
Cuanto antes Pedro Sánchez tome una decisión, mejor será para él, para el partido que dirige y para el país. Dice el presidente que es el momento de la justicia. Pero también es el de la política.
Santos Cerdán era un personaje clave en el entorno de Pedro Sánchez desde que hace más de diez años colaboraron intensamente para alcanzar el poder en la moción de censura que echó del gobierno a Mariano Rajoy en 2018. Era el secretario de organización del PSOE hasta hace solo 20 días. Varios ministros le defendieron recientemente y pusieron la mano en el fuego por su honorabilidad.
No es el primero ni el último caso de corrupción en la política de las democracias. España no es una excepción. Pedro Sánchez es un político audaz que hace de la necesidad virtud. Lo importante no es si va a agotar la legislatura sino qué está dispuesto a hacer para conservar el gobierno de coalición y aprobar leyes en un Congreso en el que la mayoría ya no es segura. No se trata de salvar a un presidente sino de preservar a un partido, el PSOE, que es necesario para la estabilidad política española.
El argumentario de que si disuelve y convoca elecciones es probable que llegue la derecha con la mochila de la extrema derecha le puede prolongar lo que hoy se perfila como una agonía política. No es cuestión de quién vendrá sino de quién está y hacia dónde va. El mapa político europeo está teñido de un azul de derechas mayoritario. Cuánto más se saca el espantajo de que viene el lobo, va creciendo el PP y Vox en las encuestas.
Que el caso Gürtel fue una gran red de corrupción vinculada al PP liderada por Francisco Correa que obtenía contratos públicos amañados en ayuntamientos y administraciones de Madrid, Valencia, Arganda…es un hecho probado, juzgado y penalizado. La trama financiaba campañas electorales y cobraba mordidas millonarias.
Uno de los miembros del clan, el tesorero del PP Luis Bárcenas, fue condenado a 33 años de cárcel y multado con 44 millones por financiación ilegal del partido. Las dimensiones de la trama eran de tal magnitud que la moción de censura presentada por el PSOE en 2018 acabó con la presidencia de Mariano Rajoy.
La democracia se salva también por las consecuencias políticas de la corrupción y por echar en las urnas a los malos gobiernos. Todo el mundo es necesario pero nadie es imprescindible. Ante la gravedad de las acciones conocidas como consecuencia del informe de la UCO, no basta con apartar a los tres principales artífices de la trama corrupta de la que Santos Cerdán era el cerebro y el arquitecto. No es cuestión de sentimientos sino de política y de responsabilidad.
Es bueno volver a Max Weber en su conocida distinción entre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad. La primera se traza un objetivo, hace todo lo que está en sus manos para realizarlo y si no se produce, la culpa es de los otros. Nunca de uno mismo. No he escuchado una sola autocrítica a Pedro Sánchez, aparte de mostrar su disgusto por la deslealtad de dos de sus más inmediatos colaboradores.
La ética de la responsabilidad, según Weber, es aquella que acepta las consecuencias de los actos personales y políticos y actúa responsablemente. La culpa es de quien se equivoca. No de los demás.
Cuanto antes Pedro Sánchez tome una decisión valiente, mejor será para él, para el partido que dirige y para el país. Dice el presidente que es el momento de la justicia. Pero también es el de la política. Lo más razonable sería promover una cuestión de confianza para comprobar si tiene mayoría en el Congreso, si consigue aprobar presupuestos y si puede prolongar su mandato hasta 2027. Puede convocar elecciones, dar un paso al lado y promover un candidato capaz de conseguir una investidura. No le quedan muchas más opciones.
No conviene preocuparse por lo que dirá la historia sino salir de una situación que es insostenible. No deja de ser paradójico que quien pronunciara el discurso de la moción de censura para echar a Rajoy fuera José Luís Ábalos, anterior secretario de organización del PSOE y ministro, que junto con Koldo García y Santos Cerdán, serían los tres artífices de la corrupción del partido que tenía que ser transparente, de izquierdas y progresista.
