos tocado y, peor aún, no se perfile ninguna escapatoria, es que no producimos ya nada. En los últimos 30 años, hemos asistido a un escrupuloso proceso de desmontaje de toda nuestra industria (y de la agricultura) como paladines de la globalización. Algo que todos los países occidentales sufren, pero que ninguno ha celebrado como el nuestro. Todo lo que consumimos viene de mercados exóticos, de China, India, Bangladesh, Vietnam, Egipto…
    “España está abocada a una suspensión de pagos y a una quita”
    Hemos creado una sociedad low cost (bajo coste), de todo a un euro, productos baratos, vuelos baratos, viajes baratos. Arropados por la fortaleza de la moneda única, y cumplido el sueño de firmar una hipoteca por encima de nuestras posibilidades, los españoles nos hemos dedicado a viajar por los rincones del mundo, a comprarnos el último smartphone, a llenar las autopistas de 4×4… Ese espejismo de nuevos ricos sin ocupación alguna se ha esfumado, y ahora nos damos cuenta de que nos estamos convirtiendo en un país low cost, con sueldos low cost, sanidad y educación low cost, que camina indefectiblemente hacia la penuria. Un país de camareros, guardias de seguridad, funcionarios y albañiles en paro, cuyas generaciones futuras ya no van a viajar sino a emigrar. Y no van a vivir peor que sus padres, como ha acuñado el eslogan. Con suerte, van a sobrevivir como sus abuelos.

    Los mercenarios del optimismo, como yo les llamo porque trabajan a sueldo de los que verdaderamente mandan y han arruinado al país, les han estado contando, y aún hoy lo siguen haciendo con total impunidad, que de ésta también saldremos. Y claro que vamos a salir, pero empobrecidos hasta unos niveles que no se recuerdan desde los años 50, con varias generaciones perdidas, trabajo escaso y mal pagado, y unos jubilados que van a ver esfumarse sus cotizaciones y sólo podrán aspirar a pensiones mínimas de caridad.
    Pese a los mensajes tranquilizadores de los políticos y los medios de comunicación cómplices, el sistema financiero español está quebrado, con un nivel de endeudamiento brutal, tanto público como privado. Ni la Unión Europea, ni el Fondo Monetario internacional, ni el Banco Central Europeo, ni Alemania pueden engullir una deuda de 2,4 billones de euros para salvarnos. España como país está abocada a la suspensión de pagos, y a una quita sobre la astronómica deuda que ha colocado en los mercados internacionales en forma de letras, bonos y obligaciones y que es imposible devolver. Otros países lo hicieron antes como Tailandia, Rusia o Argentina.
    El problema es que ninguno de ellos estaba sometido a una moneda común como el euro. Y es que el siguiente e ineluctable paso al default es la salida del euro y la vuelta a la moneda nacional, la peseta (o como quieran denominarla). Ese proceso puede pasar a su vez necesariamente por la palabra que más aterroriza a los ciudadanos: el corralito. Tarde o temprano, el Gobierno debería decretar una restricción de los fondos que se pueden retirar de los bancos. Inmediatamente después (o al mismo tiempo), decretaría una medida aún más desastrosa para los ahorradores: el corralón. Fijaría un cambio obligatorio entre el euro y la nueva moneda nacional con una devaluación que puede alcanzar e incluso superar el 50%. Automáticamente, los fondos depositados en las entidades financieras se convertirán en pesetas. Y de un plumazo, los depositantes perderán hasta la mitad de sus ahorros.
    “Somos un país low cost, con sueldos, sanidad y educación low cost”
    Ya ocurrió en Argentina en 2001 que adoptó de forma suicida el dólar como moneda nacional con la misma ligereza que nosotros nos pasamos al euro. La argentinización de España es hoy una realidad. Los jóvenes preparados tienen como única salida la emigración; el resto, es carne de cañón de las villas-miseria que se están levantando a las afueras de nuestras ciudades. Los trabajadores —los que tienen un empleo y los que lo buscan— van camino de convertirse en lumpen, sin conciencia de clase, con salarios de supervivencia, predestinados a jubilaciones con pensiones asistenciales.
    España está ya inmersa en un retroceso de sus condiciones de bienestar que nos va a devolver a los estándares de los llamados países en vías de desarrollo, ese eufemismo empleado para definir a las sociedades que viven en un clima de penuria general y desigualdad, en donde sólo unos pocos se benefician de los periodos de crecimiento. No es nada nuevo. Así subsisten desde siempre millones de latinoamericanos, norteafricanos o asiáticos. Y así vivíamos los españoles en los años 40 y en los 50.
    Y frente a lo que pueda pensarse, vamos a sufrir ese empobrecimiento con resignación, porque, paradójicamente, ese periodo de bienestar nos ha vacunado contra la revolución, nos ha desarmado para oponer resistencia frente a los poderes establecidos. Éste es un libro que pinta un futuro triste y no cree que haya escapatoria alguna. Por eso, no se lo recomiendo a optimistas o a votantes de partidos mayoritarios. Si acaso va dirigido a algún otro lector inquieto, harto de leer las mentiras patrocinadas que le han estado contando los diarios durante tantos años.

