
Hay evidencias que no se pueden ocultar. Los errores de los árbitros son incuestionables porque se ven en directo, se repiten desde todos los ángulos y se divulgan a todos los rincones del planeta. El arbitraje es un oficio imperfecto. Vale. Pero no puede ser malintencionado ni sectario. El Barça ha salido perjudicado gravemente de…










