Thatcher entra en la historia

Pompas oficiales en Londres para despedir a la más revolucionaria conservadora del siglo XX

Cortejo fúnebre Thatcher images

Desfile del cortejo fúnebre hacia Saint Paul’s Cathedral

Los ingleses son desorganizados y aparentemente desgarbados. No les gustan los uniformes ni las excesivas apariencias personales. Pero cuando se ponen a exhibir la pompa del patriotismo, las banderas y los desfiles reales o militares, hay pocos pueblos que les puedan superar. Ayer volvieron a mostrar la parte más cromática, protocolaria y litúrgica en el funeral de Margaret Thatcher, que fue trasladada desde la capilla de Westminster hasta la catedral de San Pablo, esa majestuosa mole en la City de Londres, obra del arquitecto Christopher Wren.

Hace unos meses vimos en directo centenares de embarcaciones que subían Támesis arriba celebrando el 60.º aniversario de la coronación de Isabel II. La reina parecía uno de sus antepasados de la casa de Hannover que navegaban por el río flanqueados por otra barca en la que Händel inauguraba para la ocasión la Música acuática. La Queen’s Parade, celebración anual folklórica entre uniformes, medallas, bandas y cornetas, es más que una atracción turística. Es el colorido imperial que reviste las glorias pasadas de un país que se resiste a dejar de ser una potencia y contentarse con la normalidad de los eximperios.

Margaret Thatcher ha sido una primera ministra que ha cambiado el rumbo de la historia británica en la segunda parte del siglo XX. Ha dividido al país pero lo ha cambiado. La revista The Economist la sitúa en portada, en blanco y negro, pero con un titular que lo expresa sin matices: «Freedom fighter». Luchadora por la libertad. En su editorial principal acaba diciendo «que lo que el mundo necesita ahora es más thatcherismo, no menos».

Veteranos de la guerra de las Malvinas trasladaron el féretro desde el furgón hasta el interior de la catedral. Más de dos mil personas esperaban la llegada de los restos de la primera ministra como en otros tiempos entraban en la nave central los féretros del almirante Nelson, el duque de Wellington o Winston Churchill.

La grandiosidad de la ceremonia que paralizó el centro de Londres no fue acompañada por el griterío festivo de otras ocasiones. Era un funeral. Recuerdo la boda del príncipe Carlos y la princesa Diana, que fue una explosión de júbilo. Ayer se observaba gran respeto pero un respeto silencioso, quizás triste, en recuerdo de quienes padecieron las consecuencias del mundo nuevo que supuso la revolución conservadora de Thatcher.

Sus aciertos y sus errores han entrado en el umbral de la historia. Los liberales que han querido apartar al Estado de los asuntos privados piensan que fue una intérprete de los nuevos tiempos. Pero quienes ven que sus doctrinas han enviado al desamparo a millones de personas cobijadas bajo el Estado de bienestar no aceptan el legado de lady Thatcher. La Gran Bretaña oficial enterraba con gran pompa a la sepulturera de John Maynard Keynes. La historia la va a evaluar.

Publicado en La Vanguardia el 18-04-2013

  14 comentarios por “Thatcher entra en la historia

  1. *(Resposta meva al Sr. Salvador Sostres) per si no ho afegeix al seu webLog

    Benvolgut Sr. Salvador Sostres:
    Sense voler entrar en polèmica permeteu-me dir-li el següent:
    Primer: Crec sincerament que vostè és totalment injust amb el periodista Sr. Lluis Foix.
    Segon: Desconec si vostè està ressentit per què no ha pogut entrar a treballar a La Vanguardia, ni ho sé ni m’importa.
    Tercer: Des de fa anys llegeixo al Sr. Foix, els seus articles lliguen moltes vegades temes d’actualitat, amb reflexió, anàlisi, capacitat de fer pensar, certa història, coneixement, i capacitat d’anàlisi.
    Quart: Deixar malament a un col·lega queda malament, però si a més és amb mala educació, ressentiment i mala llet, el que queda malament és vostè.
    Cinquè: Però el que no puc acceptar és que els que llegim i/o seguim al Sr. Luis Foix som justets, curtets, i/ o mancats de cert nivell intel·lectual.
    Sisè: Els premis, la quantitat de lectors, i persones que tenim al Sr. Lluis Foix com un dels periodistes de referència devem d’estar equivocats.
    Setè: Espero que el Sr. Foix segueixi (malgrat la seva opinió), escrivint com ho fa, de vegades fins a dos articles diaris, segueixi en la tertúlia els dilluns de RAC1, i els divendres a 8tv amb un altre gran periodista que és Josep Cuni.
    Vuitè: El poeta Joan Margarit no pensa com vostè com va demostrar en la presentació del darrer llibre del Sr. Lluis Foix que va per la tercera edició, i que no tinc dubte serà un èxit del Sant Jordi d’enguany.

    Un consell: abans de realitzar un article tan desarcertat que ni el Sr. Javier Godó se salva, descansi, respiri profundament, preneu-vos un bon cafe veneçolà i després comenceu a escriure.
    Li sortirà un article més bonic, educat, i agradable de llegir.

