Sin derecho no hay Europa

Mateusz Morawiecki, primer ministro de Polonia, ha desafiado la primacía de las leyes europeas sobre las polacas y ha creado una seria crisis en la UE

Europa ha crecido superando los desencuentros entre pueblos y naciones, con revoluciones, guerras, invasiones, modificación de fronteras y matanzas propiciadas por reyes, ideologías, religiones y conflictos derivados de las cambiantes razones de Estado. Parece como si el más grande y más estable periodo de convivencia y progreso que se recuerda quiera quebrarse para volver a los viejos conflictos. No se pueden olvidar los no tan lejanos monstruos goyescos del nazismo y el bolchevismo, que pusieron las semillas totalitarias en el espacio europeo con millones de muertos.

Las amenazas y confrontaciones que recorrieron dramáticamente el siglo pasado son tan graves como siempre, pero mientras la libertad y la dignidad humanas sigan impulsando los valores que Europa ha cultivado en los últimos setenta años seguirán siendo el sueño de la mayoría de la humanidad.

El peligro máximo hoy es que las clases dirigentes pierdan el contacto entre ellas y, lo que es más inquietante, que el gran público no entienda y se considere perjudicado por las decisiones de las minorías electas para gobernar.

No es utópico aspirar a que Europa sea un gran espacio de convivencia y de protección de minorías étnicas, ideológicas, religiosas y culturales. El poder de persuasión europeo consiste en que todos los miembros del club acaten las mismas normas que tienen que cumplir los demás. Esta es la principal cuestión de principios que tiene mucho que ver con la observancia del derecho y de los tratados oficialmente firmados.

El Brexit se revistió de nacionalismo y emociones patrióticas, pero la ruptura de Gran Bretaña con la UE se tradujo en leyes que cambiaron la posición británica respecto a la normativa europea. Los movimientos euroescépticos de los gobiernos de Polonia y Hungría no son secundados por mayorías antieuropeas, sino por ­ideas nacionalistas exclusivas de unos cuantos que tantos daños han causado en nuestra historia.

Es estimulante seguir las sesiones del Parlamento Europeo, donde las mentes lúcidas de los grandes y pequeños partidos advierten de la importancia del derecho para preservar la convivencia civilizada. No hay otra vía. En el fondo, como señalaba Paul Valéry, está también la religión de Israel y la filosofía griega.

Publicado en La Vanguardia el 22 de octubre de 2021

  4 comentarios por “Sin derecho no hay Europa

  1. SENSE DRETS HUMANS NO HI HA DRET, NI DEMOCRACIA NI EUROPA

    1.- Sense dret no hi ha Europa? Resposta: sense drets humans no hi ha dret, ni democràcia ni Europa. L’Alemanya nazi, la Italia feixista, l’Espanya franquista, per posar uns casos, tenien el seu dret i la seva legalitat però eren dictadures inhumanes. El règim espanyol encara manté institucions amb adn franquista.

    2.- Cal rellegir la Constitució espanyola, concretament aquells articles que l’annexionisme espanyol, des de PSOE a VOX, deixa a la foscor amb l’objectiu sobretot d’abatre el legítim sobiranisme català. El sobiranisme vol una Catalunya sobirana com ho son França, Alemanya, Bèlgica, Andorra, Portugal, la pròpia Espanya…. Hi ha uns mandats constitucionals i internacionals a favor de l’autodeterminació que obliguen al Tribunal Constitucional, al Tribunal Suprem, a tots els Marchenas.

    3.- “Les normes relatives als drets fonamentals i a les llibertats que la Constitució reconeix s’interpretaran de conformitat amb la DECLARACIO UNIVERSAL DELS DRETS HUMANS…” (article 10:2 de la Constitució). La mencionada Declaració deixa la porta oberta a l’autodeterminació i la celebració d’un referèndum.

    4.- “Tots els pobles tenen el dret d’autodeterminació” (Article 1 del PACTE INTERNACIONAL DE DRETS CIVILS I POLÍTICS publicat al BOE 1977/10733)

    5.- També l’Església catòlica combrega amb aquest plantejament. “El camp dels drets de l’home s’ha estès als drets dels pobles i de les nacions. Tot el que és cert per a l’home, també ho és per als pobles. El Magisteri recorda que el dret internacional es fonamenta en el principi de l’igual respecte dels Estats, del dret d’autodeterminació de cada poble i de la lliure cooperació amb vista al superior be comú de la humanitat. La pau es fonamenta no tan sols en el respecte dels drets de l’home, sinó també en el respecte dels drets dels pobles, en particular el dret a la independència” (Compendi de la doctrina social de l’Església. Número 157)

  2. No se imaginarme una Europa en guerra consigo misma.
    Creo que fue Adorno quien dijo que no se podia escribir en la lengua del tercer reich.
    Hoy todo aquello queda lejos y en aquella lengua se han hilvanado las partes mollares de la Union Europea que no nos engañemos es un gran mercado al que los polacos, hungaros y algun otro aun y con aspavientos nacionalistas no van a renunciar.
    Viene un invierno muy frio, restrictivo y raro en el que habra que transcurrir con buena memoria y ojo avizor.
    El gas y otras utilites marcaran la cohesion del continente al tiempo que el desabastecimiento ahora impensado hara una prueba de resistencia general de tot plegat.

  3. Creo que hay una peligrosa ignorancia –y, por tanto, minusvaloración– por parte de las actuales generaciones de la Europa Occidental respecto del hecho de que nuestras naciones lleven 70 años en paz. Seguramente habría que remontarse a los tiempos del Imperio Romano –y no exagero– para encontrar un período tan largo sin guerras entre nuestros territorios.

  4. Es també la religió católica el mite que més ha influenciat a la societat de aquest dos estats.
    Aquesta gran influencia liderada en el seu dia per Pau,bisba de Roma que vare fer el proselitisma més nacionalista que prevaleig a las societat i el privilegi dels dirigente.

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