
Sandro Rosell no ha caído en la ratera. Guardiola tampoco. Ningún jugador se ha atrevido a entrar al trapo a las insinuaciones infantiles y retóricas de Mourinho. Sólo Xavi se ha permitido decir al entrenador blanco lo que piensa. Que se deje Mourinho de palabrarería vana. No entraremos en una guerra dialéctica, yo me dedico…