Pobreza, austeridad y estado del bienestar

El malogrado Tony Judt es una fuente inagotable de reflexiones sobre el mundo en que vivimos. Me quiero fijar en la diferencia que hace entre la pobreza y la austeridad. Los compañeros de sus hijos les decían que su padre se había criado en la pobreza. En absoluto, contesta Judt, me crié en la austeridad.

Podemos vivir de forma austera pero hay que evitar que la pobreza se extienda por toda la sociedad. Después de la guerra, cuenta, había muy poco de todo. Churchill había hipotecado Gran Bretaña y llevado a la bancarrota al Tesoro para derrotar a Hitler. Hubo racionamiento de ropa hasta 1940, de barato y sencillo mobiliario práctico hasta 1952, de alimentos hasta 1954.

Estas normas se suspendieron brevemente para celebrar la coronación de la reina Isabel, en 1953, cuando se autorizó para todos una libra extra de azúcar y cuatro onzas de margarina. Europa entera vivía entre la austeridad, la pobreza y la miseria.

En la España de la postguerra se pasaba hambre, no había calefacción, el agua corriente no alcanzaba a toda la población urbana. En el mundo rural no había duchas ni productos adecuados para la higiene personal. Las sequías echaban de la tierra a cientos de miles de agricultores y jornaleros que buscaban mejor suerte en la ciudad.

Vinieron las aglomeraciones, las chabolas de Montjuïc en Barcelona, la contaminación ambiental por la combustión del carbón para las fábricas y los domicilios. Había una obligada austeridad que encubría una pobreza generalizada. La política no resolvía nada. Hubo que esperar hasta mediados de los sesenta cuando se empezó a salir de la espiral de la miseria.

Llegaron los años de la abundancia que administramos con demasiadas alegrías. Ahora vuelven los recortes, la carencia de liquidez, la falta de trabajo, la pobreza vergonzante que empezamos a ver en nuestro entorno. No hemos llegado al racionamiento y a los subsidios. No hay motivos para pensar en las carencias generales que recorrieron Europa al comienzo de la segunda mitad del siglo XX. Pero sí que habrá que recuperar la austeridad, el vivir con lo necesario, el apagar las luces, el consumir menos energía, el cuidar del medio ambiente y el buscar un sistema de solidaridad que impida el padecimiento de muchos en contra el excesivo bienestar de unos pocos.

Paralelamente, habrá que poner de relieve las ventajas del Estado social de mercado como garantía contra los excesos de las finanzas globalizadas. Las desigualdades hay que combatirlas para el bien de todos. También para los que más tienen.

Aunque no esté de moda el pensamiento de Keynes me permito citar una reflexión suya que dice que “lo importante no es que el gobierno haga cosas que los individuos ya están haciendo y que las haga un poco mejor o un poco peor, sino que haga las cosas que ahora no está haciendo nadie.” En otras palabras, allí donde no llega el mercado debe llegar el Estado. Es la base de lo que ha sido el estado del bienestar en Europa.

 

 

  18 comentarios por “Pobreza, austeridad y estado del bienestar

  1. Comparto plenamente la opinión de Lluís Foix sobre las reflexiones de Tony Just sobre pobreza, austeridad y estado del bienestar: Para alcanzar el estado del bienestar entiendo, habiendo leído el artículo, que la pobreza no existiría, salvo en casos extremos, como víví personalmente los años 1939/1945. La pobreza és una realidad difícil de resolver a título individual. La austeridad es una decisión individual y colectiva a la vez. Siempre , incluso en momentos de abundancia, es bueno para uno mismo y todavía más para el resto de la sociedad, se capaz de valorar lo que consumimos y controlar lo que gastamos en beneficio de ciudadanos menos afortunados. A ello le llamo, cohesión social, sentido de la ética y solidaridad, en definitva el camino para alcanzar de una vez por todas un estado del bienestar justo para todos.

  2. Ha explicado, como suele hacer, en pocas palabras lo que muchas personas piensan. La globalización se está utilizando como excusa para convertir la sociedad humana en una jungla, donde la mayoría pierde. La humanidad es un rio de conocimiento que se transmite de padres a hijos, nadie nace sabiendo hablar, matemáticas, tejer, cocinar, cazar… La sociedad se lo facilita, toda la sociedad, esto no se puede pagar con dinero aunque alguién piense que el dinero es lo más importante… El punto de vista económico llevado al extremo conduce a la anulación de la humanidad: somos seres sociales y nos debemos ayudar, colaborar, respetar y dar/recibir sin hacer trampas.

  3. Banca ética, comercio justo, redistribución equitativa y conciencia medio ambiental no parecen malas bases para una economía social.
    Habrá que forzar hacia ese camino a los gobiernos de estos estados que han perdido el norte, el sur, el este y hasta el salvaje oeste.
    Y si, tomemos las calles ,sintámoslas nuestras como recomienda panolian en su enclace. Y frente a la austeridad impuesta desobediencia civil: derrochemos alegría, decencia, cordura, solidaridad, respeto ,
    dignidad, educación, todo de lo que carecen los que nos han empobrecido.

