Agonía del tripartito

La vida del tripartito ha entrado en agonía. Carod Rovira ha pedido elecciones anticipadas para después del referéndum. No quiere que Esquerra se vaya de cualquier forma del gobierno y sugiere una salida pactada, sin traumas, rompiendo la extraña situación en la que Maragall va a pedir el Si en el referéndum y ERC se va a pronunciar a favor del No.

No se puede descartar nada en los próximos días. Los consellers republicanos querrán seguir las directrices del partido y pedir el No. Maragall no lo puede tolerar. Lo más lógico, por lo tanto, es que el gobierno se rompa incluso antes del 18 de junio, fecha del referéndum.

El gobierno no ha estado cohesionado desde que Carod se fue por su cuenta a Perpignan para entrevistarse con representantes de ETA. No lo sabía el president y su continuación en el gobierno era imposible.

La sensación que ha dado el tripartito es negativa, extraña y de una gran inoperancia. El debate que se plantea en los próximos días ya no es el Estatut sino cómo quedará el mapa político en Cataluña después de las elecciones.

En definitiva hay que ver si Esquerra sigue teniendo la clave de la gobernabilidad o bien sus escaños no suman para construir dos mayorías alternativas. Tengo la sospecha de que si los tres socios del tripartito, con todo lo que ha llovido, siguen sumando una mayoría el pacto se va a repetir.

De lo contrario, una coalición socioconvergente o convergente socialista será inevitable. Si el Sí en el referéndum es sólido e incuestionable, Maragall puede salir reforzado. Artur Mas también. De lo que se tratará es ver quién consigue más escaños. Será el próximo presidente. Los catalanes van a decir la suya en breve.