No sabemos el alcance del caso Cerdán que ha pasado el primer día en la cárcel de Soto del Real. Pero la izquierda haría bien en reconocer los hechos que se atribuyen a los dos últimos secretarios de organización, pedir perdón y someterse a la confianza del Congreso y, en su defecto, convocar elecciones para después del verano.
Se acuerdan de Bettino Craxi. socialista italiano que tuvo que huir por piernas, acosado por la corrupcion y acabo sus dias en Tunez?
Pues eso…
«… los eternos minutos de la basura en que vegeta el pais…»
Fragmento de un excelente articulo de Javier Melero en LV del miercoles.
En LV del jueves, nuestro anfitrion titula «La prision de los caimanes».
El Sr. Foix que se las sabe todas y las ha visto y leido de todos los colores, no quiere entrar, por ahora, en el analisis de la letrina politica de este pais y se va a comentar otra animalada de trump este individuo que si, parece querer romper el crisol de culturas que conforma estados unidos.
Tot plegat canta com una calandria.
Pedro Sánchez no es la víctima de unos secretarios de partido que le han salido “rana”. Pedro Sánchez es un autócrata encubierto, el CAPO de la mafia del Peugeot. Un auténtico “killler” sin ningún límite ni escrúpulo moral. Eficaz. Implacable. Ha canibalizado al Partido Socialista y a las instituciones españolas, instalando afines en todos los órganos de poder, e intentando incluso asaltar desde dentro del sistema otros poderes del estado, como la justicia, la UCO, etc. Es un narcisista de manual, mentiroso, trilero, y manipulador. No hay oposición que lo puede descabalgar porque su manual de resistencia, su política de tierra quemada, y su voluntad de mantenerse en el poder a toda costa y cueste lo que cueste son insuperables. Por extensión, el “sanchismo” tiene una jeta de cemento para un día “poner la mano en el fuego” por uno de sus miembros y al día siguiente salir con “esa persona de la que usted me habla”, sin inmutarse, sin mayores explicaciones, mientras en las cloacas compran voluntades y extorsionan para desprestigar a políticos, jueces, policías y periodistas que los investigan. Eso es el “sanchismo”: una mafia criminal bien engrasada y atornillada a los resortes del poder, disfrazada de izquierda progresista. Quizás se hayan pasado de frenada y, en sus excesos, perdido la noción de la realidad. En las próximas semanas y meses iremos descubriendo cosas increíbles que salpicarán a Pedro Sánchez y su núcleo duro. El “sanchismo” acabará devorado por sus propios excesos, eso sí, dejando antes el país trinchado por el camino.
Si el presidente Sánchez, no se somete a una moción de confianza, explicando por qué ha ocurrido lo sucedido en su entorno, promete las medidas anticorrupción necesarias, también hay que ir contra los corruptores, está legislatura, no tiene recorrido. Será un «ball de bastons» continuo.
Un bipartidismo bastardo no es ya de «izquierdas» y «derechas» más allà de su ubicación en la bancada del Congreso de los diputados. Són los «unos» y los «otros». O, a lo mejor, los «hunos» y los «hotros». Una repetición en televisión en color de Cánovas y Sagasta de hace 130 años sólo conduce a la catástrofe, a corto o medio plazo.
En cualquier caso, con el País vasco y Catalunya de por medio, no resulta funcional
Si hay comicios anticipados en España, espero que no, nos veremos ante una disyuntiva complicada: elegir entre un PSOE lastrado por varios presuntos casos de corrupción que, pese a todo, ha gobernado razonablemente bien, o un PP que ya fue condenado por corrupción y cuya gestión nunca ha destacado por su eficacia.
A mi entender, la derecha nunca ha gobernado bien el país, y todavía será peor si tiene que apoyarse en Vox.
El PP siempre ha negado la realidad plurinacional del Estado y, aún hoy, mantiene una actitud marcadamente anticatalana.
Sus decisiones sobre la lengua y las constantes provocaciones de la presidenta madrileña durante su reciente visita a Barcelona son buena muestra de ello.
Izquierda?
pedro_el_guapo pudo prometer y prometio que lo primero que haria al llegar al gobiernodelreinodespaña seria derogar la ley mordaza.
Hoy aun esta vigente.
Izquierda?
Anda ya!