
Protesta de los diputados de Sumar contra el presidente Mazón y el PP en la sesión de control en el Congreso. La confrontación sin respetar al adversario lleva al caos. (Foto: Dani Duch)
Las sesiones de control al gobierno siempre son ásperas y broncas. Los gritos y los insultos son frecuentes. Lo son en todos los parlamentos democráticos donde las respuestas rápidas, sarcásticas y demoledoras demuestran la habilidad dialéctica de los gobiernos y de la oposición.
Luis Carandell escribió un magnífico libro en el que combina la observación periodística, la ironía y la empatía en los primeros tiempos de una democracia que echaba a andar, con la ilusión colectiva de estar en Europa para vivir en paz, libertad y prosperidad.
La confrontación dialéctica y las palabras gruesas son compatibles con la defensa de los intereses comunes y con la estabilidad institucional. La política atraviesa una crisis de empatía. El debate público se ha convertido en un campo de batalla donde el adversario es tratado como enemigo y las emociones dominantes son el odio y la ira.
Cada miércoles lo podemos comprobar en la sesión de control al Gobierno. No se salva ningún bando. Pienso que recuperar las formas, escuchar y respetar al adversario no son gestos ingenuos sino maneras de convivencia cívica. El referente no puede ser Donald Trump, que desde el despacho oval despliega un estilo comunicativo basado en la provocación, la polarización y las amenazas, que normalmente no se cumplen. La ignorancia y la mentira suelen ser las armas de los políticos con deriva autoritaria.
Los mensajes en redes sociales han sustituido a las conversaciones y el miedo se ha convertido en argumento principal. Lo que se vive y practica en las alturas llega a la sociedad, que tiende a imitar a los que gobiernan.
Se echa en falta más responsabilidad y alguna dosis de humor. Es penoso que el presidente Mazón arrastre los pies sobre el barro de la mala gestión de la dana. ¿Tanto cuesta echarse a un lado y dimitir? Tampoco es aceptable que los presupuestos puedan ser prorrogados año tras año por el Gobierno Sánchez sin que nada pase. Puigdemont anuncia la ruptura con el Gobierno pero todo seguirá igual. Simplemente, se aprobarán menos leyes. Cuidado con el sentimiento de frustración de muchos ciudadanos que se reflejará en las próximas elecciones, que pueden aportar muchas sorpresas.
Publicado en La Vanguardia el 30 de octubre de 2025




Hoy el señor presidente del gobierno del reino de españa ha calificado como circo a la comision del senado que le estaba interrogando.
Puedo decir y digo que por una vez y sin que sirva de precedente estoy de acuerdo con pedrito_el_guapo.
El nivel ha sido y es de verguenza.
Al otro lado, el del ventorro dice que ayer se dio cuenta de la dimensio de la tragedia de hace un año y que se toma unos dias para reflexionar.
El nivel de cinismo de unos y otros es espectacular.
Esto va cuesta abajo y sin frenos.
Buenas tarde Sr. Foix,
Durante la Transición, por lo que he leído y por algunas que otras intervenciones que he visto, hubo también debates broncos pero los temas a tratar eran -en mi opinión- más importantes y había en los diputados una la altura que ahora, normalmente, no veo. En mi opinión hoy la Transición sería imposible. Están los líos de Pedro Sánchez -van a degüello contra él- pero quizá sea -en el sentido del príncipe de Maquiavelo- el mejor político que tenemos, aunque no puedo aprobar un nuevo presupuesto. ¿Quizá debería cambiar de aliados? ¿Es eso posible? No lo creo y además electoralmente tampoco le conviene. En cuanto a Mazón y su negligencia en la DANA -y no sólo por donde se encontraba y el mensaje de alerta que se envió muy tarde- me viene a la memoria la rima que los ultras hacían sobre el Cardenal Tarancón, y me temo que no en sentido figurado. Pero esto ahora no puede decirse, y evidentemente yo no lo deseo. Se suma al papelón de la Sra. Ayuso que cada vez que habla sube el pan y que parece un reflejo en mujer de en muchos aspectos de Trump o Milei, este último felicitado efusivamente por su última victoria electoral por este partido de Aliança Catalana, que en el islam y la inmigración ha encontrado un filón.
En fin, aquí con el President Illa, tocamos el violín, que las cosas funcionen, que se mantenga lo básico, aunque el horizonte esté muy nublado. Se me ocurre que hoy todo está interconectado y cada cual puede informare o despotricar contra quién quiera muy fácilmente. Pones un mensaje en las redes sociales desde vete a saber dónde, y bien movido, estalla una revuelta en el Nepal donde nunca pasaba nada, y provoca que los gobernantes huyan en helicóptero para evitar ser linchados -a algunos sí los lincharon-. Eso podría suceder en cualquier parte, aunque la situación social y económica sea muy diferente, y a diferencia del siglo pasado donde los extremos estaban muy organizados, y había cierta coherencia, hoy hay mucha más confusión. Sin embargo, sigo pensando que existen unas mayorías que aún tienen sentido común y lo que quieren es que no les falte lo fundamental y que las cosas funcionen. Y esto lo tienen muy claro la mayoría, precisamente todos aquellos que llegan a este país, aunque vengan con unos códigos culturales muy diferentes.
Saludos cordiales,
Francesc