    Un comentarista de Foixblog res curtet, ni just amb formació universitària tècnica i de lletres.

    • Precisamente lo que busca ese tipo de personas es que se hable de ellos cuando escriben barbaridades, lo mejor es no hacerles el menor caso, es lo que más les puede fastidiar, pasar inadvertidos. Seguro que Foix no pierde ni un segundo en el tema.

  2. Como siempre, Arturo Pérez Reverte lo borda… lean y verán.

    «La Cultura, la Educación, la Sanidad, las clases altas, medias y bajas, expoliadas. Y el disparate administrativo-político-autonómico, ni tocarlo. A ver si lo he entendido, señor presidente… Hasta por morirme debo pagar un 21 %…

    Señor presidente. ¿Para qué sirven 390 senadores (con la brillantez media y la eficacia política media de un Iñaki Anasagasti, por ejemplo)?
    ¿Para qué sirven 350 diputados y 54 eurodiputados? ¿Nos apañaríamos peor de lo que estamos con la mitad? ¿Me lo dice en serio?

    Subpregunta: si un concejal de Villacantos del Botijo, por ejemplo, necesita contratar a 15 asesores… ¿Para qué puñetas sirve ese concejal, aparte de para dar de comer a numerosos compadres y parientes?
    ¿Para qué sirven 1.206 parlamentarios autonómicos y 1.031 diputados provinciales? ¿Sabe usted lo que cobra toda esa gente? ¿Y lo que come?

    Ese tinglado regional, repartido en diecisiete chiringuitos distintos, duplicados, nos cuesta al año 90.000 millones de euros. Con ahorrar sólo la mitad… Eche usted cuentas, señor presidente. Que yo soy de Letras.

    En vista de eso, ¿cómo es posible que el Gobierno de este putiferio de sangüijuelas y sangüijuelos se la endiñe a las familias y no a ellos? Que en vez de sangrar a esa chusma, se le endiñe a la Dependencia, a la Sanidad, a la Educación, a la Cultura, al pequeño comercio? ¿A la gente que de verdad lucha y trabaja, en vez de a esa casta golfa, desvergonzada y manifiestamente incompetente? A ese negocio autonómico absurdo e insostenible, del que tanta gentuza lleva viviendo holgadamente desde hace más de treinta años. 17 parlamentos, 17 defensores del pueblo, embajadas propias, empresas, instituciones.
    Negocios casi privados (o sin casi) con dinero público. El único consuelo es que a esa pandilla depredadora la hemos ido votando nosotros. No somos inocentes.
    Son proyección y criaturas nuestras. Treinta años engordándolos con nuestras imbecilidad y abulia política. Cuando no con complicidad ciudadana directa: Valencia, Andalucía… Con unos tribunales de Justicia cuando no politizados o venales, a menudo lentos y abúlicos. El golfo, impune. Y el ciudadano, indefenso. Esos políticos de todo signo (hasta sindicalistas, rediós) puestos en cajas de ahorros para favorecer a partidos y amiguetes. Impunes, todos.
    Me creeré a un presidente de Gobierno, sea del color que sea, cuando confiese públicamente que este Estado-disparate es insostenible. Cuando alguien diga, señor presidente, mirándonos a los ojos, “voy a luchar por un gran pacto de Estado con la oposición. Me voy a cargar esta barbaridad, racionalizándola, reduciéndola, controlándola, adecuándola a lo real y necesario. Voy a desmontarles el negocio a todos los que pueda. Y a los que no pueda, a limitárselo al máximo. A lo imprescindible.
    Aquí hay dos autonomías históricas que tendrán algo más de cuartelillo, dentro de un orden. Y el resto, a mamarla a Parla. Y el que quiera entrar en política para servir al pueblo, que se lo pague de su bolsillo”.
    Pero dudo que haga eso, señor presidente. Es tan prisionero de su propia chusma político-autonómica como el Psoe lo es de la suya. Ese toque de jacobinismo es ya imposible.
    Tiene gracia. No paran de hablar de soberanía respecto a Europa quienes son incapaces de ejercerla en su propio país. Sobre sus políticos. Dicho en corto, señor presidente: NO HAY COJONES. Seguirán pagándolo los mismos, cada vez más, y seguirán disfrutándolo los de siempre. El negocio autonómico beneficia a demasiada gente.
    Usted, señor presidente, como la oposición si gobernara, como cualquiera que lo haga en España, seguirá yendo a lo fácil. A cargar a una población triturada, con cinco millones de parados, lo que no se atreven a cargar sobre sus desvergonzados socios y compadres. Seguirá haciéndonos aun más pobres, menos sanos, menos educados. Hasta el ocio para olvidarlo y la cultura para soportarlo serán imposibles. Así que cuando lo pienso, a veces se me va la olla y me veo deseando una intervención exterior. Que le vayan a frau Merkel con derechos históricos, defensores del pueblo, inmersiones lingüísticas, embajadas y golferías autonómicas. De tanto reírse, le dará un ataque de hipo. De hippen, o como se diga allí.
    Lo escribía el poeta Cavafis en “Esperando a los bárbaros”. Quizá los bárbaros traigan una solución, después de todo. Para esto, que nos invadan los bárbaros de una puta vez. Que todo se vaya al carajo y el Sentido Común reconozca a los suyos. Si quedan. Recristo. Qué a gusto me he quedado esta tarde, señor presidente».

