Convivir con la discrepancia

Es prudente recuperar las prioridades en tiempos de grandes cambios sociales y políticos que nos conducen a una vorágine en que la razón suele darse al que más habla, al que más grita o al que más amenaza. Será bueno establecer la importancia crucial del sentido de las palabras. La salvación, en un mundo de eslóganes y de pensamiento rápido, nos llegará por la escritura y el lenguaje. La palabra inexacta, confusa o imprecisa puede destruir la convivencia. En una sociedad libre no se puede convertir a los adversarios ideológicos o políticos en enemigos a los que hay que abatir.

Hay quien se refugia en el silencio ante el ruido que retumba por la horrenda sinfonía de los actos que generan informaciones y de las informaciones que provocan actos. Hay mucha gente que calla ante la corrupción rampante, ante las medias verdades de la política y ante la propaganda que pretende laminar la discrepancia.

Pero los que todavía hablamos, opinamos y corremos el riesgo de equivocarnos, y nos equivocamos muchas veces, sabemos que no se puede perder la fe en las palabras, porque perder esa fe quiere decir ceder, abandonarlo todo al griterío reinante.

Ayer fui invitado a pronunciar la conferencia inaugural de la Escola d’Estiu de l’Institut de Seguretat Pública de Catalunya. Era un acto abierto en el que estaban el conseller Espadaler, la directora Núria Aymerich, el recién nombrado director de la Policía, Albert Batlle, y otros altos jefes de la seguridad en Catalunya. También asistían muchos ciudadanos que se habían inscrito en el curso que trata sobre el factor humano en la seguridad que nos permite vivir a todos en libertad. Les hablé del valor de la palabra en las relaciones con los ciudadanos.

Terminaba mi intervención con una serie de actitudes humanas que creo que se están perdiendo o desvirtuando en los agobios y prisas que nos ha facilitado el progreso. En palabras de Harold Bloom, el progreso o el ideal que lo impulsó nos proporciona una tecnología tras otra, pero cada vez menos conocimiento de nosotros mismos y de nuestro entorno.

Acababa mi intervención diciendo que para poder vivir en los ámbitos de libertad y seguridad personal y colectiva que ambicionamos son imprescindibles la cortesía, la afabilidad, la comprensión, la compasión, la firmeza y la seriedad. Sin respeto a las opciones legítimas de los demás es difícil mantener un cierto grado de convivencia cívica.

La sociedad catalana ha asumido siempre la pluralidad, unas veces de forma natural y otras veces en medio de fuertes tensiones. Así se refleja cada vez que se abren las urnas en la noche electoral. Pienso que todo lo opinable puede ser objeto de debate tranquilo y racional sin necesidad de menospreciar al que piensa distintamente. El futuro será más llevadero para todos si aceptamos la discrepancia.

Publicado en La Vanguardia el 3 de julio de 2014

 

  13 comentarios por “Convivir con la discrepancia

  1. Sr. Foix: » Convivir con la discrepáncia «…Pienso que para ello hemos de ser tolerantes.

    Pero me pregunto: ¿ Cuan tolerante puede llegar a ser el ser humano cuando vive en el desamparo del paro, desde un largo tiempo de años y no encuentra trabajo. Por lo tanto no tiene ingresos ni esperanzas. A veces por la edad y la conveniencia de algunas empresas. Y tiene familia, hijos, pareja, ect. debe el pago del alquiler, de la hipoteca ó está en la calle por deshaucio, ect.?

    Y percibe que otros son privilegiados por sus puestos de trabajo, ect. perciben sueldos millonarios ó multimillonarios y van de Bar y de Cenas muy panzacontentos, inhumanamente frescales y tolerantes, algúnos presuntamente, con la corrupción y la prevaricación generalizadas y aceptadas como cosa natural de la sociedad humana.

    Pienso que existen tres comportamientos naturales del ser humano.

    – El codicioso, malvado e inhumano, ect. ( Que es el de ¡ A rio revuelto, ganancia de pescadores ! … Que es el que ahora domina más.

    – El panzacontento, ( = frescales y tolerante, ect.) ( Que dice: ¡ Vaya yo contento que se ría la gente !

    – El humano, generoso, ético, ect. que ayuda a los demás con su sacrificio. Y a veces sin poder hacerlo, ect…

    En fin. Ahí lo dejo. Solo es mi opinión. Pero que junta y sumada con las opiniones de todos los compañeros/ compañeras y la de nuestro admirable anfitrión, constituyen una opinión objetiva, que define la realidad actual de nuestra sociedad, en el día de hoy.

    • P.D. La discrepancia es buena.

      Pero es aconsejable el deber de respetar la dignidad de nuestro interlocutor. Y el no cerrarle ó cerrarnos a una solución ó resolución inteligente y creativa que beneficie a los dos bandos.

      Por ejemplo : El Sr. Mariano Rajoy y el Sr. Artur Mas los dos y su equipo, tienen la culpa y la responsabilidad de lo que ocurra después, por el haberse cerrado la salida ética, honrosa y generosa.

      Que si que existe, pero tienen la responsabilidad y el deber, por su cargo, de buscarla. ¡ Que si la hay !

      Y si no saben hacerlo, ninguno de los dos… ¡ Que se vayan !

  2. Sr. Foix:
    Aquest article d’avui haurien llegir-lo els dirigents del PP i del PSOE perquè en les properes eleccions generals, em sembla que hauran de conviure amb altres grups i les seves discrepàncies.

    M’explico al Parlament de Catalunya sempre hem tingut sis o set opcions representades.
    Al Congrés dels Diputats només es veia fins ara l’alternança en el govern central del PP i/o PSOE.
    Això del bipartidisme se’ls acaba.

    O hi ha pactes per sobre de discrepàncies en idees i programes o no es podrà formar govern.

    Fins i tot no s’adonen que intentant caçar (mediàticament) al diputat estrella de Podemos, li estan donant més diputats i vots.
    Em recorda quan José María Aznar atacava a ERC i aquesta treia més diputats que mai.
    No aprenen alguns.

  3. Un article excel.lent, amb el que estic completament d’ acord.

    Molt interessants els comentaris de francis black i BartoloméC.

    Sovint jo també he pensat el mateix, sobretot perque cada cop és més difícil trobar algú que escolti i sobretot , calibri el que està dient l’ altra persona. Anem a pinyó fixe…contestem abans que l’ altre acabi la frase….no deixem parlar…. això no és bo.

  4. Hablar y discutir es importante. Hay un tema que me gustaría debatir aquí, ¿entre el razonamiento y el interés con que nos quedamos? Una persona puede convencer a otra por medio del razonamiento pero es difícil hacer cambiar de opinión a alguien que se mueve por un interés, que pone por encima del razonamiento. La coacción nace cuando el razonamiento contradice el interés. Los países tienen ejército, no lo olvidemos, se razona y negocia hasta un límite.

  5. Sr.Foix:hay quienes creen que si se les lleva la contraria sufren una persecución, padecen manía persecutoria…pero necesitamos discutir más y discrepar mejor, cada vez que veo a un compañero sacar punta al tema que Vd nos plantea me alegro infinitamente…hoy asistimos a unas tertúlias en las que nadie escucha a nadie y todo el mundo se pisa las frases antes de que el contrario acabe de exponer sus puntos de vista…todos estamos en posesión de la verdad y el contrario es un zote que no sabe hacer la O con un canuto…se confunde la idea expuesta con la persona que la expone, una forma negativa de formar al personal que asiste impávido y sorprendido a estos espectáculos…la discrepancia constructiva siempre es positifffva,nunca negatifffva…que diría Louis Van Gaal…

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