Hacia un país con más tierras yermas

En las relaciones entre el mundo rural y el urbano sobran reglamentos prescindibles y funcionarios vigilantes para poder aumentar la productividad.

El equilibrio territorial es imprescindible para conservar el bienestar y el progreso de un país. Es una evidencia que en el último medio siglo Catalunya, España y Europa han mejorado en nivel de vida, acceso a la educación, una sanidad al alcance de todos y una protección de las libertades. Hemos crecido en los trazos gruesos, pero al llegar a la realidad cotidiana de los individuos encontramos desigualdades, bolsas espantosas de pobreza y distribución desigual de los recursos ­públicos.

La falta de viviendas es un problema principal derivado del crecimiento demográfico sobrevenido y por una inexplicable falta de previsiones para construir más pisos de titularidad pública o facilitar las iniciativas privadas de los que han levantado la mayoría de los parques de viviendas en el último siglo. Los buenos políticos no han de mirar a las próximas elecciones, sino a las siguientes generaciones.

Estamos viviendo la desgraciada aparición de la peste porcina africana, detectada en la sierra de Collserola hace unos días. Se han desplegado todos los medios para atajar una enfermedad que no afecta a los humanos pero existe el peligro de que salte al sector porcino y golpee seriamente la economía agroalimentaria. Según cifras oficiales, la producción de carne de cerdo en España es de 4,93 millones de toneladas. Solo las exportaciones cárnicas de Catalunya a países terceros ascienden a 1.144 millones de euros.

Se ha perimetrado el parque de Coll­serola, se ha pedido ayuda al ejército español y se nos ha prevenido de no transitar por una superficie de bosque de unas ocho mil hectáreas. Era lo más pertinente para frenar la peste.

Pero desde hace varios años muchos ciudadanos de la Catalunya rural han pedido desesperadamente que se eliminaran las plagas de jabalíes, conejos y otros animales que destruyen cosechas y amenazan la seguridad en las carreteras cuando se transita de noche, habiendo ocasionado muchos accidentes graves. Se permitieron algunas batidas de conejos y jabalíes, pero como los afectados no viven en las grandes urbes, el problema sigue sin resolverse.

La Unió de Pagesos volvió a manifestarse con tractores el pasado lunes en Lleida. Un portavoz sindical aseguró que “hace veinte años que la Plana de Lleida está denostada, sufre un abandono de fincas, no tenemos relevo generacional y hay un despoblamiento de las zonas rurales”.

El transporte público en pueblos pequeños y ciudades medianas es muy precario. Catalunya parece un país único en el mapa, pero vive a tres velocidades: el área metropolitana de Barcelona, la larga franja costera y el interior rural. Mientras Barcelona acapara población, inversiones y decisiones políticas, las comarcas del interior se vacían y envejecen. Soy un barcelonés de adopción, la mejor ciudad del mundo para vivir y trabajar. Pero también soy de la tierra de Josep Vallverdú, Manuel de Pedrolo, Màrius Torres, Manuel Girona, Joan Oró, Jaume Alsina, Joan­ Margarit y Josep Minguell.

Se tiene la impresión de que se quiere desactivar a los pocos agricultores y ganaderos que han sostenido y sostienen un país que desde los despachos urbanos querrían yermo. Nadie tiene valor suficiente para corregir en Barcelona, Madrid y Bruselas el disparate de las zonas de especial protección para las aves (ZEPA) tal como está planteado.

Es un error estratégico haber construido el canal Segarra-Garrigues, la mayor inversión en Catalunya junto con la línea 9 del metro de Barcelona, para que desde oficinas de funcionarios de la UE o desde cenáculos políticos de Madrid o Barcelona se decida qué deben o no deben hacer los agricultores y ganaderos que custodian la tierra contra el criterio tecnocrático de muchos funcionarios. Esto no puede ser.

Y, además, ahora llega la invasión de las renovables, que expulsará a más agricultores y ganaderos de sus tierras. El primero de los sectores es el primario. Todos pretendemos, lógicamente, desayunar, almorzar y cenar. Menos reglamentos prescindibles, menos funcionarios vigilantes y más productividad. Este planteamiento es compatible con las políticas medioambientales más eficaces y menos ideologizadas.

Publicado en La Vanguardia el 3 de diciembre de 2025

  3 comentarios por “Hacia un país con más tierras yermas

  1. Es una vergomya el que esta passan a catalunya, ja que sembla el conte de la ventofocs, catalunya és la ventafocs d`espanya i Lleida la la ventafocs de catalunya, a catalunya sembla que nomes existeix Barcelona hi de Lleida dingu s`hen recorda, quan és la prvincia que alimenta mes gent, ja que és la provincia mes agricola i ganadera de tot catalunya hi la que té menys continuitat ja que els fills de moltes cases de pages busquen viure una vida diferen, trevallar menys i viure millor ja que avui el pages és el mes mal cualificat, molt de treball i poques ganancies, comensant per la paperassa, els impostos, les plages i preus que no compensen el treball i la sequera de tots aquets anys

  2. Yo tambien soy barcelones de adopcion y estoy encantado con esta ciudad que me ha dado todo tipo de oportunidades, trabajo, familia y amigos. Salgo a la calle y tengo a mano de todo todito.
    Se que estoy en una burbuja estupenda nutrida por productos agricolas y ganaderos que vienen de «terra endins».
    Me preocupa que la burocracia, el tanmafot y el macarrismo se cebe en el sector primario y secundario mientras florece a base de bien un sector terciario que esta en pocas manos y sujeto a la temporalidad cual es la hosteleria y el turismo.
    Lo han desmantelado todo y ademas con renovables y molinillos lo estan dejando todo feo y hecho unos zorros.
    No anem be.

  3. Hay cenáculos de incultos ejerciendo impunemente de ecologistas por todos sitios. Para citar un caso emblematico. El caso de la Ricarda en el delta del Llobregat es una antigua esembocadura del rio LLobregat. La última fue cegada i supongo que ubanizada, sin ningun problema, para desviar el rio. A mi me duele en el alma cada palmo de la mejor tierra de Catalunya convertirdo en solar y encima traeremos agua para los nuevos pisos..

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