Coaligados pero no bicéfalos

Pedro Sánchez tiene que optar entre ceder el discurso a Unidas Podemos o cesar a quien discute las reglas de juego y su autoridad como presidente.

Aquel efusivo e inesperado abrazo entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que sellaba el Gobierno de coalición a las pocas horas de las elecciones de noviembre del 2019 no era fraternal ni amistoso. Era un abrazo político, fruto de la necesidad o de la aritmética de los resultados en las urnas. Los asesores que lo propiciaron, el mismo Pablo Iglesias e Iván Redondo, ya no están en la cocina del poder y han admitido que fue un pacto rápido, de brocha gorda, con tal de acordar una de las pocas alternativas para formar gobierno, independientemente de la incompatibilidad que Sánchez aludió repetidamente en la campaña.

El PSOE aportaba 120 escaños y Unidas Podemos, 34. Faltaban 22 diputados que Pedro Sánchez fue rebañando en partidos nacionalistas o minoritarios. Los más conspicuos eran ERC, PNV y Bildu, que buscarían compensaciones políticas y económicas por el apoyo externo al nuevo Gobierno.

Desde el minuto cero se planteó la difícil cuestión de cómo se repartirían el poder los dos partidos fundidos en un abrazo que estarían en el mismo Gobierno con vicepresidencias y áreas de gestión compartidas. Lo que los alemanes llevan más de un mes debatiendo tras las elecciones del 26 de septiembre aquí se hizo en 48 horas tras la firma de un documento de dos folios. En Berlín, primero se debate sobre el programa y luego se firma el pacto sin dejar cabos por atar. Aquí se procede a un abrazo histórico y luego se desciende al detalle de la gobernabilidad.

Los gobiernos de coalición son frecuentes en Europa desde hace muchos años. Y las negociaciones hasta que se llega a un acuerdo entre partidos son largas y complejas. Bélgica, Holanda, Suecia, Italia, Alemania, Austria y otros tienen una larga cultura de coalición.

Los mayores problemas de Pedro Sánchez desde la investidura los ha tenido con su socio de gobierno. Por dos motivos. El primero es por la paternidad del relato social y el segundo, por las voces discordantes que han aflorado en un Ejecutivo que gasta más energías en anunciar decisiones que en ejecutarlas.

Los dos socios son lo suficientemente frágiles parlamentariamente para pechar con las contradicciones internas sabiendo que el otro no romperá la baraja porque no hay alternativa de gobierno y porque una ruptura podría propiciar unas elecciones anticipadas con encuestas que no favorecen a ninguno de los dos partidos coaligados.

Los rifirrafes entre el PSOE y Unidas Podemos han sido frecuentes y propios de cualquier gobierno de coalición. Pero a medida que se acercan las elecciones aparecen síntomas inquietantes de falta de auctoritas del presidente del Gobierno. El último episodio de que Unidas Podemos pida la dimisión de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, por haber hecho cumplir una sentencia del Supremo que inhabilitaba al diputado Alberto Rodríguez es entre grotesco y esperpéntico. Es no aceptar la separación de poderes.

Los roces entre las dos formaciones se convertirán en choques frontales a medida que avance la legislatura. Pedro Sánchez podrá tolerar las naturales discrepancias en el Gobierno, pero si se pone en discusión su autoridad, lo más valiente, y pienso que lo más beneficioso para su futuro, sería cesar a una o dos ministras de Podemos si la formación insiste en no aceptar las sentencias del Supremo que no le gustan. Su prestigio subiría en sus propios votantes y la dirigente de Podemos tomaría nota de que el Gobierno es coaligado pero no bicéfalo.

Sánchez no tiene miramientos ni le temblarían las piernas si ve que su figura política pierde el equilibrio y el relato lo siguen escribiendo sus socios ocasionales, que son también sus adversarios electorales.

Unidas Podemos no tiene cultura de gobernar y no resiste los contratiempos de cualquier partido que ha conocido las contradicciones y la complejidad del ejercicio del poder. El gesto de autoridad lo tendrá que ejercitar Sánchez si no quiere verse arrastrado por discursos que le aparten de la centralidad que proclamó en el congreso de València.

Publicado en La Vanguardia el 27 de octubre de 2021

  9 comentarios por “Coaligados pero no bicéfalos

  1. Lo de este señor es enfermadad pura cegado por el fanatismo que le inunda. Es una pena y una lástima, pero a pensamientos como el suyo es lo que ha llevado los populismos empujados desde la Catalunya más rancia.

  2. catalunya buena y agraciada, españa pipi caca culo pedo pis franco y gal!!! y de ahí no sales ni pa dios!!! buen bricohero!!!

  3. Garamendi presidente de la CEOE a proposito de la pugna Calviño-Diaz sobre la reforma laboral, no se pronuncia sobre si quiere mas a papa que a mama.

    Ximo Puig en la Cortes valencianas ha manifestado que el sexo anal no es obligatorio.

