Pakistán, un aliado incierto y frágil

Bin Laden está muerto y supuestamente sepultado en las profundidades del Mar de Arabia. Las fuerzas especiales norteamericanas le descubrieron y le mataron en un complejo destartalado, muy cerca de la Academia Militar de Pakistán, a 60 kilómetros de Islamabad. El primer ministro Macmillan decía que Asia Central, entre Afganistán y Pakistán, era como la inevitable estación Victoria londinense para acceder al continente. Es el lugar donde se han enterrado ejércitos y caído imperios.

La casa refugio de Bin Laden durante años

Roma dominaba provincias rebeldes que nunca pudo someter. A Estados Unidos y Occidente les ocurre lo mismo. Dominar el mundo desde Londres, Madrid, Moscú o París siempre fue una quimera. La fuerza en tierras lejanas consigue victorias militares pasajeras que se convierten en la antesala de derrotas a largo plazo.

Es desconcertante que un país aliado occidental como Pakistán acoja ocasionalmente a muchos terroristas que han golpeado ciudades europeas y americanas. sea la sede permanencia ocasional de muchos de los terroristas que han golpeado ciudades europeas. Es un estado de mayoría musulmana que ha alternado breves periodos democráticos con dictaduras militares. Antes de la independencia de la India, en 1947, se produjo la separación de los musulmanes que se establecieron en Pakistán y en Bangla Desh mientras la gran mayoría de hindúes se quedaron en lo que hoy es la India.

Fue el movimiento migratorio más numeroso de la historia y se produjo por motivos religiosos. Hoy cuenta con 187 millones de habitantes de mayoría musulmana con la paradoja de que la India que los expulsó en los tiempos de la independencia tiene hoy más musulmanes que Pakistán. Desde Pakistán se preparó la guerra de guerrillas que acabó expulsando a los soviéticos de Afganistán. Bin Laden era una punta de lanza de los norteamericanos que en tiempos de Carter y Reagan le dotaron de armas y de dólares para combatir al régimen pro soviético de Kabul.

Al acabarse la guerra fría y terminada la aventura de Moscú en Afganistán, la guerrilla entrenada para luchar contra los comunistas afganos se quedó en la provincia nordoccidental de Pakistán. Su capital, Pesahawar, fue el centro de operaciones de un movimiento que más tarde se convertiría en Al Qaeda.

Las estrategias de Al Qaeda no fueron inspiradas por los textos religiosos del Corán, sino que se ajustaban a los códigos de conducta de los movimientos revolucionarios, los de hoy y los de siempre, que intentan convertir la minoría en vanguardia, desencadenar una espiral de acción y reacción para ampliar las bases de apoyo y agudizar las contradicciones del enemigo para contrarrestar su superioridad económica y militar.

Pakistán es el centro más adecuado para promover esta revolución de carácter global. Es un país de mayoría y cultura musulmana, atrasado y pobre, con un régimen autoritario que no sabe ni puede controlar a una población que vive en la miseria. Es un aliado de Estados Unidos hasta el punto que el presidente Bush caracterizó al presidente Musharraf como el último bastión contra el radicalismo islámico ensalzando al general por su compromiso para erradicar a los grupos que practican el terror. Años más tarde, el presidente Obama, después de contemplar en directo la caza y muerte de Bin Laden, ha pedido al régimen de Islamabad que diga si conocía el refugio del líder de Al Qaeda. Washington pide a Pakistán de qué lado está. Al lado de todos y de nadie.

Escribí en 2005 que es sintomático el hecho de que dos de los terroristas detenidos en Londres hubieran pasado temporadas en Pakistán. También se trasladó a Islamabad el británico Omar, hijo de paquistaníes, que abandonó sus estudios en la London School of Economics y se convirtió en el jefe de la célula de terror que asesinó al periodista Daniel Pearl, corresponsal del Wall Street Journal en la zona.

Unos mil cuatrocientos alumnos extranjeros estudian en las más de veinte mil madrazas pakistaníes. Estudian el Corán y muchos de ellos proceden de los ambientes rurales y pobres del país. La mayoría se convierten en devotos musulmanes pero una minoría, no se sabe exactamente en qué madrazas, reciben instrucción para convertirse en terroristas.

Al Qaeda tiene en Pakistán un campo abonado para sembrar la semilla revolucionaria. Un régimen autoritario, una sociedad atrasada y millones de jóvenes a los que convencer.

Este es el auténtico peligro. Un país con la bomba atómica, con una posición geopolítica privilegiada en la región, mucha miseria y subdesarrollo, podría liderar el proceso revolucionario global. Controlar Pakistán, para Estados Unidos y para Europa, es vital. Pero un aliado militar es siempre un mal compañero. Escribía hace seis años que el problema es que los aliados occidentales en el mundo musulmán son gigantes con pies de barro. Pakistán, Arabia Saudí y Egipto son tres ejemplos emblemáticos.

