
El duque de Edimburgo supo caminar dos pasos detrás de la Reina Isabel II con estilo, divirtiéndose, viajando y permitiéndose declaraciones extemporáneas sobre los temas más sensibles. Su muerte ha ocupado las emisiones de televisión de la BBC y de decenas de canales de todo el mundo. Inglaterra sabe vender con toda pomposidad una institución…