Un mercadeo de emociones

Los ocho nuevos estadios de fútbol de Qatar manifiestan la apoteósis de la riqueza de un país autoritario. Cientos de obreros extranjeros han fallecido en las obras de las construcciones modernas y faraónicas.

No será un Mundial normal el de Qatar. Primero, por ser el primero que rompe los calendarios de todas las competiciones nacionales. Segundo, porque significa la ostentación apoteósica de la riqueza procedente de un país cubierto de petrodólares que ha construido una ciudad y unas instalaciones deportivas en las que han participado los mejores arquitectos, diseñadores y urbanistas del mundo. Y, tercero, porque estas maravillas han sido posibles por una explotación laboral de miles de extranjeros.

No hay cifras oficiales pero en la construcción de los estadios e infraestructuras en el entorno de Doha han muerto supuestamente cientos o miles de obreros procedentes en su mayoría de países asiáticos. Será un Mundial controvertido. No solo por la naturaleza del régimen qatarí sino también porque la designación de la FIFA fue aprobada por las federaciones nacionales.

Qatar exporta dinero para hacerse con clubs multimillonarios como el PSG y para vender publicidad en medio mundo. El Manchester City y el Chelsea fueron reflotados con millones de dólares de un estado del Golfo y de un oligarca ruso. Si hay que buscar transparencia en el fútbol global no puede ser selectiva ni ser valorada con criterios democráticos occidentales. China o Rusia, por poner dos ejemplos, tendrían que ser vetadas en las competiciones internacionales.

El fútbol no es solo el deporte de masas más global sino también un juego de intereses ocultos, de comisiones estratosféricas y de operaciones oscuras y secretas. Un mercadeo de emociones. Pero el buen futbol merece verse.

Publicado en Mundo Deportivo el 15 de noviembre de 2022

  3 comentarios por “Un mercadeo de emociones

  1. Entiendo lo de «selectiva ni ser valorada con criterios democráticos occidentales», pero tengo la sensación que los de la FIFA solo quieren ganar dinero inmediato. No tienen otro criterio. Quizás haya ya demasiado futbol y habrán matado la gallina de los huevos de oro. No sería tan malo si fuera así.

  2. He llegit aquest article i em recorda el trafic d’esclaus de tots els colors I de tot arreu de nacions del mon.

    Amb la aceptació de totes les societats, incluides la bendició Urbi et Orbi de totes les religions.

    El diner en cuantitas mil-lionaries, fa el miracle de que la societat humana es torni cega, sorda, muda, tolerantaI I PERMISIVA.

    Sobretot a els grans oligarques del poder invisible, ect. ect. A la ombre, Pero REALS i AUTENTICS.

    Penso que aquesta clase de futbol es bessÓ de la política dels partits…ect.

    Ho deixo aquí. NO COMMENT…

  3. Rod Stewart ha renunciado a un millon de euros pero no ira a cantarles las mañanitas a toda esta banda de explotadores con turbantes.
    Ni buen futbol ni tonterias Sr. Foix, Lo de Qatar es una ofensa global. Por cierto el mes que un club llevo la publicidad hasta hace no_nada y el Hernandez Creus y familia han tirado de beta por alli todo lo que han podido.
    Ni un pam de net. Vergonya!

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