  3. Per què la majoria d’espanyols tenen tanta mania als catalans?
    Per què hi ha tants catalans amb una autoestima tan baixa que també odien Catalunya?
    Per què els bascos, tot i la violència d’ETA, han estat sempre més ben rebuts a Madrid que no pas els catalans?
    Per què els expresidents Suárez i González i altres polítics espanyols coincideixen amb els francesos a considerar el «problema catalán» més greu que el basc?
    Per què el general Espartero (sXIX) i el president Manuel Azaña (sXX) coincidien que la solució al problema català era bombardejar Barcelona cada cinquanta anys?
    L’historiador Xavier Escura i Dalmau ens parlarà sobre el seu assaig on respon a aquestes i altres preguntes que habitualment naveguen en un mar de tòpics i prejudicis. Un mar on els icebergs del reduccionisme i l’adulteració històrics fan naufragar fins i tot naus cultes i honestes. Són les preguntes que polítics i periodistes solen despatxar — amb la prudència del qui no vol ofegar-se — apel·lant a causes històriques complexes i inextricables. Causes on s’entortolliguen les raons i els sentiments dels diferents pobles hispànics.
    I és la ignorància d’aquests íntims ressorts la que, segurament, condemna aquests pobles a continuar arrossegant uns vells fantasmes que cíclicament ressorgeixen en forma de ressentiments, odis i complexos, tot dificultant el que hauria de ser una relació madura i profitosa entre veïns.
    Això, i molt més aquest proper dimecres 13 de març, a 2/4 de 8 del vespre al Centre Cultural en l’acte que organitzen conjuntament Terrassa per la Independència i Òmnium Cultural de Terrassa.

  4. Ara mateix, Sr. Foix, no és que el diàleg polític no sigui retòric, sino que , simplement, no és.

    En el cas que fos, desgraciadament seria pura retòrica, perque cap de les dues parts està disposada a l’ entesa. Cap de les dues parts, està disposada a cedir en res. Personalment crec, que no solament els ponts s’han trencat, sino que les passarel.les que vostè sovint esmenta, també estan seriosament deteriorades. En última instància, quan vostè parla de passarel.les, sovint m’ imagino aquelles passarel.les fetes de liannes i travessers de fusta lligats amb cordils que se’n van a «fer punyetes» a la mínima que bufa el vent ( n’hi han unes quantes al Marroc , fetes pels pobles berebers per travessar els rius…..i se’t posen per corbata…..!!!) Doncs així veig jo, els canals de comunicació entre Catalunya i España. Els politics estàn crispats i per tant la politica és crispada i de la crispació, mai en surt l’ entesa.
    Estem a la selva, la «llei del més fort». Estem en un pols politic.
    I és que,…algú sap d’algún cas, al llarg de la història, on un «imperialista» s’ avingui al consens ??…o més aviat, tot es resolt en fer valer el poder i la força bruta …

    «Pels seus fets els coneixereu»….No em negarà que n’hi han que es retraten molt i sense cap mena de vergonya.

