Cuándo caen los imperios

Paul Kennedy estudió el auge y la caída de los grandes imperios en los últimos cinco siglos. ¿Ha empezado el declive de Estados Unidos?

El historiador británico Paul Kennedy publicó en 1987 un libro de referencia sobre el auge y caída de las grandes potencias en los últimos cinco siglos. ¿Cuándo se tuerce un imperio? Kennedy aporta mucha documentación sobre la caída, entre otros, del imperio español, del británico, del soviético, y dibuja síntomas de declive en el imperio norteamericano, que ha señoreado todo el siglo XX hasta el día de hoy.

Su tesis que aplica a varios imperios se basa en el desequilibrio entre el poder económico y los compromisos militares y estratégicos. El declive es lento, puede ser largo y culturalmente muy creativo. Pero cuando la economía no puede sostener las empresas militares para defender la hegemonía política, la caída es inevitable.

La pregunta que se formula en el mundo académico y cultural de Occidente es si la forma de ejercer la presidencia de Trump es un síntoma del comienzo de la decadencia. No es inminente, por el sistema de equilibrios que los poderes ejecutivo, legislativo y judicial disponen para controlarse entre ellos.

Pero si hacemos caso del concepto de poder blando, introducido por el profesor y analista Joseph Nye, la fuerza no es ya suficiente para mantener la hegemonía en la sociedad global. El poder blando se vehicula a través de los valores de la cultura como la educación, el cine, el estilo de vida y el poder de atracción y persuasión. Por su literatura y por la llegada a la Luna. También por su espíritu crítico en episodios tan lamentables como la guerra de Vietnam y el apoyo a dictaduras de toda condición. Se atribuye a Stalin la idea de que para dominar el mundo le habría bastado con controlar los estudios de Hollywood.

El estilo Trump se basa en el poder duro y no en el blando. El problema es que su tendencia a la coerción y a las amenazas tarifarias tropieza con el auge y consolidación de otro imperio, el de China, que muestra una capacidad económica y militar para disputar la hegemonía a la América de Trump.

La diferencia entre estos dos gigantes es la libertad y la democracia. Estados Unidos sería una nación prescindible y decadente si no tuviera instituciones libres e independientes. Trump pretende romper los equilibrios y los consensos.

Publicado en La Vanguardia el 6 de noviembre de 2025

  5 comentarios por “Cuándo caen los imperios

  1. Buenas noches Sr. Foix

    Paul Kennedy en su libro hace un repaso muy interesante a lo largo de la historia y plantea cuestiones que en parte siguen encima de la mesa. No solo sobre Estados Unidos, sino también sobre Rusia (en su tiempo la URSS), China, y Europa occidental. Concuerdo en la tesis principal, que bien ha explicado, de que cuando los Imperios son incapaces de mantener las guerras y la disuasión militar por insuficiencia económica, decaen. Pero el libro fue escrito en 1987 y desde entonces han pasado muchas cosas: entre ellas la desaparición de la Unión Soviética, con su consecuente impacto en el Tercer Mundo y en la izquierda en Occidente, la ascensión de la Unión Europea, y el golpe sobre Estados Unidos del 11S de 2001. Desde entonces los Estados Unidos han intentado recuperar no solo la hegemonía en el mundo sino también el control con sus Aliados. Sin embargo, han entrado en juego nuevos actores con fuerza cómo son China, la restitución de Rusia, y el Islam. No añado aquí la Unión Europea, que se ha beneficiado de la relación transatlántica desde entonces pero también ha hecho grandes esfuerzos internamente, porque su advenimiento en superpotencia fue abortado por los Estados Unidos y la falta de voluntad política de los líderes europeos.

