Auge y caída de grandes imperios

Wall Street el 4 de agosto de 2011

Más de treinta soldados de elite norteamericanos fueron abatidos la semana pasada en Afganistán. Las crónicas son confusas y no se sabe si el helicóptero en que viajaban fue derribado como protesta contra la captura y muerte de Bin Laden o bien fue una de las rutinas de las guerras interminables.

Esta noticia coincidió con la rebaja de la calificación de la economía norteamericana. Las dos noticias no están relacionadas. Pero sí que se puede establecer un paralelismo entre los gastos militares en las guerras y en la preservación de la paz de Estados Unidos, su relativo control militar de los mares del mundo, con la situación de crisis económica en la que vive.

Es difícil calcular en billones de dólares lo que ha costado la respuesta militar norteamericana a los ataques del 11 de septiembre de 2001. Dos guerras sin terminar, la de Afganistán y la de Iraq, varios miles de soldados muertos, han tenido un coste que se añade o bien es la causa principal de la crisis financiera que estalló en el otoño de 2008.

Escribía el año 2002 que la confianza en los mercados no acaba de producirse a pesar de los discursos del presidente Bush, de la relativa buena marcha de la economía americana y de la hegemonía que Estados Unidos despliega sin rival en el mundo. El mercado es tozudo y no se pliega a ideologías que no tienen su contra- partida en la realidad.

No es cuestión de valores, ni de auditorías apañadas, ni de comisiones que persigan el fraude de las grandes y muy emblemáticas empresas multinacionales.

Es cuestión de confianza. No en el sistema, sino en quienes lo han gestionado en los últimos tiempos. Se ha dicho, y en cierto sentido lo comparto, que los casos de corrupción contable en muchas importantes empresas norteamericanas son más peligrosos que los mismos ataques terroristas del 11 de septiembre. Se puede combatir el terrorismo internacional. Incluso se le puede declarar una guerra indefinida e indeterminada. Cuando el enemigo es externo no hay más que buscarlo para atacarlo y destruirlo. Aunque, como se ha demostrado, no se le ha encontrado.

Pero cuando está dentro su descubrimiento es más complicado. Desde la Roma imperial hasta la Unión Soviética todos los imperios, como recuerda Paul Kennedy en su extraordinario libro The Rise and Fall of the Great Powers, los grandes imperios han sucumbido desde la debilidad interna.

La malograda historiadora Barbara Tuchman ha dejado un espléndido ensayo histórico, The March of Folly, en el que viene a decir que todos los imperios, de todos los tiempos, han sabido lo que no tenían que hacer y, sin embargo, lo han hecho acelerando su propia caída.

No estamos en el ocaso del sistema liberal capitalista. Pero sí que nos encontramos en un tiempo de reformas serias si se quiere evitar su declive, que tendría consecuencias imprevistas. No es cuestión solamente de controlar las auditorías o las agencias de calificación, de designar a directores que miren más por la empresa que por sus propios intereses particulares o de organizar comisiones contra el fraude. Habrá que establecer, naturalmente, unas nuevas reglas de juego para sanar la herida que ahora está sangrando a diario con los sobresaltos correspondientes en todo el mundo. La confianza no se recuperará con estas medidas de carácter urgente, con parches de hoy para mañana, sino más bien en hacer entender a las gentes que el sistema no quiere y no puede jugar más sólo en beneficio de los que lo gestionan.

Corruptio optimi pessima, decían los romanos. La corrupción de los mejores es la peor porque da carta de naturaleza a un comportamiento semejante a todos los que están debajo de los que toman las decisiones importantes. El problema de la crisis es que las trampas se hacían desde dentro, se sabían y se toleraban, se miraba hacia otra parte mientras unos cuantos desaprensivos y usureros se convertían en multimillonarios sin producir nada, simplemente especulando.

Vuelvo a recomendar la película Inside Job para comprobar cómo los principales actores de la crisis explican sin rubor cómo la perpetraron. La trampa era habitual y reconocida como mérito. Y las trampas son incompatibles con la confianza.

Esta situación no es nueva. Hace cien años un antecesor de Obama, Teddy Roosevelt, tuvo que legislar severamente contra los excesos de los trusts, que, en buena medida, propiciaron el gran descalabro de 1929 que, a su vez, elevó a la presidencia otro Roosevelt, Franklin Delano, que con su visión acertó a enderezar tantos entuertos provocados por un capitalismo que campaba por sus respetos desde final del siglo antepasado.

El capitalismo, pienso, tiene larga vida. Lo que va a ser efímero y habrá que erradicar es a los gestores, a los ejecutivos y a los políticos, que han tolerado los abusos, irresponsabilidades y delitos que nos han llevado hasta aquí.

