Sigue la buena racha

Los dos goles de Messi contra el Eibar en Ipurua sellan la Liga y le facilita la Bota de Oro

Tras la final de la Copa contra el Valencia el próximo sábado, el Barça podrá hacer balance. De momento, ha conquistado una nueva Liga y ha llegado hasta las semifinales de Champions cayendo tontamente ante un poderoso Liverpool. El Espanyol se subió por la mínima al carro de Europa y las celebraciones pericas todavía duran. Quedar séptimos en la Liga es una proeza. Enhorabuena y por muchos años. En el Barça de Valverde, dos años y dos Ligas, posiblemente dos Copas, es el malhumor el que cunde. Es tal el nivel de exigencia al equipo que si no se consigue el triplete todo tiene que saltar por los aires, convocar elecciones, cambiar el entrenador y renovar la plantilla. El Barça ha quedado a 11 puntos de su seguidor, El Atlético, y a 19 del Real Madrid de Florentino que ha tenido tres entrenadores en una temporada. Un récord histórico.

Leo el titular en un diario catalán que dice que “el Barça cierra la Liga con un gris empate en Ipurua”. ¿Nada más? Messi es probable que gane la sexta Bota de Oro. Ha igualado a Telmo Zarra como máximo goleador. Sólo ha perdido tres encuentros y ha ganado ocho de las últimas once Ligas. Valverde ha dado minutos a jóvenes canteranos para suplir las lesiones de Dembélé y el precario rendimiento de Coutinho. Hubo épocas, muy largas, en los que ganar una Liga nos parecía una proeza. Y no está escrito que no vuelva a suceder. La autocrítica es siempre imprescindible. Pero el malhumor es mejor reservarlo para cuando vengan las vacas flacas.

Publicado en Mundo Deportivo el 21 de mayo de 2019

  3 comentarios por “Sigue la buena racha

  1. Es muy probable que vengan tiempos muy distintos a los que últimamente hemos disfrutado, y nos acordaremos mucho de esta buena temporada. Mucha suerte para el sábado. Salud y ventura.

  2. Estoy de acuerdo con LLuís, si con los resultados actuales no estamos satisfechos, ¿qué ocurrirá cuando las cosas empeoren?. Y es fácil que algún año no ganemos dos de las tres competiciones. La felicidad, el bienestar, la satisfacción se calibran con las expectativas. Valorar es una operación matemática, un ratio, entre las expectativas y el resultado. Que sea positiva o no depende de ambos. En este caso los apocalípticos, en todos los, ámbitos de la vida, esgrimen expectativas imposibles, de otro mundo, para asegurarse su zona de confort:, Una mano en el bolsillo y la otra apuntando con el dedo índice a los otros.

Comentarios cerrados.