El asesinato del periodista saudí,Jamal Khashoggi, en el consulado de Estambul, no puede salir gratis a las autoridades saudíes que incitaron su eliminación
Hay palabras que adquieren una nueva relevancia e, incluso, cambian su significado. Una de ellas es el blanqueo, el blanquear a alguien o algo, el cambiar un relato histórico aplicando simplemente la visión que se tiene desde el presente. Una de las acepciones de blanquear que ofrece la RAE es “la de ajustar a la legalidad fiscal el dinero negro”. Pero el blanqueo va mucho más allá de las regularizaciones fiscales y se emplea también para devolver prestigios perdidos y maltrechos por la realidad de los hechos.
En la guerra fría se blanqueaba desde el Kremlin cualquier vulneración de las libertades y los derechos humanos en países de su órbita de influencia. Hubo que esperar hasta 1956, tres años después de la muerte de Stalin, para que Jruschov denunciara los crímenes del estalinismo y empezara un cierto deshielo.
Por intereses geopolíticos o ideológicos se blanqueó la política exterior norteamericana respecto a países que no eran precisamente democráticos. La España de Franco, el golpe de Pinochet y las buenas relaciones entre Nixon y Ceausescu fueron políticas de blanqueo para servir a las estrategias del momento que en buena parte fueron teorizadas por la visión de Henry Kissinger.
Pero los blanqueos siguen a un ritmo trepidante. Putin blanquea la tiranía del presidente Lukashenko de Bielorrusia y Estados Unidos hace lo propio con Arabia Saudí, cuyo régimen ordenó el asesinato del periodista disidente Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.
¿Es consciente el Barça de que el partido que jugará en Arabia Saudí el día 14 en homenaje a Maradona es una forma de blanquear un régimen que no respeta a las mujeres y ejecuta periodistas críticos? No son pocos los llamados petroestados que pretenden blanquearse comprando equipos de fútbol de primer nivel pagando millonadas que trituran las reglas del mercado. Tienen inclinación por los equipos ingleses y franceses.
Hay que cultivar las relaciones comerciales y económicas con todos los países. Pedro Sánchez se ha reunido recientemente con el turco Erdogan y el presidente de Egipto, Al Sisi. No es un blanqueo pero se le aproxima. Lo interesante sería reconocer que se está blanqueando, ya sea Cuba, Venezuela, Pakistán y varios regímenes de Oriente Medio.
Publicado en La Vanguardia el 3 de diciembre de 2021
PEDRO SÁNCHEZ BLANQUEJA AL DICTADOR ERDOGAN
1.- El partit que el Barça jugarà a Aràbia Saudita blanqueja un règim que no respecta les dones i executa periodistes crítics. El periodista Lluís Foix ho escriu en l’article “L’art de blanquejar”. També explica: “Pedro Sánchez s’ha reunit recentment amb el turc Erdogan i el president d’Egipte, Al Sisi. No es un blanqueig però se l’aproxima”.
2.- Hi ha arguments sòlids per ser més dur amb el president espanyol. L’eurodiputada catalana Clara Ponsatí ho ha explicat en un ple del Parlament europeu en una intervenció silenciada en els media del règim. Ponsatí denuncia “l’amistat perillosa” de Pedro Sánchez amb el president turc, Recep Tayyip Erdogan que s’han reunit a Istambul. Lamenta que “Sánchez només tingués paraules per parlar d’amistat, inversions i llaços econòmics…tenint en compte les declaracions d’Erdogan contra la Convenció d’Istambul i els comentaris ofensius contra les dones».
3.- L’eurodiputada explicita els motius de la seva denuncia: “Aquesta amistat hispano-turco és perillosa i la Comissió hauria de vigilar-la. A més de menystenir la Convenció d’Istambul, l’estreta amistat entre Espanya i Turquia és una amenaça per a la seguretat i l’estabilitat europea. Espanya ven portaavions a Turquia que amenacen la seguretat de Grècia i Xipre, i armes que alimenten els conflictes a l’Orient Mitjà. I mentrestant, els bancs espanyols inverteixen en la molt volàtil economia turca i això pot comportar grans riscs per a la zona euro. Comissaris, si us plau, vigileu a Espanya i Turquia”.
Qui estigui lliure de pecat,que tiri la primera piedra.
Lo del Barça en Arabia Saudi tiene tela.
La pela es la pela, pero que pena penita que me da.