    Pero la diferencia más importante del mundo que estudio y vivió Paul Kennedy es el despliegue de la globalización económica y social hasta límites insospechados. En la historia tenemos algunos ejemplos de algo parecido, podemos acudir a la Decadencia del Imperio Romano que nos trajo Edward Gibbon, pero mi impresión es que nunca se ha producido nada igual. Este despliegue que benefició enormemente a los Estados Unidos y a Occidente desde finales del siglo XX, y que fue culminado con la implosión de la Unión Soviética, fue impugnado ese 11S de 2001, con la ascensión a posteriori de los actores que antes decía. Existe un rearme militar, competidores económicos cuando no, prácticamente de substituciones de sectores industriales clave, un ascenso de las grandes inmigraciones, y la deconstrucción de lo que somos. La creatividad cultural y comercial de los Estados Unidos, parece que se ha agotado, y ese poder blando del que habla Joseph Nye, que no solo afecta a esto, sino también al poder de atracción de ese sistema de vida, social, económico y político, atrae sólo hacia dentro a buena parte de los inmigrantes en las mejoras en lo económico y en la seguridad, pero no en todo lo demás. En un momento cada vez en el que existen más dificultades económicas, y en el que nadie en occidente sabe lo que somos ni lo que queremos ser. De ahí el ascenso de Trump, pero también, frente a este vacío existencial, de todos los identitarios de extrema derecha.

    Este poder blando además parece que no funciona hacia fuera pues el mundo sigue caminos diferentes. Y no encuentro correcto, menos en el momento en que nos encontramos, que tengamos que decirles a los demás lo que deben de hacer. El intervencionismo militar, y a todos los niveles, de Occidente en la historia del siglo XIX, XX, y XXI es rampante.

    Desde el 11S estamos asistiendo a una guerra, en la que parece que se juega todo de una forma existencial, sin comprender que el mundo vivió momentos mucho peores no hace tanto. Me refiero a un mundo que estalló en pedazos en las dos guerras mundiales, que trajo una postguerra de hambre y ruinas en el continente europeo y en otras latitudes, pero que desde 1945 decidió sentarse para hablar, y establecer un nuevo orden mundial, para poder coexistir. ¿Era justo este mundo que establecieron? Definitivamente no lo era, y trajo la Guerra Fría, que en el Tercer Mundo provocó muchas guerras calientes, pero funcionó hasta el desplome de la Unión Soviética. Y lo más importante, todo estaba muy claro, y tanto unos como otros tenían expectativas. Quizá sea un espejismo mío, pero considero que debemos aprender mucho de ese periodo histórico, porque no quiero entender por qué como europeos y occidentales tenemos la obligación de meternos en un callejón sin salida y desear la devastación de la guerra.

    En clave interna americana Donald Trump es un autentica calamidad y van a ir de desastre en desastre, pero la oposición a Trump siendo normal y hasta saludable, no veo que se esté articulando en una alternativa creíble y real, no solo a Trump sino a los problemas que tiene este país, oposición política organizada, que, en clave internacional, ya sabemos también lo que han hecho desde ese 11S, momento histórico que quiero marcar como simbólico y clave en este siglo XXI. En definitiva, el problema no es tan solo Trump, siendo efectivamente peligroso, pues este no es más un síntoma de malas decisiones políticas, y de un agotamiento generalizado en los Estados Unidos, y añadidos.

    Saludos cordiales,
    Francesc

  2. Trump ha sido elegido por segunda vez no consecutiva y sus formas son las mismas que antes, es decir, que a los americanos les gusta.
    Las amenazas tarifarias se pueden explicar por el dilema de Triffin.
    Ya me gustaría a mi tener en España un presidente que la defendiera como defiende Trump a EE UU

  3. Solo con un poder blando «fuerte» y sin ñoñerias añadidas podremos salvar el descosido planetario actual.
    Los imperios tambien nacen, se reproducen y mueren.
    Ahora toca medicina china con un toque siberiano.
    Las inercias de occident ja no ens porten a cap lloc a no ser que sigui la corrupcio i la decadencia.

  4. Bon dia Sr. Foix

    Penso que tot ja està fora de control. El poder econòmic i tecnològic concentrat en poques mans té el control social probablement de la societat. Les persones no els interessen, només cal veure els acomiadaments ideològics que s’han fet als EE.UU.

    El esser humà sembla que no sap aprendre de la història o no vol.

    Salutacions

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