Por mucho que fuera el potencial destructivo de Al Qaeda, las revueltas en el norte de África, pacíficas y cívicas, los musulmanes no se fían de un movimiento que pretende derrotar a Occidente con la violencia y el terror. Lo ven imposible. Igualmente es improbable que Estados Unidos pueda amortiguar con su poderío el hervidero de resentimientos, frustraciones y miseria que se ha acumulado en aquella parte del mundo.

Se ha matado a Bin Laden pero el conflicto va para muy largo, tanto si es percibido como un criminal o como un mártir.

  10 comentarios por “Pakistán, un aliado incierto y frágil

  1. Pakistan, Víctimes Colaterales, l’Escola del Barça. Bones reflexions per aprendre a viure amb esforç i sacrifici, sense pejudicar ningú, cercant sempre el bé i mai el mal. Ja torno a contactar. Una abraçada i fins aviat. Josep

  2. La primera pregunta después de la ejecución sumaria de Bin Laden fue: ¿el mundo es ahora mejor o más seguro? Pregunta que rápidamente se abandonó por pueril e irrelevante. La segunda: ¿se ha hecho justicia o venganza? Esta dio para unos cuantos editoriales y debates transatlánticos, pero también ha pasado a segundo término. La tercera, y más de fondo, es: ¿y ahora qué? La desaparición de Bin Laden parece haber puesto de manifiesto una serie de desconcertantes cuestiones: ¿qué objeto tiene la presencia de EE.UU. y sus aliados en Afganistán? ¿Cual es el balance de 10 años de guerra contra no se sabe quién?

    • Cuando a estos lumbreras USA hace la tira se les escapo el mula Omar que aparte de tuerto iba en una vespa de quinta mano, me quedo claro que estos yankees son unos patanes que si ganan lo hacen por aplastamiento cuantitativo, no por pericia.
      Hoy el mundo no es mas seguro para nada y todas estas guerras en Oriente con motivaciones formales hipocritas no sirven para nada mas que para liarla aun mas gorda, pero eso si, fuera de las fronteras de los Estados Unidos.

  3. La gente con la que hablo tiene dudas sobre el asesinato de Ladem, porque no se le ve muerto, porque dicen, haberle arrojado al mar. Todos queremos evidencias, nadie nos las da. Una amiga, analista política, describe a este sujeto, como un mito que ha necesitado mas USA que Pakistan. Se sabrá algún día lo que realmente ocurrió?
    El Nobel de la Paz aplica la antigua Ley del Talión, asesina al enemigo sin juicio previo y público, sembrando dudas y reafirmando que el gobierno de USA actual ejercido por el primer presidente negro, es igual al de los anteriores presidentes de ese estado, por algo gobierna acompañado de los Clinton.
    Pakistán necesitada, en la miseria, polvorín usado por las fuerzas mundiales dominantes en la Economía.
    Pakistán obrará un día por si misma buscando un destino humano para su pueblo o seguirá como sede mundial de custodia y reparto de los distintos terrorismos, permitiendo el enriquecimiento de las Potencias y muriendo de hambre.
    David Pearl asesinado vilmente allí. Cuántos de sus colegas periodistas gráficos, analistas políticos actuales seguirán cayendo inutilmente en esas tierras? Pakistan albergue de muchos tipos de asesinatos impunes.

    • A mi me da lo mismo las imagenes. Lo que quiero es que estos cruzados planetarios se vayan a su casa y dejen que la gente se lo vaya montando en casita segun sus necesidades y resortes.

  4. Permitanme unas constataciones personales muy pedestres, poco intelectuales y con muy poco cache.
    No he estado en Pakistan. Que hi farem.
    Lo unico que conozco son paquistanies. Unos le dan con un gancho a las bombonas de butano que van repartiendo. Otros tienen establecimientos de estos de «cal_mai_tanquis» que si hoy les pides no se que y no lo tienen, no te preocupes que mañana lo tienen. Y taxistas paquistanies que conducen la mar de bien unos taxis que no paran las 24 horas de rular por BCN.
    No he tenido ningun problema con ellos, nunca. Su integracion en «mi» sociedad creo que tiene a ver muy mucho con mi actitud de acogida que, les confieso, no es todo lo entusiasta que deberia.

    Al otro lado estan los que todo el mundo se empeña en decir que son mis aliados naturales. Son los que han montado el mayor desastre financiero de la historia a traves de Goldman Sachs. Por cierto los cinco ultimos secretarios de estado de economia USA provienen de Goldman Sachs, incluido Geitner que lo es del presidente-Premio Nobel Mr. Obama.
    Los de este «mi» lado «natural» han montado lo de Iraq, empozoñado lo de Afganistan y han montado un tenebroso circo para ejecutar-asesinar a la brava a su enemigo numero uno.

    En fin Sr. Foix, no se para quien Pakistan es un aliado incierto y fragil.
    Pero si se que supuesto y nominal aliado (USA) es el que me afecta negativamente con sus practicas que inciden de inmediato en mi devenir diario y para nada bueno.

    Ya les dije que lo mio iba a ser, tambien hoy, muy pedestre.

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