    Caramendi y el del peluquin son dos ejemplos de la deriva chabacana y grotesca en la que esta instalado el pais.

  4. Fue rápido ese acuerdo entre el PSOE y PODEMOS, pero recuerda que fue el segundo intento, que en el primero cuando querían incluir a Ciudadanos y en el que se tiraron un tiempo considerable, no lo lograron, y todos los llamaban irresponsables. En mi opinión el ascenso de VOX y el miedo a repetir elecciones con el riesgo de perder apoyo electoral lo decidieron todo.

    En cuanto a la crisis actual se ha estado criticando mucho a Pablo Iglesias, pero él ya no está en primera línea. En su lugar está Yolanda Diaz y su gestión es buena: el caballo de batalla que les separa es la reforma laboral, que debe ser acordada en el gobierno, pero debería ser competencia de su ministerio.

    Se dejo pasar un buen fajo de billetes para la ampliación del aeropuerto que lo impidió un estanque lleno de patos y no pasó nada, se ha creado una ley de vivienda como quería PODEMOS y tampoco pasa nada, pero cuando se quiere derogar una Ley de Trabajo -que afecta a todos- que tiene presiones -o chantajes- desde Europa les tiembla el pulso.

    Saludos cordiales

  5. Es normal que existan tensiones en las coaliciones, aquí en Catalunya ocurre algo similar. Ahora bien, el que se produzcan no es óbice para que los partidos negocien por el bien común, así como acepten que en una coalición ninguna de las partes puede imponer su relato de modo absoluto.

    Es evidente que los intereses de los empresarios, y empresarias, no coinciden con los de los trabajadores, y trabajadoras. Esto es un hecho, se podría argumentar que si una empresa va mal todos deben arrimar el hombro por un beneficio común. La realidad actual muestra que el poder de los trabajadores ha disminuido en un entorno neoliberal que prima la globalización. El capital se puede deslocalizar, pero los trabajadores, excepto unos pocos, no lo pueden hacer. Un nuevo equilibrio se podría pactar. Bancos con beneficios despiden a trabajadores, reducen sus sucursales y desean que usemos la banca on-line. El motivo es que aumentan sus beneficios de ese modo, y es cierto que se protegen en un futuro incierto. Es complejo, pero la estabilidad de la sociedad no se puede basar solo en una modelo de economía, como tampoco en una ideología exclusiva.

  6. LA FRAGILITAT DE PEDRO SÁNCHEZ ES PEDRO SÁNCHEZ

    1.- La fragilitat del president espanyol Pedro Sánchez i del PSOE es Pedro Sánchez amb les seves impúdiques i oportunistes abraçades a qui sigui.

    2.- Pedro Sánchez s’abraça al PsoE de Felipe González que ha impulsat el terrorisme d’estat dels GAL, i encara manté en funcionament la policia patriòtica i les clavegueres de l’estat.

    3.- Pedro Sánchez s’abraça al PP d’adn franquista donant suport al repressiu 155 contra les institucions nacionals de Catalunya i contra el terrible crim de posar urnes i anar a votar.

    4.- Pedro Sánchez, amb la seva sucursal a Catalunya, s’abraça a l’ultra Manuel Valls per lliurar l’alcaldia de Barcelona a la decadent i provinciana Ada Colau enlloc de pactar amb Ernest Maragall.

    5.- Pedro Sànchez s’abraça a l’ultra VOX quan des de la tribuna del Congrés de Diputats elogia el sentit d’estat d’aquest grup franquista.

    6.- Pedro Sánchez s’abraça a la monarquia imposada pel dictador Francisco Franco i avala el juancarlisme, tot llençant els suposats republicanisme i federalisme del PsoE a la paperera de la història.

    7.- Pedro Sánchez s’abraça a l’aparell judicial espanyol, tan desprestigiat a Europa, fins i tot quan s’interfereix en la sobirania dels Parlaments, els de Catalunya i Espanya, acceptant de manera submisa que un president i uns diputats siguin condemnats sense judici i sense sentència.

    8.- Pedro Sánchez s’abraça al seu antidemocràtic i immobilista “nunca jamás”. No a posar fi a la repressió. No a acceptar l’amnistia que no està prohibida a la Constitució. No a acceptar la voluntat dels catalans expressada a les urnes. No al dret a l’autodeterminació que es factible segons l’article 10.2 de la Constitució i que es recollit en el BOE (1977/10733): “Tots els pobles tenen el dret d’autodeterminació”.

    9.- L’aparent força de Pedro Sánchez i del seu “nunca jamás” demostra encara mes la seva fragilitat, la del seu projecte i del que representa.

    • catalunya buena y agraciada, españa pipi caca culo pedo pis franco y gal!!! y de ahí no sales ni pa dios!!! buen bricohero!!!

    • Lo de este señor es enfermadad pura cegado por el fanatismo que le inunda. Es una pena y una lástima, pero a pensamientos como el suyo es lo que ha llevado los populismos empujados desde la Catalunya más rancia.

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