Ejes nacionales y derechos sociales

Carles Puigdemont en el debate de política general

Carles Puigdemont en el debate de política general

La sensación de vivir en un país de discursos grandilocuentes, utópicos pero impracticables, se manifiesta cada vez que los diputados se reúnen en un pleno parlamentario o acuden a entrevistas en los medios en sus distintos formatos. El tuit del político sirve tanto para ofrecer una fórmula mágica como para destruir al adversario y sus propuestas.

Los distintos grupos de la oposición se encargaron ayer de recordar que Catalunya no es el país idílico que el president Puigdemont nos pintó en su discurso de política general del Govern. Si su mandato habrá terminado con la ­celebración de un referéndum dentro de un año, es improbable que puedan realizarse cambios sustanciales al margen de la campaña para que pueda celebrarse la consulta. España no tiene gobierno pero aquí estamos instalados en la interinidad.

Cuesta admitir la realidad después de haber dedicado tantos esfuerzos y tantos discursos a construir un futuro muy distinto del presente. La ciencia ficción ha tenido grandes maestros, también en visiones políticas, como intentaron demostrar Aldous Huxley y George Orwell en la Europa de la posguerra.

El mundo feliz no ha existido ni existirá nunca. Como máximo podemos aspirar a un mundo mejor, con menos arbitrariedades, más justo y más equitativo. La visión nacional domina el discurso de la mayoría de diputados de la coalición que representa Puigdemont. Pero la variante social sigue ahí, mayoritaria, porque para muchos ciudadanos es tanto o más importante que la nacional.

Se puede rozar la perfección en algún momento político para volver inmediatamente a la crudeza de las injusticias y rupturas provocadas por la condición humana personal y colectiva. El siglo pasado nos enseñó que aquellos sistemas que intentaron construir patrias perfectas o ideales utópicos tropezaron con el fracaso. No queda nada del hombre nuevo ni del nuevo orden que impulsaron las ideas que se tradujeron en dictaduras que, a su vez, también se las ha llevado el viento de la historia, tras dejar millones de muertos por el camino.

En Catalunya arrastramos las consecuencias del voluntarismo que puso en marcha Artur Mas al convocar precipitadamente las elecciones del 2012 y que venían de la desacertada sentencia del Constitucional sobre el Estatut de julio del 2010. Puigdemont sigue el discurso voluntarioso de su antecesor con la ventaja de que él ya no estará en el poder cuando el país idílico que nos pintó ayer tendrá los mismos defectos y virtudes de siempre. El tempo en política es un factor fundamental, decisivo.

Si la causa nacional no es compañera de viaje de la causa social, las posibilidades de que el soberanismo avance hacia sus objetivos a medio y a largo plazo son muy escasas. Los derechos a la educación, al trabajo, a la salud y al respeto mutuo tienden a hacer menos grandes las desigualdades. Las urnas también recogen siempre las necesidades elementales de los ciudadanos.

Publicado en La Vanguardia el 6 de octubre de 2016

  11 comentarios por “Ejes nacionales y derechos sociales

  1. Sr Foix y compañeros y compañeras del foixblog, se nos ha colado un » mosquito Tigre » que pretende picar al estimado Sr.Lluis Foix. No comment…

  2. Sr. Foix y compañeros/as del blog: Buen artículo. Me quedo con el último parrafo y también con las respuestas de los compañeros del blog, que en realidad, complementamos entre todos, la explicación de la realidad, interpretada …desde varios puntos de vista.

    Pienso que desde el rebentón, a finales del año 2007, de la burbuja bancaria, de la construcción y del tocomocho financiero de las acciones preferentes, y otras estafas, han transcurrido ya nueve años y todo sigue igual para los desamparados, por el paro, ect. ect.

    Los grandes topos corruptores, junto con sus corruptos y sus tolerantes panzacontentos,…han hipotecado completamente el futuro de nuestros hijos y de nuestros nietos, ect.

    Y ahora están en plena burbuja del Turismo, … Olvidando lo que nos dice Ramón, en su primera respuesta, de este mismo blog.

    Y para acabar digo: ¡ Y de lo mío ó mejor dicho y de lo nuestro ! …¿ Que,…eh ?

    Es la opinión generalizada de los que pagan y cotizan, pero son expoliados ó presuntamente …robados, ¡ Según se mire !