    «Yo sí llego a fin de mes. Pero hay demasiados que no llegan».

    «Mi único partido político fiable es una biblioteca. Más gente debería votar por ellas».

    «Pues fíjese que no creo que el problema sea de demasiados funcionarios. Lo creo más bien de clientelismo bajo cuerda».

    «Todos esos compadres y amiguetes pasándose créditos, contratos y privilegios unos a otros al socaire del cargo o el escaño».

    «No pretendo nad a con esto, pero quedarse callado teniendo voz para blasfemar sí es una vileza. Por los que no tienen».

    «Sería más cómodo estar callado y vender novelas. Pero entonces me daría mucha vergüenza cuando me preguntaran por qué me callo».

  3. Bona tarda, Sr. Foix: ¿A llegit per un casual l’article que li dedica el Sr. Salvador Sostres? Apareix al seu blog, amb data 10 d’abril. Potser li agradi. Salutacions.

    • Acabo de darle un vistazo al articulo vomitivo de Sostres. Este individuo es directamente una bazofia.

      • Jo també acabo de fer-hi una ullada i ,em sumo al comentari d’en dogbert,
        Fins i tot diria que l’adjectiu utilitzat, “ Bazofia” es queda curt.

    • ese tal sostres es un impresentable de tomo y lomo. y no utilizo otros adjetivos porque el insulto directo queda feo. en fin, la democracia a veces tiene estas cosas, que te obliga a tomar mucho primperan… se llamaba así eso para evitar las nauseas, ¿verdad?

  4. Jo he donat el meu cos a la ciència. Pertanyo al graó mes baix de les classes socials i es la meva manera de contribuir al progrés en be de la humanitat. Ni per això a servit la Thatcher desprès de morta. Nomes per a la parafernàlia.
    La llibertat. Quina llibertat?. La d’un sistema que mostra la seva cara mes criminal. La del sistema que defensà la Thatcher . La d’un sistema que emmagatzema el menjar perquè pugi el seu preu en el mercat, mentre cada quatre segons es mort de gana un esser humà. La d’un sistema que provoca guerres on moren essers humans perquè alguns poderosos s’enriqueixin amb la venta d’armes. Guerres devastadores del patrimoni que desprès, amb el restabliment, serà objecte de benefici que anirà a parar a les butxaques dels que les han ajudat a provocar.- Si algú no so creu nomes cal revisar els guanys de les empreses d’un dels vicepresidents americà d l’època Bush fill per fer-ho servir d’exemple. Guerres per apropiar-se dels recursos naturals d’altres països. Guerres on participen i moren nens. De quina llibertat parlem?. De la que dorm en els braços de l’injustícia. Que esperem d’un sistema que fia la resolució dels problemes econòmics de les famílies en la caritat?. Probablement no hi ha res mes abstracta que els números, però quan aquests s’apliquen a una realitat concreta son molt alliçonadors. Quin tan per cent representen els poderosos que tenen a les seves mans el 80 per cent de la riquesa del planeta?. Un, dos, tres, quatre. Acaba de morir un esser humà per falta d’aliment, mentre gent com la Thatcher defensa la llibertat d’aquest petit tan per cent de poderosos per que engreixin amb llibertat les seves butxaques. Si no volem veureu per que no ens faci mal la consciencia anem mes prop hi tractem d’esbrinar la quantitat de suïcidis que hi ha al Estat Espanyol, per la misèria a la que ens està condemnant aquest sistema. Suïcidis que els mitjans de comunicació amaguen i converteixen en accidents. De cop hi volta el tren atropella a mes persones que mai.
    No ens deixem enganyar mes. Els humans que es moren de gana i la crisi, tenen un denominador comù. Cap dels dos problemes es per falta de recursos, ni alimentaris ni monetaris. El problema es la distribució injusta d’aquest recursos que ve propiciat per el sistema en el que vivim.

  5. Por muy The Economist que sea que se lo hagan mirar esto de que ahora se necesita mas thatcherismo.
    Ya con Cameron que juega siempre a la mejor carta de dos barajas los ingleses y los europeos ya vamos servidos.
    El principio del fin del estado que atiende a todos sus ciudadanos en unos minimos dignos lo inicio Thatcher aqui en Europa.
    El fin del estado compasivo con los menos afortunados lo inicio Thatcher en Europa.
    Su legado ha sido el poner los railes de una catastrofe social en la que estamos, dirigidos a romper el escalado social, dejando solo una elite en la cumbre y una gran masa menesterosa en la base con todo un paramo de por medio a modo de colchon de seguridad de los de arriba y taponamiento de los de abajo.

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