La política de las emociones

Un mínimo de realismo o de verdad es necesario para contrarrestar las fantasías emocionales lanzadas desde los púlpitos de las ideologías. En la foto un político en campaña electoral.

He tenido unos días un perro en casa, una inesperada y pasajera novedad, que me ha enseñado cosas tan elementales como las emociones que expresaba, su alegría moviendo la cola en sentido horizontal y saltando a mi cintura con sus patas delanteras al abrir la puerta. Una experiencia agradable que terminó cuando mis huéspedes se fueron de casa y se llevaron con ellos la cariñosa mascota.

He pensado en la carga emotiva que comporta convivir con un perro que responde con creces a las muestras de cariño que le dispensas. El presidente Truman decía que si quieres tener un amigo en Washington, llévate a tu perro. Sabía aquello que Adenauer resumía en que “hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido”. Leo que la política son emociones fabricadas con actos de voluntad movidos por unos pocos a los que siguen las masas.

Ciertamente, vivimos en la era de la imagen, de los vídeos, las fotos colgadas en las redes sociales, los impactos y los clics. Estamos caminando hacia el metaverso, esa extraña combinación de la realidad con la virtualidad que nos ha de llevar a escoger el estadio de nuestra paz emocional perfecta aunque no sea real.

Un mínimo de realismo y de verdad es necesario para contrarrestar las fantasías emocionales
Desde la Revolución Gloriosa de 1688 los ingleses elevaron la razón por encima de las emociones como la base para desarrollar la acción política. Cuando una periodista le preguntó al primer ministro Macmillan qué era lo que más temía en política le contestó: “Los hechos, señorita, los hechos”.

Recordaba ayer Santi Nolla en Mundo Deportivo que el Barça de esta temporada vive a caballo de las emociones que prevalecen sobre los resultados. El problema es que, si las emociones no se corresponden con los resultados, lo más probable es entrar en el pozo de las frustraciones y de las tontas realidades alternativas.

Los discursos de los gobernantes lo soportan todo, con unas gotas de optimismo por aquí y unas dosis de propaganda por allá. Salir mucho por televisión no resuelve el aumento de los precios, el estancamiento de los salarios y el malestar social que se puede convertir en el invierno del descontento shakespeariano.

Un mínimo de realismo y de verdad es imprescindible para contrarrestar el mundo fantástico de las emociones fabricadas en laboratorios partidistas con premisas falsas.

Publicado en La Vanguardia el 17 de diciembre de 2021

  11 comentarios por “La política de las emociones

  1. Tengo serias dudas, de si en las proximas decadas la politica, los politicos estaran a la altura de los cambios que se avecinan, cambios tecnologicos disruptivos, con una lucha actual para conseguir la supremacia tecnologica, para mi el realismo y verdad es tener claro que protagonismo tiene Esp-Cat-Europa, en la geopolitica y geoeconomia mundial. Bones Festas.

  2. Mr Floix (senyor Foix), your British cultural background sometimes escapes some of your audience. Indeed the Glorious Revolution of November 1688, known as the Glorieuze Overtocht or Glorious Crossing by the Dutch, can be seen as both the last successful invasion of England (if you exclude the current Starbucks’).
    Almost bloodless, it ended any moves towards a Catholic absolute monarchy in the British kingdoms by limiting the king’s powers. The powers were significantly restricted: the crowned king could not suspend laws, levy taxes, make royal appointments, or wage war without Parliament’s permission.

    As for the common errors in relating the history of Spain to the successions of Spanish kings and queens, roots in the useless memoristic learning of the bizarre list of the Visigoths kings imposed in the Spanish school system until recently.

    The Spanish «Revolución Gloriosa» was something else altogether…

  3. No ho sabía. Amb voste sempre s´apren.
    Jo si que he fet una arrada; no era Alfons VII, era Fernando VII.
    Cordialment.

  4. Sr. Foix, no es per ganes de presumir que el rectifico, la Revolució Glorioso data de 1868. Es per evitar mals entesos.
    Avanspassats meus hi participaren conseguin que fugis a França Isabel II que ya no va tornar. Malhauradement el seu fill Alfons VII es coronar en el que es coneix com la 1ª Restauració Borbónica.
    Afectuosament.

    • Moltes gràcies, Salvador. Jo em refereixo a la Revolució Gloriosa anglesa:

      La Revolución Gloriosa fue un proceso revolucionario ocurrido en Inglaterra entre 1688 y 1689, que derrocó al rey Jacobo II Estuardo y llevó al poder a su hija María II y a su esposo, Guillermo III de Orange. … La Revolución Gloriosa puso fin a la inestabilidad política que desde 1642 caracterizó a la Revolución inglesa.

      La Revolució Gloriosa espanyola, efectivament, fou el 1868.

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