El relato del odio y el miedo

Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, que preside un gobierno populista y ha convocado un referéndum sobre los refugiados

Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, que preside un gobierno populista y ha convocado un referéndum sobre los refugiados

Lo que puede ocurrir en el referéndum anunciado por el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y los resultados del Brexit en Gran Bretaña el 23 de junio tienen en común el rechazo al extranjero, ya sea refugiado, inmigrante económico o, simplemente, diferente. El relato de los nacionalismos de Estado recorre Europa en forma de xenofobia, populismo o simplificación política de los problemas complejos. La consulta húngara se producirá el 2 de octubre, el mismo día que en Austria se repetirán las presidenciales que perdió la extrema derecha por sólo 31.000 votos y que ahora el Tribunal Constitucional ha ordenado repetir.

Miedo, intransigencia y odio son conceptos que han reaparecido en el vocabulario político europeo. No es un fenómeno nuevo. Ocurría en toda Europa en el periodo de entreguerras con movimientos autóctonos y diferenciados que se desprendían del auge del fascismo en Italia y del nazismo en Alemania.

En Austria, el canciller Dollfuss inició un régimen autoritario que acabó con la incorporación del país a la Alemania de Hitler y, de paso, murió asesinado por el partido nazi austriaco. Aquel populismo estuvo inspirado por personajes como el británico Oswald Mosley, que fundó la Unión Británica de Fascistas, o el francés Charles Maurras, que tuvieron una gran influencia en sus respectivos países y en toda Europa. En España el movimiento lo encabezaba la Falange de José Antonio Primo de Rivera.

El fondo de aquellos movimientos, que no tenían en cuenta la responsabilidad personal sino la pertenencia a un grupo étnico, cultural o religioso, era la crisis mal cerrada después de la Gran Guerra en la Conferencia de París de 1919. Una crisis económica que evolucionó en una crisis política, social y de convivencia. Croacia, Hungría, Holanda, Portugal, Rumanía, Gran Bretaña y Francia estaban influidas por las ideas totalitarias incubadas en Italia y Alemania.

En Catalunya, la Action Française de Charles Maurras sedujo a buena parte de la intelectualidad catalana, de Santiago Rusiñol a Josep Pla y de Eugeni d’Ors a Joan Estelrich. Prácticamente a todo el catalanismo conservador, como también a parte del de izquierdas como es el caso de Antonio Rovira i Virgili.

El populismo que renace en Europa no es nuevo. Pero hay una diferencia con los años treinta del siglo pasado: Alemania y Francia no están hoy en los extremos, el nazismo por una parte y el Frente Popular francés por otra.

Las dificultades parecen insalvables por la simplicidad y la demagogia de los mensajes políticos. Pero si el eje Berlín-París se mantiene y, sobre todo, si se impulsa una recuperación económica que atenúe las consecuencias de la crisis, se habría superado lo que ahora se presenta como una pendiente hacia el precipicio.

  12 comentarios por “El relato del odio y el miedo

  1. Lamentablemente las consecuencias de la “crisis” continuarán acentuándose, por lo cual, a mi criterio, la pendiente hacia el desastre está servida.
    Una pendiente en el mundo Occidental, obviamente además con las obviedades propias de cada país, aunque con unas características sociológicas y políticas semejantes, hoy en un tono muy gris, lo cual contribuyen a la pendiente.
    España, y lógicamente Catalunya están en las mismas pésimas circunstancias, por más que se presuma, el tono gris está introducido en la clase política y social. Y muy tristemente, dado su triste papel, en el colectivo al cual usted pertenece. Evidentemente existen, pocas excepciones, usted es una de ellas. Lo que no significa que el programa audiovisual al cual colabora, no esté, hoy, en el tono gris, principalmente en el horario que se intensifica el show mediático; el ridículo periodístico, político junto el esperpento opinador. ¡Que carencia de construcción!. Aquí, allí y más allá. Toda una pendiente. ¡Agarrémonos los cinturones !

    • En la década de los años 80 del pasado siglo se generó un debate de alcance mundial sobre el invierno nuclear. Carl Sagan ejerció una gran influencia tanto en los EEUU y en la URSS. Se planteó la posibilidad de que una civilización tecnológica se enfrenta a un punto de ruptura en el que se decidirá si se autodestruye o dará un salto a un nuevo estadio de civilización en el que, entre otras cosas, la violencia autodestructiva se eliminará. Si nuestra especie es incapaz de organizarse de un modo diferente al actual no tenemos futuro. Podríamos pensar que el futuro será un regresión, al modo de las predicciones del novelista francés (no recuerdo su nombre) que ha pronosticado la conquista de Europa por el Islam. Una provocación intelectual, pero las provocaciones nos hacen meditar y hasta cambiar.

