
Hubo un tiempo en el que las mentes más lúcidas de Europa salían al encuentro de Napoleón saludándole como la modernidad personificada. Se cuenta que el emperador recibió a Goethe en Erfurt, en 1808, y exclamó la célebre frase de “he aquí a un hombre”. Napoleón tenía ingenio militar y veleidades literarias. En su campaña…