  3. Politica ficción, en realidad no hay una nueva forma de hacer política, aquí esta la clave, es indiferente que seamos independientes, no independientes, federalistas o lo que se quiera, el problema es que los problemas de fondo serán los mismos, porque los políticos actuaran de la misma forma, en el corto plazo, sin ser estadististas, sin enfocarse al bien común, a la colaboración, a los pactos, a la reindustrialización del país, a la excelencia en educación.
    Pasara como podemos que nos decía que no era populista, y ahora nos dice que si lo era, claro solo para sus intereses de ser elegidos, después diran que el populismo solo era una herramienta de marketing, o mas bien será que los desastres de Venezuela, Ecuador, han sido difundidos y la gente ha conocido que sucede cuando se aplican las medidas que proponían. Asi que quizás suceda un paralelismo… demandamos la independencia pero en verdad queríamos el federalismo.

    • Ahora nos dice: Pablo Iglesias: «Si Podemos gobierna yo sería partidario de decir ‘se acabó el populismo'»
      «[El populismo] nos valió durante unas cuantas dinámicas electorales»
      Articulo de J.M.Báez, 06 de octubre de 2016 a las 10:39
      «Claro, transparente, cristalino. Nadie puede negar que Pablo Iglesias esta vez sí se ha expresado con claridad. Sin rodeos, lo ha dicho claro. Podemos se ha comportado desde su nacimiento como un partido populista.
      Con propuestas irreales y promesas inalcanzables, se puede añadir. Observen en qué términos se ha manifestado ahora el líder de la formación morada este miércoles 5 de octubre de 2016:
      «El debate que tenemos es si Podemos tiene que seguir siendo populista o no. Si nosotros gobernáramos, yo sería partidario de buscar el compromiso y decir se acabó el populismo, nos valió durante unas cuantas dinámicas electorales para librar la guerra del discurso…..»

  4. aquí en catalunya vivimos instalados en la política ficción.

    se dijo que el 9-n era el referéndum… luego que las últimas elecciones eran plebiscitarias, es decir, el verdadero referéndum, con urnas legales, censo, y todo eso… ahora resulta que jxsi y la cup están pactando otro referéndum para el año que viene, y esta vez se promete que será el re-definitivo…

    con un par! lo que se nos dice desde jxsi ya se lo creen solo los más acérrimos del proceso. la independencia ni se va a producir ni mucho menos de manera indolora, pero no importa, se cree porque gusta oírlo.

    se vende este proceso como una lucha entre catalunya y españa (que la hay, por una financiación más justa, por supuesto) pero hay otra lucha soterrada entre unos catalanes y otros. se nos dice que se desobedecerá a españa y no pasará nada, pero si eso llegara a suceder, se obvia que con la misma legitimidad unos catalanes desobedecerán las leyes unilaterales de otros catalanes. se imaginan las consecuencias?

    el despropósito es total.

    • «Cuesta admitir la realidad después de haber dedicado tantos esfuerzos y tantos discursos a construir un futuro muy distinto del presente».
      Pues eso…una gran verdad!

  5. Sr.Foix: la política vive ya en una nube virtual, en un limbo utópico en el que uno siempre tiene la razón y los otros son unos incapaces de hacer la O con un canuto…un panorama desolador dónde la inteligencia ni está ni se la espera que diría aquel…todo ello jaleado por unos medios que sólo son la voz de su amo dispuestos a aplaudir con las orejas cualquier ocurrencia del ponente de turno…

  6. «Se puede hablar, entonces, de un concepto clásico, un concepto ilustrado y un concepto romántico de la cultura. El primero subraya la forma de heredar (la frecuentación personal de los grandes libros, las grandes obras de arte, los grandes ejemplos); el segundo, el nivel alcanzado (la superioridad de los que están en la cumbre); el tercero, el patrimonio (todo lo que puede considerarse propio). Pero en los tres se dan los tres aspectos. Por ejemplo, con respecto al nivel: el concepto clásico ve la cultura como nivel personal (en comparación con otras personas); el ilustrado, como nivel social (en comparación con otras sociedades o estamentos); el romántico, como identidad (incomparable). El primero y el segundo son elitistas, frente al tercero, que enaltece la cultura popular y los valores comunitarios. El segundo y el tercero son paternalistas, a diferencia del primero, que enaltece el esfuerzo personal. En el concepto clásico, la cultura que importa es la mía: la que me lleva al diálogo con los grandes creadores. En el concepto ilustrado, hay una sola cultura universal que va progresando, ante la cual los pueblos son graduables como adelantados o atrasados. En el romántico, todos los pueblos son cultos (tienen su propia cultura); todas las culturas son particulares y ninguna es superior o inferior.»

    Gabriel Zaid.

    Artículo completo.

    http://www.letraslibres.com/mexico-espana/tres-conceptos-cultura

    Vuelvo a descansar unos meses de actualidad, recuerdos a todos.

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