  5. Señor Foix no se preocupe mucho. Como históricamente ha sucedido siempre, los catalanes haremos marcha atrás cuando las cosas se pongan serias…no parece que tengamos carne de héroes…

  6. Señor Foix no se preocupe mucho, como históricamente ha sucedido los catalanes haremos marcha atrás cuando las cosas se pongan serias…no parece q

  7. Com vaig escriure fa poc en aquest espai obert pel Sr. Foix per a la reflexió i el diàleg, és evident que l’estat espanyol fa un atac sistemàtic a qualsevol forma de progrés de Catalunya. Castella ha estat sempre imperialista i no canviarà. No ens hi escarrassem, no perdem el temps en diàlegs impossibles.
    El que cal ara és preparar-nos bé, créixer cap endins, netejar la nostra casa de gent que ha defraudat la confiança del nostre poble, enfortir la nostra societat amb treball, esforç i valors, com s’ha fet sempre en el nostre país.
    Cal enfortir les relacions amb Europa que es el nostre espai cultural mes d’acord amb la nostra manera de ser.
    Cal explicar bé, a Europa i també a Catalunya, el que som i volem. Cal incrementar l’exportació a altres països per no dependre tant d’Espanya.
    I sobretot no hem de tenir por al futur: És que no confiem en les persones de casa nostra? Són millors que nosaltres els francesos, els alemanys, els holandesos, els anglesos? Tan avall ens ha portat la societat de consum i de plaer que no som capaços de reaccionar, que hem quedat sense forces davant els ideals d’un futur propi millor, que haurem de guanyar certament amb esforç?
    O preferim que des de Castella ens administrin i ens prenguin el poc que ens queda? Fins i tot la llengua que parlem?

    • Molt be Jordi P, tot i que ens cal fer moltes coses, totes formen part d’un preu per preservar el que som.
      Tot i que els polítics ara no estan a l’alçada els necessitem i els hi hem de donar tot el suport.
      Tots sabíem i sabem que no serà fàcil, però el camí hi es i l’hem de fer.

  8. Sr. Foix:
    Perque un diàleg sigui fructífer o no al final, fan falta dos interlocutors disposats.
    Sincerament vostè ho veu a Madrid, millor dit en el govern del PP. Jo no ho veig.
    Només veig actuacions a l’estil xulo de barri del Sr. Montoro entre altres.
    I si miro al costat del PSOE veig Rodríguez Ibarra i els seus comentaris de tan elevat to intel·lectual.
    Ahh i sense oblidar-me dels numerets de la Sra. Camacho sobre els escortes i els Mossos d’Esquadra.
    O algú es creu a aquestes alçades de la pel·lícula que aquesta diputada catalana al Parlament, actua per lliure i no consulta la seva estategia amb el carrer Gènova.

    El que passa que la veritat sempre surt a la llarga, tot i El Mundo, supòsits esborranys de la Policia Nacional,…
    Un exemple d’avui:
    Suïssa desmenteix la UDEF i assegura que ni Mas ni Pujol tenen comptes
    http://www.lavanguardia.com/politica/20130312/54369201576/suiza-desmiente-udef-mas-pujol-cuentas.html

    A la Sra. Camacho que podria fer de pont si volgués de veritat el millor per a Catalunya i Espanya, cal recordar-li que la policia catalana és un cos que forma part dels cossos i forces de seguretat de l’Estat.

    El temut xoc de trens arribara serà a finals del 2013, el 2014, però arribara.
    La tècnica de Rajoy no fer res, mirar cap a un altre costat esperar que el president Mas es cremi solet no li funcionara.
    I la política de molts dirigents del PP al millor estil Montoro que l’enemic ni aigua, tampoc.
    No s’han adonat que hi ha molts ciutadans/es que volen, volem una altra relació diferent de l’actual amb Espanya.

    Espanya no ha sabut presentar una oferta per canviar als que volen marxar, i l’únic que mana són insults, menyspreu, i numerets tipus Sra. Camacho.

    La llibertat d´un poble, i la dignitat de la seva gent estan en joc.

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