Hay que esperar el diagnóstico para tener una cierta idea de si el batacazo que le propinó el Celta en el Bernabéu es una indisposición pasajera del Real Madrid o una gripe de larga duración, de esas que necesitan tiempo y cuidados para erradicarla. Es muy reciente todavía que un Xabi Alonso recién incorporado batía al Barça en el primer Clásico con dos goles de Mbappé y Bellingham rompiendo una racha de cuatro derrotas consecutivas.
Aquel festejo blanco del 26 de octubre, con un solitario gol de Fermín, sonaba como una final de la Champions. Florentino parecía haber encontrado la sucesión ideal de Ancelotti con un equipo de figuras potentes, capaces de ofrecer espectáculo y títulos.
Es pronto para hacer vaticinios pero aquel Madrid idílico está tropezando con una realidad inesperada. El discurso de Florentino embistiendo contra la UEFA, los árbitros, el Barça, la Liga y todo lo que se le puso por delante, no contaba con que el equipo adornado de las estrellas más relucientes y más caras del mercado, quedarían a cuatro puntos del liderato del Barça a principios de diciembre.
Al programa del Madrid le han fallado los jugadores, el entrenador y el vestuario, mientras que ha sido Hansi Flick y su aprovechamiento de la juventud canterana los que han salvado a Laporta de los líos e incomodidades del socio en un año sin campo definido hasta ahora y con unas cuentas confusas e inciertas.
El hecho es que el Madrid muestra desconcierto, protesta contra los árbitros, Xabi Alonso está discutido, el Bernabéu abronca y el Barça transmite una seguridad juvenil y entusiasta con una rotación inteligente que se traduce en buenos resultados. Esta noche, Europa. Ante el Eintracht, Hansi Flick contará con Raphinha, Pedri, Ferran, Joan Garcia, Lamine, De Jong, Lewandowski… Juventud y experiencia.
Publicado en Mundo Deportivo el 9 de diciembre de 2025