  4. De keynes se puede aprovechar » un cacho» no todo porque la globalización ya no lo permite, aunque una orientación a un new deal verde podria ser posible. ….ahora no es el gobierno que llega a donde los otros no puede, porque esta dedicado a tapar los propios agujeros que el ha creado. ahora son las empresas sociales , las iinovacones sociales las que llegan donde no llega el estado…

    Sobre soluciones, economia social de mercado….y transición hacia la economia del bien comun

  5. Van proliferando los bancos de tiempo, los de intercambio de bienes y servicios entre particulares.
    El comercio no rula y si acaso las tiendas de compra venta de articulos de segunda mano, los outlets y los de compra de oro y demas metales son los que funcionan medianamente.
    Se esta conformando un entramado a pie de calle de penuria, una austeridad de obligado cumplimiento cuando esta deberia ser una actitud transversal en tiempo de vacas gordas o magras como ahora.
    Una pobreza con aplicaciones de ultima generacion en el celular de turno que pasa a ser un fin cuando deberia ser un medio. Una sociedad low cost en paranoia permanente que hace que los servicios de atencion urgente hayan triplicado su trabajo en cinco años en cuanto a atender transtornos mentales.

    El tema Sr. Foix a mi entender no esta solo en apagar la luz cuando no se necesita (que tambien), esta en evitar que las compañias de suministro suban el recibo cuando, como y cuanto les parezca. Es solo un ejemplo.
    Del estado del bienestar ya hay que olvidarse, ya no existe y no se le espera de vuelta. No volvera.

    Solo queda la redistribucion justa, equitativa, ecuanime y suficiente de lo que hay y esta es la gran labor de un gobierno de cualquier estado que de verdad tenga en cuenta a la persona, al ciudadano. Y me da igual si es de derechas, de izquierda, de la tercera via, populista, rojigualdo, senyero, tecnocrata o aficionado a la petanca.

    Estamos en el cul de sac y ya no quedan ni siquiera las migajas, porque el cul de sac esta horadado tambien. No hay remiendo posible. Sucede que aun no lo aceptamos y nos resistimos a actuar de manera dintinta. Asi vamos, que no vamos.

  6. El dia que poguem disfrutar d’un Estat, o d’un govern com el que sovint descriu el Sr. Foix, haurem arribat a Itaca, al Nirvana. La «pega», és clar, està en que els governs, o els Estats que descriu el Sr. Foix, són de «manual». Els Estats i /o els Governs exemplars, no existeixen, disortadament. No els he vist mai en lloc. Tampoc existeixen les societats exemplars. Ens cal el «Manual», pero crec que encara no ha sortit a la venda. Podem tirar dels articles del Sr. Foix, constructius i alliçonadors, però quan arribes al final de l’ article i dones un cop d’ull a la realitat que t’envolta, et cau l’ànima als peus, i la cara de «poker» que se’t queda parla per si sola. Estem al paleolitic dels governs i dels Estats exemplars. Hem extraviat el llibre d’instruccions que ens porti cap el model de perfecció i ara mateix, hom fa el que bonament pot, vist l’ exemple ( que no l’ exempleritat ) dels governs que ens governen.

    Austeritat si !!!, però com a depuratiu de la superficialitat d’una societat de consum que ens ha portat al fals paradis que vol fer-te creure que una colonia té la capacitat d’omplir el buit existencial i et promet la felicitat eterna.
    Austeritat és repassar el carro de la compra quan estàs fent cua a la caixa i comprovar que amb la meitat de les coses que portes, ja faràs el fet, i recular per tornar-les a deixar allà on eren.
    La austeritat és un autoexercici voluntari de neteja mental. Si hom apren a ser auster, dificilment esdevindrà pobre.

    «Pobres» en el sentit intelectual del terme, són els nostres governants, que ens demanen austeritat, ara, quan la «Torre de Babel» del malbaratament més indecent que ells van permetre, s’enfonsa irremeiablement i ens porta a la «pobresa» més vergonyosa, en el sentit més literal de la paraula.

    • panolian que es mi primo armenio ya ha hecho su comentario, que suscribo.
      Decirte Rosamaria, que estoy desencajado por tu comentario en el articulo anterior de este blog. Yo te ofrezco una gardenia y tu me llamas bizco.
      Luego veo que en youtube lo mas visto es el salto de Falete en Splash.
      Que noche!

      • Jo també estic desencaixada de no poder venir a recollir la teva gardenia…..

        Encara no has dit de quin llibre es tracte..?? Vaig entrar fa uns dies al web de La Casa del Libro, però encara no deia res.
        Quina intriga…..!!!!

      • L’ adreça «dogbert@porsisuenalaflauta.com»,
        envia un missatge automatic: «Delivery to he following recipient failed permanently !!!

        Les pubilles amb «possibles» que demanaves estàn desesperades…..

Comentarios cerrados.