  7 comentarios por “Auge y caída de grandes imperios

  1. Crisis de conductas
    La tabarra sobre Cesc Fábregas
    Auge y caída de grandes imperios

    CERTAMENT AMIC LLUÍS, el MUNDO ESTÀ LOCO.LOCO.LOCO. Les conductes de molts, deixen molt que desitjar; Els milions que es gasten en despeses sportives, politiques i potser religioses……no están be en temps de CRISI económica, política i religiosa….L’entrada de Jesús a Jerusalem no debia costar ni un cèntim, el pollí manllevat…Nabucodonosor tenia una gran imperi amb peus de fang i el profeta va anunciar la seva destrucció….Definitivament no aprenem la lliçó. No sabem viure en PAU i BÉ, amb el mínim necessari. Que santa Teresa Benedicta de la Creu (Edhit Stein) Patrona d’Europa. Sant Llorenç amb la seva nit d’estrelles i la Mare Santa Clara Patrona de la Televisó i de les telecomunicacions, naturalment catòliques….ens ajudin a trobar el SENY. Una abraçada amic LLuís. J o s e p

  2. una carta que

    CARES NOVES

    S’han equivocat? S’han enganyat? Polítics i banquers diguem-ho clar:els polítics per assegurar els nostres vots, els banquers per l’avarícia del benefici a curt termini..i molts que, dexant-se portar per l’onada de falça prosperotat,s’han deixat enganyar. . Pero quan s’ha aixacat la catifa ha sortit (amb perdó) toda l’emviscada,..: La crisi.
    El resultat:desafecció política, pérdua de credibilitat vers el sector bancàri, que no deixen diners
    , simplement perqué no en tenen, tenen toxos i uns balanços maquillats

    Qué cal fer? Senzillament el que es fá en el futbol: canviar d’entrenador: cares noves a tots els nivells, a nivell dels partits i de les entitats financeres. Cares noves, gent neta, de provada competéncia ; perqué ara mateix, la veritat es que no sabem a qui votar, i el que és encara més greu no sabem si val la pena votar. .L’empresari no està segur del futur de la seva empresa , l’obrer de l’estabilitat del seu sou, el pensionista de si està la seva pensió ben guardada,l’escola conmcertada de si podrà subsistir… derrotisme ? En absaolut,estem en mans d’incompetents, aixó és tot.

    La pregunta seria:, qui pot canviar els entrenadors? Es una tasca urgent, sense exegerar és una tasca de vida o mort. Honestament haurien de dimitir, peró tan els pólitics com els directors dels bancs i caixes difícilment ho farán… jo no sé qui te la facultat de fer-ho, sigui qui sigui, cal que ho faci de seguida.
    JOAN MARTORELL I BARBERÀ
    Carretera de Terrassa 30
    08230 MATADEPERA
    tEFL 937870535
    dni 39054045 E 25 de maig 2010, publicaDA AL DIARI DE TERRASSA em van publicar

  3. Decía J.K. Galbraith que el mundo de las finanzas aclama la invención de la rueda una y otra vez, generalmente en una nueva versión más inestable. No hay que buscar unas nuevas reglas de juego (inventar de nuevo la rueda) sino restablecer las que ya existían y se eliminaron irresponsablemente.

    Efectivamente, hay que ver una y otra vez Inside Job hasta que nos convenzamos -y convenzamos a todo el mundo- de que los farsantes que ahora nos recetan aceite de ricino para purgar la intoxicación son los mismos farsantes que nos administraron el veneno tóxico.

  4. I would’nt write off the American Empire just for a couple of wars going awry (Iraq and Afghanistan). The VietNam quagmire was a lot worse in the cost of lives and country self-confidence.
    The crisis of the capitalist system is not just an American problem: globalized capital investors and their greed are, rather, the real culprit. And many governments are guilty of supporting them: Germany, China, Japan, Signapore, and even India plus the Gulf States and Saudi Arabia are on it four legs deep. I’m not so sure Capitalism as it is, would have a long live ahead…

  5. Sr.Foix: Ardo en deseos que se haga realidad lo que Vd nos plantea y que se pueda «erradicar a los gestores, a los ejecutivos y a los políticos, que han tolerado los abusos, irresponsabilidades y delitos que nos han llevado hasta aquí».Pero el problema es que a día de hoy no veo un mínimo movimiento en ese sentido, más bien observo una total impunidad en todos esos sectores, amparados unos y otros en un corporativismo delictivo, escudados unos y otros en que no hay cárceles suficientes para encerrar a tantos y tantos mangantes…

  6. Otro gran artículo de análisis, Sr. Foix!
    Y me alegra que recomiende otra vez INSIDE JOB, de Charles Ferguson, una película que obtuvo el Oscar de Hollywood al Mejor documental 2010.
    Muy agradecido, le saluda de nuevo

    J. M. Caparrós Lera
    Catedrático de Historia Contemporánea y Cine
    Universitat de Barcelona

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