El tenebroso recuerdo de las armas químicas

El almacenamiento o uso de las armas químicas recuerda las carnicerías causadas en la Gran Guerra

Los amargos recuerdos de las armas químicas remueven los espantos colectivos del siglo pasado. Las armas químicas y la bomba atómica fueron el legado más tenebroso que nos dejó el siglo pasado.

Se han librado muchas guerras, han muerto millones de personas en campos de batalla y en trincheras. Pero el recuerdo de las armas químicas que alemanes y aliados utilizaron en la Gran Guerra todavía perduran. En Naciones Unidas se está debatiendo sobre si Occidente ataca a Siria como consecuencia de haberse utilizado armas químicas que han dado muerto a centenares de personas.

Se calcula que han muerto más de medio millón de sirios en la guerra que se ha prolongado casi siete años, varios millones de desplazados, cientos de miles refugiados y ciudades y pueblos absolutamente destruidos. El uso de armas quimicas ha levantado todas las alarmas. Donald Trump, des de su política errática e incomprensible, amenaza con castigar al régimen de Assad que está siendo apoyado por Rusia.

Parece que estamos en los preparativos de un ataque militar a Siria por parte de Estados Unidos. Primero se tramitan los requisitos imprescindibles. Se consulta a los parlamentos, se evacuan consultas con los aliados, salen nuevos argumentos yo se presenta la operación como uja necesidad ineludible.

Se acusa a Assad de utilizar armas químicas con el apoyo o visto bueno de Putin. El Kremlin ha reaccionado con energía levantando el listón. Estamos en el umbral de una nueva guerra fría que puede traducirse en una escalada del conflicto con consecuencias imprevisibles.

El pretexto para invadir Iraq y derrocar a Saddam Hussein fue que disponía de arsenales de armas químicas. Por esta razón se abrió la guerra de 2003. No había tales armas pero la guerra había empezado por un impreciso terror a lo que significan las armas químicas. Hay poca información. Como en todo conflicto armado los hechos cuentan menos que las palabras. La propaganda pisotea la información. Todo está justificado. Las guerras de los últimos veinte años en Oriente Medio con participación occidental se han librado por intereses y por ideas preconcebidas. Las armas químicas es un pretexto para aflorar las tensiones de dos mundos que pretenden dominar Oriente Medio y sus recursos. La experiencia reciente en Iraq y Afganistán demuestra que más de quince años después de haber empezado sendas guerras se observa la inutilidad de toda la propaganda desplegada para no resolver nada. No se trata de saber quién es más fuerte en el mundo sino de quién es capaz de evitar lo absurdo.

Putin no tiene que someterse a la presión de la opinión pública. Donald Trump puede lanzar varios disparos por twitter cada mañana pero tiene una opinión pública y unas instituciones que no le permiten ejecutar sus promesas tan fácilmente.

Las armas químicas y todos los arsenales en manos de estados totalitarios, grupos terroristas, ejércitos que se enfrentan en guerras insensatas vienen de muchos países occidentales. Sospecho que estamos en vísperas de una confrontación de dimensiones extraordinarias. Se ha perdido el sentido del peligro y se han abandonado los principios recogidos en la Convención de Ginebra. Hay motivos par alarmarse por el uso de armas químicas. Pero la precipitación de las acciones por parte de Moscú y Washington podrían llevar a una catástrofe.

 

 

  2 comentarios por “El tenebroso recuerdo de las armas químicas

  1. Lo anuncian, lo preparan… no son capaces de detener la escalada, o no quieren.
    Una catastrofe anunciada (una mas)
    Estamos en manos de mala gente rulando hacia el colapso. Uno mas? Si lo vemos por la tele no sera el ultimo.
    Que triste.

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