      • Pero la población mundial no deja de crecer.

        http://www.rtve.es/noticias/20140919/poblacion-mundial-llegara-11000-millones-2100-segun-previsiones-onu/1014620.shtml

        Vivir se vive, pero millones viven fatal, puede ser que para que vivan bien otros hemos de bajar nuestro nivel, eso no es una idea que suela gustar, pero los recursos naturales son lo que son. No hay una voluntad de ver la tierra como una, y el ser humano como uno. Esto me cereceda una canción de Mayito Fernández. pianista cubano que se paso muchos años en Barcelona pero esta algo olvidado.

        https://www.youtube.com/watch?v=z7J35CQQkxE

        • También podemos esforzarnos por generar nuevas tecnologías e iniciar una moderada expansión hacia el espacio exterior. Todo esto requeriría una enorme cantidad de trabajo y de trabajadores. Estoy de acuerdo con usted en que debemos cambiar nuestro modo de vida, de hecho al hablar de autodestrucción una forma es el consumo irracional de recursos.

          Para conseguir estos fines los gobiernos locales se deberían restringir y un gobierno mundial democrático debería hacer frente a los problemas que afectan a toda la población humana (y no humana). No es fácil, pero hay que soñar, especular y provocar para intentar mejorar. Mientras sigamos haciendo lo mismo el resultado será el mismo.

        • Por cierto gracias por los enlaces y en particular por el de Mayito Fernández

  2. Sr. Foix: Despues de leer su artículo, estoy meditando y pensando que, el odio y el miedo, seguramente viene provocado por las grandes injusticias y desigualdades económicas y sociales que trae la codicia humana sin limites, de los que solo viven para alcanzar y acaparar el poder y la riqueza, aprovechándose de las instituciones estatales y privadas en beneficio propio y sin ningún sentimiento humano hacia los desamparados que generan.

    La codicia… descontrolada y ludòpata… sin limites, ni sentimientos humanos, podríamos afirmar, que es la más grande arma de destrucción masiva casi total.

    • Pero no podemos rehuir nuestra responsabilidad como individuos. Si creemos que todo es culpa de otros y así justificamos nuestros errores no mejoraremos. Es evidente que la responsabilidad de los que detentan el poder es mucho mayor y más exigible una ética y moral elevada, pero todos estamos implicados.

  3. Describir y analizar la causa de este odio es imprescindible. Es evidente que esto se ha sembrado, puede que sin querer este resultado, pero no podemos dejar de pensar que las políticas económicas aplicadas en Europa son una de las causas.

    Era necesario poner cierto orden económico, pero resulta ofensivo que se trate de PIGS a varios países delSur de Europa, y al mismo tiempo Luxemburgo sea un paraíso fiscal. Se condune el «castigo» a un país entero con el que debería dirigirse contra la mala praxis de los gobiernos de los diferentes países.

    Así cuando la ultraderecha avanza como la chispa en una mecha nos sorprendemos de que algo pueda explotar.

    Si no nos atrevemos a decir con claridad lo que ocurre: la vuelta a la vieja Europa (de entreguerras comodice el Sr. Foix) y sus demonios, noavanzaremos. Seremos como Chamberlain negociando la paz con el demonio de la guerra.

  4. EL ODIO

    Ved cuan activo está
    y qué bien se conserva
    el odio en nuestro siglo.
    Con qué ligereza salva obstáculos,
    y qué fácil le resulta saltar sobre su presa.

    No es como los otros sentimientos.
    Más viejo y, a la vez, más joven.
    Por sí mismo genera la causa
    de su despertar a la vida.
    Duerme a veces, pero jamás con un sueño eterno.
    Y el insomnio no le resta fuerzas, se las da.

    Buenas son las religiones,
    con tal de estar en la línea de salida.
    Buenas son las patrias,
    con tal de lanzarse a la carrera.
    Al principio, incluso la justicia funciona.
    Después correrá solo.
    El odio. El odio.
    La faz se le retuerce en una mueca
    de amoroso éxtasis.

    ¡Qué anemia y apatía
    la de los otros sentimientos!
    ¿Desde cuándo la fraternidad
    arrastra multitudes?
    ¿Ha llegado alguna vez la compasión
    primera a la meta?
    ¿A cuántos voluntarios seduce la duda?
    El odio sí seduce, ¡y cómo!, es perro viejo.

    Avispado, listo, trabajador.
    ¡Cuántos cantares ha compuesto!
    ¡Cuántas páginas de la historia ha numerado!
    ¡Cuántas alfombras humanas ha desplegado,
    en cuántas plazas, en cuántos estadios!

    No nos engañemos:
    sabe crear belleza.
    Espléndidos son sus incendios en la negra noche.
    Soberbias las humaredas de sus explosiones al alba.
    Imposible negar el patetismo de sus ruinas
    ni el humor chabacano
    de la única columna que queda en pie.

    Es maestro del contraste
    entre silencio y estruendo,
    entre sangre roja y nieve blanca.
    Y nunca jamás se cansa
    del leitmotiv del verdugo pulcro
    sobre la inmunda víctima.

    Siempre dispuesto a nuevas tareas.
    Si es necesario esperar, espera.
    Dicen que es ciego. ¿Ciego?
    Tiene los ojos de lince del francotirador
    y mira el futuro con denuedo.
    Él, sólo él.

    WISLAWA SZYMBORSKA,

  5. És ben veritat la dita catalana «Amb la cara paga….» Que ve a ser l’ada`tació de «La cara es el espejo del alma,…».

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